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La conciliación aceptada por las direcciones de Aceiteros vence en el día de mañana. En la última reunión paritaria, tanto el sindicato como las Cámaras mantuvieron sus mismas posiciones. Los aceiteros reclaman un aumento del salario básico de la escala menor a $ 1.550.000, o sea, un aumento del 26 por ciento. Las empresas se han “estirado” a un 17 por ciento.
La dirección de Aceiteros no llamó a una asamblea para discutir la conciliación obligatoria, probablemente porque antes había pedido y obtenido un mandato en blanco del plenario de delegados; tampoco ha llamado a una asamblea hasta ahora para discutir la finalización de la conciliación. La compensación que reclaman los sindicatos representan unos $ 600.000 para cada trabajador, un gran porcentaje del sueldo.
Las cámaras patronales reclaman que el Gobierno se haga cargo de una parte del Impuesto a las Ganancias; recientemente se alcanzó un acuerdo en una parte de los petroleros de Santa Cruz en este sentido. Hay una decisión del gobernador de absorber el Impuesto a las Ganancias de los trabajadores estatales de las categorías más altas. Otra variante es que se suba el mínimo no imponible. En todos los casos, las patronales trasladan al Gobierno una parte del conflicto.
Paralelamente, se juega también en estos días otro conflicto que afecta a los aceiteros, el de Vicentin. Se definiría el futuro de la agroexportadora que a fines de 2019 cayó en default y solicitó, en febrero de 2020, la apertura de su concurso preventivo. El juez del concurso deberá definir si acepta que Vicentin ceda el 95 % de las acciones a ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas), a Bunge y a Viterra, durante 12 años. Las nuevas formas de trabajo en Vicentin atacan las conquistas de trabajo que hoy tienen los aceiteros.
La reapertura de la huelga es una gran pulseada que debe ser apoyada por el conjunto del movimiento obrero.
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Aceiteros acepta la conciliación obligatoria sin llamar a asamblea Por Juan Ferro, 12/08/2024.
