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Con la aprobación de la Inspección General de Justicia (IGJ) de las modificaciones normativas detalladas en los artículos 346 y 347 del mega DNU 70/2023, ha sido legalizada la conversión de las asociaciones civiles a sociedades comerciales o anónimas, a partir del 1 de noviembre próximo. Desde la AFA aseguran estar cubiertos legalmente ya que su estatuto prohíbe la afiliación de sociedades anónimas. El complemento del torneo de primera división que se retoma este jueves estará atravesado por esta disputa.
Para el gobierno, es la acción final contra “Chiqui” Tapia y la casi la totalidad de los presidentes de Primera, exceptuando al de Estudiantes de La Plata y Talleres de Córdoba,. El gobierno se ilusiona con el ingreso de 3 000 millones de dólares con la privatización de los clubes. La reglamentación de esta medida está en manos del nuevo ministro Federico Sturzenegger y se anticipa un choque con los “dueños de la pelota” en Argentina, Tapia-Toviggino.
La realidad es que las ganancias astronómicas del fútbol nacional son un objetivo de varios capitales principalmente internacionales. Por eso, como ya dijimos en esta página, la AFA también prepara su proyecto de privatización mediante la figura de las gerencias. En la actualidad, hay una minoría de dirigentes que desean pasar al modelo mixto de socios e inversionistas. La asociación de fútbol nacional reúne las condiciones para boicotear la iniciativa del gobierno y llevar todo al terreno judicial, con instancias sumamente más prolongadas que los 3 meses y medio que nos separan de la entrada en vigencia de las SAD. Lo que no está garantizado aún, por eso se demora su presentación, es el apoyo para la aprobación del proyecto de gerencias. El gobierno está redactando un proyecto específico para esta cuestión, donde incluye la obligación de la AFA de modificar su estatuto aceptando las sociedades anónimas y comerciales. Todavía resta ver si no será el congreso quien defina el futuro del fútbol.
La pantalla de que los socios son los que deciden es el caballo de batalla de los lobbistas de las SAD: para convertir las asociaciones civiles en sociedades anónimas deben estar de acuerdo dos tercios de los socios. Los privatizadores confían en que la situación actual de muchos clubes les será favorable. El vaciamiento de las instituciones por parte de las burocracias que las manejan da como resultado falta de logros deportivos, quiebras y deterioro en las infraestructuras, visto por ejemplo, en la falta de espacios en las tribunas que crecen en número de socios e hinchas pero se sostienen las mismas capacidades de los estadios de hace decadas atras. La construcción de nuevos estadios es una de las principales ofertas de los inversores. Este fracaso de las dirigencias “sociales” puede desencadenar en una aceptación de las SAD como alternativa (como lo ha sido el voto a Milei ante el fracaso de los partidos tradicionales), pero no en una entrega de los clubes.
La organización de la Copa América, recientemente ganada por Argentina tiene que servir de ejemplo del nivel de corporativismo en que se encuentra el fútbol y cómo se va a ir modificando características del juego en general para satisfacer a las empresas que lo financian.
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Sociedades Anónimas Deportivas (SAD): el gobierno cuenta con la complicidad del peronismo y la AFA Por Juan Arrecegor, 10/04/2024.
