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Los primeros días de la medida de fuerza de las federaciones docentes y no docentes universitarias expuso una disposición a la lucha con mayor decisión que en el primer cuatrimestre. El acatamiento a la huelga fue superior al 90 % y en algunas facultades implicó un cierre total, especialmente por la huelga no docente. Allí donde se lograron ´abrir´ las puertas, fueron los docentes los que marcaron el respaldo suscitado con la huelga. El paro se encuentra atravesado por un reguero de iniciativas y movilizaciones en distintas provincias; en San Luis, una asamblea de estudiantes, docentes y no docentes decidió la toma del rectorado. En Córdoba y Rosario ocurrieron movilizaciones y se plantean otras en un conjunto de provincias. El paro continúa hoy y mañana con “jornadas de visibilización” y ya se anuncia una nueva huelga para el martes y miércoles de la semana que viene.
La contundente respuesta se corresponde por entero al propósito declarado del Gobierno de destruir el salario. La paritaria ´cerrada´ por decreto, fue nuevamente ´convocada´ el viernes pasado para anunciar una ´actualización´ salarial del 3 % para agosto y 2 % para septiembre. Una burla, cuando el Gobierno lo ha reducido en un 50 % en apenas medio año. En las facultades asistimos a una migración de docentes a otras actividades u otras dependencias, lo que ha disminuido el número de las comisiones. El Gobierno plantea que la Universidad obtenga "financiamiento" o “recursos propios”, en una línea de “privatización endógena”.
El secretario de Educación, Carlos Torrendell, plantea que “El mensaje de las urnas es claro: no se puede gastar más de lo que ingresa”. El Gobierno gasta todo lo que ingresa -y más aún- en asegurar puntillosamente el pago de la deuda pública y, a la vista de todos, dilapida las reservas y el oro del Banco Central.
Además de los salarios, la poda del presupuesto se sigue expandiendo a la totalidad del sistema universitario. Más allá de que los rectores y el Gobierno anunciaron un ´acuerdo´ luego de la movilización de abril referido a la actualización de los “gastos operativos”, lo cierto es que durante el primer semestre ya se ejecutó un 93 % del mismo. Junto a los salarios se han destruido las partidas de ciencia y tecnología, becas estudiantiles y cualquier obra de infraestructura.
Aunque el escenario es todavía más grave que durante el primer cuatrimestre las autoridades universitarias, que responden por entero a los bloques políticos existentes, han decidido darle largas a la convocatoria a una segunda movilización. Solamente anunciaron una reunión para el 30 de agosto donde el CIN junto a gremios docentes y la FUA (Federación Universitaria Argentina) ´evaluarán´ la pertinencia de una nueva movilización. En la UBA se preparan las elecciones universitarias para definir la composición del gobierno universitario. Estudiantes y docentes tenemos nuestra propia agenda impostergable: la necesidad de convocar instancias de lucha, asambleas y una nueva movilización a Plaza de Mayo lo antes posible.