Fútbol: los proyectos privatizadores del gobierno y la AFA

Escribe Juan Arrecegor

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Desde el gobierno apuran el paso para modificar la ley del deporte 20.655 y habilitar la formación de Sociedades Anónimas en el fútbol argentino. La modalidad sería el formato mixto con las asociaciones civiles, algo que ya está contemplado en el DNU 70/2023 vigente. La idea de clubes “híbridos” es algo que también coteja la AFA que conduce Claudio “Chiqui” Tapia, pero bajo la figura de Gerencias, hizo saber en declaraciones recientes Pablo Toviggino, tesorero de la institución y ladero de Tapia.

El proyecto que reglamenta las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) ya estaría listo. Fue diseñado en reuniones que Daniel Scioli mantuvo con lobbistas y empresarios del fútbol privado. Según Clarín (23/05), busca habilitar la figura de sociedades mixtas en los clubes, hasta ahora todavía inscriptos como organizaciones “sin fines de lucro”. El propósito es que convivan con los inversionistas, compartan ganancias y responsabilidades directivas. El DNU en el que se basa este proyecto aclara, de forma concreta, que los estatutos obligatoriamente deberán incluir la figura de las SAD como opción en sus artículos, aunque los funcionarios insisten en que no debe considerarse al formato como una “imposición”. También se crearía una nueva área en el Estado: el registro nacional de entidades deportivas En Europa, gran parte de los clubes pertenecen a grupos empresariales o dueños particulares, magnates del fútbol, a los cuales Milei profesa admiración. En las ligas peruana, uruguaya y chilena, en cambio, dominan las asociaciones mixtas que se quieren transplantar a nuestro país. El gobierno cuenta con el apoyo y acuerdo de dirigentes de clubes y bloques parlamentarios.

El proyecto del gobierno no habilitaría a cambiar el nombre de los clubes, sus insignias y colores, como sí ocurre en el sistema de concesión que rige en el soccer de EE.UU., aunque en Argentina, en parte, esto ya ocurre: los diseños de las camisetas son potestad de las marcas que las fabrican; los estadios sufren modificaciones en sus aspectos y nombres: el estadio de River, a partir del acuerdo con la cadena de supermercados Chango Más, pasó a llamarse Más Monumental; tras el ingreso del gerente y el sponsor, Speed, los colores de Riestra cambiaron, agregando el rojo para asimilarse al color de la marca del energizante. Los ejemplos abundan.

Las inversiones que estima el gobierno superarían los 2 mil millones de dólares, y contarían con los beneficios del RIGI.

Desde la AFA, por su parte, ofrecen resistencia a las SAD proponiendo otra versión del modelo mixto, a saber, el del gerenciamiento, situación que ya existe en el mencionado Deportivo Riestra por medio de Stinfale. En clubes como Talleres y Defensa y Justicia, entre otros, bajo la figura de “asesores” se encubre a gerentes que consiguen los acuerdos comerciales y deportivos a cambio de una tajada de las ganancias. El empresario Christian Bragarnik, dueño del Elche de España y manager de varios futbolistas, actúa como gerente del club de Florencio Varela: recibe porcentaje de las ventas de jugadores y ganancias del club, mientras utiliza la infraestructura para entrenar y potenciar jugadores de su cartera. Administra el pago de sueldos de jugadores y técnicos.

Lo que Tapia quiere exhibir como una defensa de las asociaciones civiles y los socios, en realidad apunta a legalizar el ingreso de los representantes de las empresas bajo otro formato.

Es falso que el fútbol nacional necesite inversiones externas para mejorar. Las ganancias que genera este deporte son enormes, pero no son reinvertidas en el mismo, sino que las marcas, los dirigentes, la AFA, los bancos y hasta el propio Estado se llevan la parte más grande, dejando clubes en la quiebra y desfinanciando a las ligas del interior, el ascenso, los juveniles y el fútbol femenino.

En concreto, de una forma u otra, el fútbol argentino se encuentra encerrado en la puja de intereses que lo rodean. Los hinchas y socios tienen que tomar nota de esta encerrona y comprender que las ganancias de los inversionistas acarreará un encarecimiento de los ya elevados costos de entradas, indumentaria, cuotas sociales, abonos y televisación.

Ni gerencias, ni SAD, por una democratización real de los clubes. Por un fútbol popular, dirigido por los auténticos hinchas y socios.

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Sociedades Anónimas Deportivas (SAD): el gobierno cuenta con la complicidad del peronismo y la AFA Por Juan Arrecegor, 10/04/2024.

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