Escribe Lucas Giannetti
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La tendencia común en todos los bloques patronales es a la desintegración, manifestación de una crisis de régimen que, con el gobierno liberticida, ha avanzado varios casilleros. En este sentido, la sangría en el PRO no tiene freno y se traslada a la coalición Juntos por el Cambio, que se encuentra en estado vegetativo.
Mauricio Macri, luego de asumir por Zoom la presidencia del PRO, dio un “golpe de Estado” dentro el partido en la provincia de Buenos Aires contra los bullrichistas bonaerenses. Macri, en reunión con el Consejo Directivo nacional (Rogelio Frigerio, Ignacio Torres, María Eugenia Vidal, Guillermo Montenegro, Cristian Ritondo, Jorge Macri), resolvieron vaciar la estructura interna en la provincia. Una de las finalidades es reemplazar en la dirección del partido a nivel provincial a Daniela Reich (esposa de Diego Valenzuela), quien preside el espacio desde mayo de 2023, por Cristian Ritondo. En esta línea de acción, el pasado jueves se produjeron la renuncias de integrantes del Consejo Directivo Provincial del PRO en la Provincia de Buenos Aires. De los 33 consejeros que tiene el PRO en la provincia, 24 renunciaron. Entre las renuncias se encuentran la de destacados dirigentes del espacio como los intendentes Javier Martínez (Pergamino), Soledad Martínez (Vicente López) y los legisladores Diego Santilli, Gastón Ahumada, Silvia Lospenato, Graciela Ocaña, Pablo Torello, Martin Yeza, Cristian Gribaudo, entre otros. La movida de Macri, por cuestiones estatutarias, habilita a que haya elecciones de normalización en los próximos 60 dias, en la que buscarán coronar a Ritondo en la jefatura bonaerense.
La contraofensiva del ala “republicana” del PRO apunta a Diego Valenzuela (intendente de Tres de Febrero), que busca la candidatura a gobernador, para las lejanas elecciones del 2027, y a los “libertarios” encabezados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Ambos y con la participación de Reich y Sebastián Pareja, funcionario nacional y armador libertario de la provincia de Buenos Aires, dirigieron un acto en Esteban Echeverría, con el objetivo de avanzar en la fusión con LLA. En su momento Diego Valenzuela protagonizó un verdadero borocotazo, luego de ser uno de los principales sostenedores en el conurbano de la campaña de Larreta. Seguidamente al triunfo libertario en las generales del año pasado, saltó el cerco y se vislumbra como uno de los principales socios de LLA provincial de cara a las, también lejanas, elecciones de medio término del próximo año. La vinculación de Valenzuela con Milei viene de sus años de estudiante de la Universidad de Belgrano, en donde cursaron juntos.
Desde las huestes macristas analizan que deben seguir acompañando al gobierno de Milei en el Congreso con la votación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Una vez logradas las contrarreformas reaccionarias, evalúan pasarse a la “oposición” para no ser absorbidos en todas sus líneas por los libertarios y no quedar pegados a los vaivenes de LLA. Macri, en las últimas horas, le acaba de decir al Gobierno que “el tiempo que tenemos no es infinito” para llevar adelante las contrarreformas y agregó que "en el PRO siempre estuvimos a favor de estos cambios. Decimos hace tiempo que hay que fomentar la inversión, modernizar las normas laborales y eliminar el Estado empresario, más aún cuando esas empresas públicas encima son deficitarias". El expresidente está advirtiendo a Milei que su plan desemboca en una rebelión popular y en este sentido apura al libertario a hacer el trabajo sucio lo antes posible.
Por su parte, la maniobra con la que Patricia Bullrich busca un reagrupamiento en pos de una integración total a la LLA es el lanzamiento del PRO-LIBERTAD (esta semana), con lo que busca el abandono definitivo del macrismo. Para esto, Bullrich cuenta con cinco diputados provinciales y una senadora provincial, Daniela Reich. La crisis del PRO puede ir en aumento ya que en la legislatura bonaerense no se permiten los interbloques. Ante esto queda planteado para el bullrichismo formar un bloque separado o integrarse sin más a las bancadas libertarias.
Desde el comienzo de su gestión, Milei se ha valido del desmembramiento de dos bloques en disolución: el radical-macrismo y el pejota-kirchnerismo, y en connivencia con esto ha aplicado un verdadero plan de guerra contra los trabajadores ocupados y desocupados. La llegada al poder de la derecha ultramontana es la expresión de la crisis de poder abierta luego de las elecciones de 2021, en las que macrismo y peronismo perdieron tres y seis millones de votos respectivamente. El gobierno de Milei inaugura una nueva etapa política, que está caracterizada por la crisis del conjunto de las relaciones políticas que emergieron luego del levantamiento popular del 2001. Frente a la desintegración del régimen político burgués, construyamos la huelga general para poner fin al gobierno reaccionario de Milei, con el planteo estratégico de un gobierno de los trabajadores.
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