Textilcom: a un mes de ocupación, los obreros profundizan la lucha

Desde hace ya más de un mes, los 133 trabajadores de la planta catamarqueña de Textilcom ocupan la empresa como respuesta al cierre y el despido de todos su plantel.

Es una lucha ejemplar, que marca todo un rumbo a la clase obrera de la provincia y del país para enfrentar los despidos masivos y cierre de empresas como resultado del derrumbe económico.

Un mes atrás, los trabajadores de la Textilcom, informados de que la patronal se disponía a despedir a todo el personal y desmantelar la fábrica llevándose todas las máquinas, reaccionaron a tiempo, ocupando la planta. A partir de ese momento hubo consenso en que la lucha debía apuntar a cobrar todas las deudas salariales, incluidas las indemnizaciones, y el mantenimiento de la fuente laboral. Las patronal solamente ofreció el pago del 50 % de la indemnización y el pago diferido de los salarios del mes de abril para hacerlo efectivo en el mes de julio.

Frente a ese escenario, por su parte, la dirigencia del SOIVA se limitó a gestionar el pago completo de la indemnización. El Gobierno, asimismo, prometió gestionar un recambio empresarial, planteando que había distintos grupos dispuestos a realizar inversiones y reabrir la planta. Pero al cabo de más de un mes de gestiones, nada se ha concretado. Mientras tanto, ha efectuado pago a cuentas de la deuda patronal de $100.000 y luego $200.000.

Los trabajadores de Textilcom han venido realizando diversas manifestaciones frente a distintas instituciones del Estado provincial haciendo públicas sus denuncias contra la expatronal y reclamando la reapertura de la fábrica. Para sostener la ocupación, los trabajadores han apelado a la solidaridad popular y formado un Fondo de Lucha.

Para este 26 de junio, han convocado a una nueva marcha con una convocatoria que plantea “la reapertura de la planta de forma inmediata, el pago de la indemnización y de salarios adeudados”. Convocan a los trabajadores textiles de otras fábricas, a las organizaciones sociales, centros de estudiantes y la comunidad en general.

En su llamado, señalan : “Somos 132 familias que hace un mes nos quedamos sin trabajo de un día para otro. Hace 30 días el empresario Vilariño nos mintió. Nos dio el día libre, pero no para que descansemos, sino para vaciar la empresa a nuestras espaldas con la intención de llevarse la producción y las máquinas de manera ilegal. Desde ese día defendemos nuestros puestos de trabajo y las maquinas que les dieron sustento a nuestras familias por dos años. Desde ese entonces gracias al apoyo de la comunidad nos mantenemos firmes en nuestro reclamo”.

"En un contexto económico y social difícil, lo único que queremos es mantener nuestro trabajo y producir prendas de vestir, que es lo que sabemos hacer. El Gobierno, que apoyó la instalación de esta textil en la provincia, no puede permitir que la fábrica cierre cometiendo fraude laboral y estafando a los catamarqueños, aumentando la desocupación en la provincia”.

Reclaman telas para poder producir, mientras pelean por la estatización de la planta al servicio de la comunidad.

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