35 mil trabajadores de UTA van a la huelga

Escribe Vero Fernández

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El pasado 12 de mayo se desarrolló una huelga de la UTA que abarcó a gran parte del interior del país y cinco ciudades del conurbano. Los trabajadores del transporte automotor urbano no cobraron los salarios del mes de abril y se encuentran de paro por tiempo indeterminado. El acatamiento a la medida fue total en Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, la ciudad de General Roca, Río Negro, y casi todo Corrientes, a excepción de dos líneas. Se estima que 35 mil choferes cumplieron la medida.

La UTA de Córdoba capital había realizado un paro el pasado 7 de abril. A los trabajadores de los interurbanos, agremiados en Aoita, se les adeuda el 25% de marzo y la totalidad de abril. En el mejor de los casos, algunos cobraron apenas $10mil. El 12 mayo se manifestaron en la terminal de Pilar, en el interior de la provincia. Por su parte, los choferes urbanos (UTA) confirmaron que continuarán en paro, por lo menos, hasta el miércoles 20, cuando se reúnan el sindicato, las patronales y el Ministerio de Transporte de la Nación.

En Tucumán, los trabajadores realizaron una asamblea y luego movilizaron a la sede del sindicato, donde cortaron la calle, obligando al secretario general a salir de la sede gremial. Los trabajadores se hicieron escuchar: “nos expusimos en plena pandemia trabajando semanas sin ninguna medida de seguridad. Y así nos pagan. Paramos hasta que nos paguen todo el sueldo. Siempre nos usan para pedir subsidios o para subir la tarifa”. En lo que se refiere a los subsidios, el secretario general admitió que la Provincia de Tucumán ya había girado $53 millones a las empresas. Sin embargo, los patrones siguen sin depositar los sueldos.

La política del sindicato

La dirección de UTA actúa como ladero de las cámaras empresariales en su reclamo por mayores subsidios. Acompaña sin reservas la versión de las empresas, que dicen no contar con los fondos suficientes para afrontar el pago de salarios por haberse reducido el número de pasajeros como consecuencia de la cuarentena. Las cámaras empresariales reclaman un incremento total de 2mil millones de pesos en subsidios para el pago de salarios. Además, reclaman reducir aportes patronales y pagar parte del salario en negro.

En la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof decretó la continuidad de subsidios a las empresas que prestan servicio fuera del área metropolitana por un monto de $151millones. El 22% de esta cifra va a parar a manos de 25 de Mayo SRL, la empresa que monopoliza el transporte de la ciudad de Mar del Plata. En 2016, el dueño de esta empresa fue procesado en la causa de los “choferes fantasma”, por informar una planta de personal mayor a la real y así cobrar mayores subsidios. A partir de este anuncio de la gobernación, UTA levantó las medidas de fuerza en las ciudades más importantes del interior, incluyendo Mar del Plata, por supuesto.

La transferencia de fondos estatales no garantiza que los trabajadores perciban sus salarios. En el caso de Roca, Río Negro, donde una vez transferido el subsidio de Nación a la empresa, los trabajadores sólo percibieron $20mil. Por otra parte, las medidas adoptadas por el sindicato no contemplan a los choferes de media y larga distancia que se encuentran suspendidos desde el inicio de la cuarentena. Gran parte de ellos no ha percibido su salario de abril. En el caso de Plusmar, adeuda salarios a 2.000 trabajadores. Los choferes están llevando adelante medidas de fuerza -asambleas, ollas populares y piquetes - en Florencio Varela, Bahía Blanca y Barracas. Los trabajadores de MiBus, en Bariloche, no cobraron ni un peso. En otros casos, los trabajadores percibieron parte del salario a través del ANSES, con cifras que van desde diez mil pesos al 50% del salario. Los trabajadores de Horianski, en la provincia de Misiones, ni siquiera pudieron cobrar el dinero de ANSES, por no haber sido inscriptos por la patronal. Cuando se acercaron a la empresa para aclarar la situación, fueron golpeados por una patota del sindicato.

Conclusiones

La política pro patronal de UTA, contraria a los intereses de los trabajadores, está dando como resultado un proceso de deliberación y organización desde las bases como demuestran las experiencias de Tucumán, Córdoba, Plusmar y Horianski.

Esta tendencia tiene antecedentes en la lucha victoriosa de los compañeros de Expreso Lomas por recuperar su fuente de trabajo; en las internas combativas de la 60 y la 540 que vienen peleando los protocolos bajo control de los trabajadores para combatir la pandemia y el pago íntegro de salarios; en la reciente denuncia de los trabajadores de la 266-263 en torno a los casos positivos de COVID-19, forzando a la patronal a tomar medidas de seguridad.

La profundización de este accionar llevará a los trabajadores del transporte a pasar a un plan de lucha nacional.

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