Escribe Luciana Diaz
Es la zona en disputa con Gran Bretaña. Por el Tratado Antártico, no se puede explotar.
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Rusia descubrió en la Antártida una reserva de petróleo estimada en 511 mil millones de barriles, el doble de las reservas de Arabia Saudita, según informó el diario británico The Telegraph.
El hallazgo se produjo en la zona argentina que está en disputa con Gran Bretaña y Chile, lo que desató todo tipo de especulaciones.
El Tratado Antártico, firmado por todos los países que tienen pretensiones de soberanía sobre el continente blanco junto con otros que no solo reconoce reclamaciones, sin establecer prioridades ni prominencia de ningún país sobre otro. Para The Telegraph, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, podría "causar problemas" y enviar "asistencia diplomática y militar".
En los países que disputan la zona en cuestión con Gran Bretaña -Chile y Argentina-, no hay ningún gobierno que quiera ser receptor de asistencia diplomática y militar por parte de Rusia. Ambos están alineados con la OTAN, pero The Telegraph abre el paraguas ante la oportunidad que tendría Rusia de aprovechar la disputa por Malvinas. Dada la realidad actual del posicionamiento internacional de Milei, la apreciación asombra –a menos que se trate de una prevención a largo plazo. Además, alerta por lo mal pertrechada que se encuentra la Royal Navy debido a la escasa cantidad de cascos y hombres con que cuenta actualmente.
También argumenta que Rusia acostumbra realizar actividades marítimas en numerosas zonas grises de las aguas internacionales. En ese sentido, enumeró el contrabando de petróleo a través del mar Báltico, la actividad submarina alrededor de los cables submarinos occidentales y el bloqueo del Mar Negro, entre otras (Perfil, 14/5). El muerto se escandaliza por el degollado: Gran Bretaña, que otorgaba el rango de "Caballeros" a los piratas, les daba licencia para salir a robar, y hoy en día sigue saqueando los recursos de sus colonias de ultramar -por caso, las mismas islas Malvinas-pero alerta sobre las actividades ultramarinas rusas con tono de denuncia.
También alerta sobre cierto secretismo en el descubrimiento, pero el mismo fue anunciado en el canal de noticias de los BRICS (grupo de países que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Desde el gobierno de Vladimír Putín contestaron al subsecretario de Estado del Parlamento para las Américas y el Caribe británico, David Rutley, que sus actividades tuvieron fines científicos y que respetan el Tratado Antártico. Este Tratado prohíbe la explotación y la exploración de hidrocarburos en todo el continente blanco, debido a la relevancia que tiene el cuidado del ambiente en la Antártida para la conservación del equilibrio ecológico del resto del mundo. Por eso sólo existe actividad pesquera y turística, además de la científica.
El descubrimiento de petróleo habría sido colateral a las investigaciones geológicas, lo que podría ser verosímil si no fuera porque el buque que realizó el hallazgo es propiedad de la agencia Rosgeo, dedicada a la exploración de recursos minerales para su explotación comercial. Fue establecida en 2011 y comprende 63 empresas. Hasta ahora llevan descubiertos más de 1.000 yacimientos de gas y oro, no sólo en la Antártida sino también en Asia, Europa, África y América Latina.
Rusia no tiene reclamaciones sobre la Antártida, pero, al igual que Estados Unidos, se reserva el derecho de reclamar en el futuro, como consta en el mismo Tratado Antártico.
Este fue firmado durante la guerra fría, en una época en que la equidad en la proliferación nuclear y armamentística entre las dos potencias se ponía como garantía para evitar conflictos bélicos a gran escala. Hoy, roto el equilibrio y dada la situación de guerra mundial, los acuerdos se vuelven vulnerables. La OTAN desde hace años incumple el compromiso de no reforzar sus tropas permanentes en los países de la ex URSS y que hoy son aliados de la OTAN.
El descubrimiento de esta gran reserva acentúa el foco en esta parte del mundo justo al mismo tiempo que el Comando Sur de Estados Unidos refuerza su interés por los recursos naturales de América Latina y se apresta a reforzar su presencia en toda la región con el apoyo sobreactuado de los Milei y la ayuda disimulada de los nacionales y populares.