Terciarios: la falsa consulta de la reforma expulsiva del Régimen Académico Marco
Escribe Camila Alanis
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El pasado viernes 14 de junio, en la mayoría de los institutos terciarios de la provincia de Buenos Aires se llevaron adelante las jornadas de consulta de la nueva reforma del Régimen Académico Marco (RAM).
Su armado apresurado pretende darle un barniz ´participativo´ a la misma, ya que en la elaboración de dicha reforma no participaron docentes y estudiantes.
En cambio, en los debates con los estudiantes y docentes salieron a relucir puntos muy sensibles que expresan, en lo inmediato, el planteo expulsivo de la juventud que tiene que trabajar y cursar.
El gran rechazo de estudiantes y docentes, se debió a que el nuevo RAM propone la implementación de la virtualidad como modalidad híbrida de cursada. Su fin es adaptar la educación a los “nuevos tiempos” y a las nuevas formas de trabajo. Es decir, se propone un 30% de virtualidad sincrónica pero también propone la posibilidad de que se dicten materias con un total de 49% de cursada asincrónica, si se presenta una Propuesta Pedagógica Digital (PPD). Esto se anuncia con la excusa de estar atravesando una crisis económica que impide a los estudiantes poder viajar para llegar al instituto, pero en ninguna parte de los documentos se menciona que el Estado o la provincia de Buenos Aires garantizarán las herramientas para sostener este tipo de cursadas, menos aún se habla de nutrir de instalaciones a los institutos. Una vez más se responsabiliza al estudiante de poder acceder a su cursada.
En referencia a la cuestión pedagógica se sabe que la modalidad virtual rompe los lazos entre estudiantes y docentes, además de que el docente puede quedar bajo la figura de un simple facilitador de contenidos. La reforma se presenta como una adaptación ´positiva´ de la cursada a las jornadas laborales extenuantes, al trabajo precario y al multiempleo, a los que se ven sometidos los estudiantes, cuando implica, en realidad, un retroceso pedagógico sin precedentes.
Exámenes
Las jornadas se articularon alrededor de un cuestionario ´consultivo´ que bajó de la Dirección General de Cultura y Educación. Las consignas de trabajo eran de carácter superficial, sobre si se estaba o no de acuerdo con la reforma y qué aportes se les podía brindar. Las preocupaciones estudiantiles, en cambio, corrían por otro carril. El nuevo régimen reduce los 15 llamados (equivalentes a cinco años) a ocho, lo que equivale a dos años y medio para rendir un final. Las materias de la mayoría de las carreras de los profesorados son anuales: perder un final o una materia lleva a que el estudiante recurse todo un año.
Falsa consulta
La crisis y el ´ajuste´ económico son los principales factores de deserción educativa.
La docencia está siendo duramente golpeada. El gobierno nacional le ha quitado el 10% que representaba el FONID, sumado a la imposición de paritarias por debajo de la inflación por parte del gobierno de Kicillof y las patronales de la escuela privada, con la complicidad de los sindicatos docentes (SUTEBA y SADoP) que lo permiten.
Frente a este estado de cosas, esta reforma tiene que ser fuertemente rechazada mediante un plan de acción, con clases públicas, cortes de calle y movilización.
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