Bangladesh: masivas movilizaciones estudiantiles, centenares de muertes

Escribe Joaquín Antúnez

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Durante casi tres semanas, los estudiantes universitarios de Bangladesh han mantenido masivas protestas, con foco en Daca, su capital, contra la decisión de su Tribunal Supremo de reintroducir el sistema de cuotas en el acceso al empleo público. Hasta el 2018, el 56 % de los puestos estatales estaban reservados principalmente para familiares de los ex combatientes de la guerra de liberación blangadesí de 1971 contra Pakistán. Movilizaciones más reducidas, pero imponentes, de estudiantes habían logrado reducir esas cuotas; ahora el Gobierno y el Tribunal de Justicia pretendían reintroducirlo, con cuotas menores para los hijos y nietos de ex combatientes (30 %).

El Gobierno desató una represión feroz contra las enormes manifestaciones estudiantiles, que ha dejado cerca de 180 muertos según se estima, ya que no existen cifras oficiales. La cifra final podría ser superior. La represión estuvo convalidada con la sanción de un toque de queda, que paralizó prácticamente al país. Se sumó un corte de Internet a la población para impedir la comunicación y organización de nuevos piquetes y barricadas. Las protestas estudiantiles tuvieron el apoyo casi total de la población y de la mayoría de los partidos de oposición.

A la represión de la policía y los militares, se sumaron bandas de la gobernante Liga Awami. Son los condimentos de un Estado fascistizante.

Los medios destacan la profundidad y convicción de los manifestantes. Samir Kumar Dey, corresponsal de DW, relata que "los manifestantes no retroceden ni siquiera cuando les disparan". En la prensa blangadesí se debate si el Gobierno no caerá como consecuencia de las manifestaciones que inundaron las calles y los campus universitarios.

La Corte Suprema intervino en un intento de rescate del Gobierno. Declaró “ilegal” la sanción del Tribunal de Daca y dictaminó que las cuotas de empleo público debían ser 93 % por mérito, 5 % para familiares de ex combatientes, 1 % para discapacitados y transgénero y 1 % para minorías étnicas. Este esquema es muy similar al aplicado en 2018 por el Sheikh Hasina, que va por su cuarto mandato al frente del gobierno. La rectificación de la Corte no fue suficiente para calmar las aguas: las organizaciones estudiantiles reclaman “una investigación judicial de los asesinatos de estudiantes y otras personas en las protestas y el fin de la represión digital” (France 24, 21/07).

Las movilizaciones, según sostiene la enorme mayoría de los medios internacionales, no se han detenido en el problema de las cuotas, sino que este ha sido la punta del iceberg de una situación insostenible para los jóvenes bangladesíes. Una desocupación masiva y salarios miserables caracterizan la situación social del país asiático. La inflación se encuentra en niveles históricos y las reservas del país se encuentran casi en 0.

Las últimas elecciones -celebradas a comienzos de este año- no contaron con participación opositora. Esta se retiró tras denunciar irregularidades y resultados amañados a favor del Gobierno.

Las grandes movilizaciones del último mes han puesto sobre la mesa la quiebra del régimen político bangladesí. La rebelión de la juventud tendrá nuevos episodios, como consecuencia de los choques y contradicciones de las fuerzas presentes.

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