Escribe Alejandro Barton
Una transición política en el movimiento sindical.
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El martes 25 se realizaron las elecciones de la Junta Interna de ATE-CONICET Capital. Ganó la lista Púrpura encabezada por Victoria García (Patria Grande) y Gonzalo Sans Cervino (Razón y Revolución) con 328 votos sobre la Verde y Blanca (VyB) -referenciada en Daniel Cattalano a nivel de ATE Capital- con 264. En delegados de sector, la Púrpura retiene la conducción en los organismos que dirigía hasta entonces: Saavedra 15, Ftad. de Filosofía y Letras, Ftad. de Cs. Exactas y Naturales; además, suma nuevos delegados en el Museo Argentino de Cs. Naturales, Instituto Leloir y se conformó cuerpo de delegados por primera vez en CNEA-UNSAM, donde también se impuso la misma lista. La Púrpura integró en su conformación a delegados de diferentes organismos del CONICET, militantes del agrupamiento de becarios Jóvenes Científicxs Precarizadxs (JCP) y activistas, que acompañaron el proceso de organización de las luchas de los trabajadores de Ciencia y Tecnología (CyT) de los últimos meses. Varios de ellos han participado promoviendo asambleas en sus lugares de trabajo, donde la VyB se limitaba a hacer ruidazos, y acompañando las medidas de acción directa donde la VyB las boicoteaba. El episodio más patético fue el desplante durante la jornada nacional de ATE del 3 de abril pasado, cuando asambleas de diversos organismos del Estado resolvieron un “ingreso colectivo” junto con trabajadores despedidos para garantizar una unidad de acción; ATE Capital propuso postergar esta acción, ATE-CONICET obedeció. La integración de la lista, así como la votación a la Púrpura logró la adhesión de los trabajadores que compartieron esas experiencias.
Esta elección de ATE-CONICET (Capital) se da en una etapa particularmente dramática, con los primeros seis meses de gobierno de Milei y su ataque al sistema de Ciencia y Tecnología, así como a los organismos del Estado en general: congelamiento del presupuesto a niveles de 2023, pulverización de salarios, despidos de trabajadores administrativos contratados anualmente, reducción a un 50% de las becas doctorales, postergación de las altas de los ingresos a planta de investigador, parálisis de la Agencia I+D+I encargada de gran parte del financiamiento de proyectos, eliminación de becas externas (con financiamiento del exterior). Este ataque impulsó un intenso proceso de luchas de los trabajadores de CyT, fundamentalmente del sector más precarizado: los becarios (investigadores en formación), impulsados y organizados por JCP. El punto más álgido se produjo con la toma del piso 11 del edificio de CONICET del Polo Científico y Tecnológico en CABA en febrero, decidida en una asamblea luego de una congregación de 1.200 en la explanada del Polo Científico Tecnológico.
Durante todo este proceso, el papel de la dirección de ATE CONICET Capital, conducido por la VyB, ha sido el de obstaculizar la organización: aunque discursivamente combativa, no ha impulsado medidas que estén a la altura del ataque frontal desenvuelto. Ha ignorado mandatos de asamblea resueltos; envuelta en disputas faccionales con la Verde que dirige ATE a nivel nacional, ha boicoteado medidas de lucha convocadas por la misma ATE, como la jornada nacional de acompañamiento de los trabajadores amenazados de despido a sus lugares de trabajo, ya comentada, de ATE. Ha optado por negociar individualmente los despidos, en lugar de promover la organización general para conseguir la reincorporación de todos y evitar los próximos despidos que el gobierno tiene en agenda.
Todos los hechos mencionados han sido protagonizados por el activismo nucleado fundamentalmente en JCP y de las direcciones de las seccionales opositoras de ATE CONICET en CABA, que ganaron la elección de CONICET capital este martes. Mientras la VyB se limitó a mantener vínculos con las direcciones institucionales de los institutos de CyT, que impulsan la RAICyT (Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Técnica) y los miembros del directorio de CONICET y “esperar hasta que aclare”, la organización real de los trabajadores de CyT fue impulsada por este activismo.
Como balance final: el gobierno ha sostenido su política de ataque a los trabajadores de CyT (y a los trabajadores en su conjunto), los trabajadores de CyT no hemos torcido este rumbo. Pero lo que sí es un rasgo distintivo de esta experiencia es la caducidad de los aparatos de la burocracia sindical, superada por un núcleo activo trabajadores, con una perspectiva crítica. La derrota de la burocracia oficial de ATE abre un período de transición en el necesario desarrollo de una vanguardia política independiente en el movimiento sindical y en el conjunto de la clase obrera.