Frigorífico Rioplatense: comunicado de la comisión interna tras los despidos

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Los trabajadores del Frigorífico Rioplatense enfrentaron con una huelga el despido de 42 trabajadores, que la empresa tomó como represalia frente al reclamo salarial de los trabajadores El paro fue interrumpido por la Conciliación Obligatoria, durante la cual los despedidos volvieron a sus puestos de trabajo. Al vencerse la conciliación, la patronal ratificó los despidos, y los trabajadores han decidido no retomar medidas de lucha. Reproducimos el comunicado de la Comisión Interna.

“Tocan a uno y tocan a todos” dijimos hace varios viernes cuando, indignados por lo que se había firmado en las paritarias, decidimos mantener la medida de fuerza que el sindicato había levantado la noche anterior. Al mes la empresa ratificó los 42 despidos que siguieron al reclamo y habíamos revertido provisoriamente con una Conciliación Obligatoria. Pero ya no hubo medidas contra esos despidos. ¿Qué pasó en el medio?

La campaña terrorista de la empresa, con amenazas de más despidos a través de los jefes, gerentes y buchones, sumada a la preocupación por la situación de la mayoría que no llegamos a fin de quincena, esta vez pudo más que la solidaridad obrera. En los últimos días de Conciliación, esa mayoría nos pedía a los delegados no continuar con las medidas.

No fue menor el influjo que la situación política provocó en ese estado de ánimo, con un gobierno y las patronales al ataque permanente contra el pueblo trabajador y sus conquistas, a base de palos y despidos. La actual libertad para la prepotencia antiobrera, con sus circos represivos como con los valientes jubilados, confirió a los ojos de vari@s compañer@s la impresión de una ventaja para la empresa, consolidando la actitud general.

En realidad, la decisión patronal fue determinada por su preocupación ante el creciente mal humor que provocan los ritmos de producción, matadores, con faena en niveles récord (19.327 cabezas la última quincena) y salarios por debajo de la línea de pobreza (en el caso de la gran mayoría de operarios/as jornalizados). Esto explotó con la paritaria del 12% en 3 cuotas, al tiempo que los servicios dispararon de una su precio hasta diez veces o más. Imposible no calentarse, sobre todo cuando se pide una actualización salarial desde hace tanto tiempo. La respuesta fueron despidos, con el propósito de asustar a todos y que dejemos de reclamar por más justo y necesario que fuera nuestro reclamo, mientras el salario sigue deteriorándose.

No hay otra receta para seguir produciendo cada vez más (incluso enviando faena excedente a otros mataderos) y seguir ninguneando a los que hacemos esa inmensa cantidad de laburo. En condiciones de inseguridad laboral, como demuestra la muerte evitable de Sapito Escobar (electrocutado con una máquina que no tenía disyuntor ni cable a tierra) y por la que nadie fue preso. O el angustiante aumento de accidentes en planta, que se triplicaron en los últimos 3 años, dejando a varios compas con problemas de salud, amputaciones, y la proliferación de enfermedades laborales como la brucelosis y la tuberculosis entre nuestra gente. Con un médico de planta que nos manda a trabajar enfermos y no respeta los tratamientos médicos. Machacando nuestros huesos, músculos, y mente, esta empresa ha crecido varias veces mientras los obreros y obreras vimos caer nuestros sueldos en más de un cuarto de su valor. Sin embargo cuando Costantini habla del frigorífico en los medios, ni menciona la calidad laburante de su gente, que ha superado el nivel de su productividad pero, claro, no reconoce para no pagar.

En las charlas con las y los compañeros se plantearon diferentes posiciones y un debate sobre si estuvimos bien o no en continuar la medida que el sindicato había levantado. Si los delegados no debimos haber decidido levantarla por nuestra cuenta sin consultar a la gente. Ese debate sólo se puede saldar en una asamblea. Pero desde la Comisión Interna estamos convencidos que sólo con lucha se consiguen mejoras. Y que siempre vamos a consultar y hacer lo que vota la mayoría. Lo contrario es lo que hacen los del sindicato que arreglan cualquier cosa y ni aparecen a explicarnos a los que sostenemos la organización con nuestros aportes. De todos modos estamos abiertos a las críticas, como siempre lo hicimos.

La situación es difícil, los 42 despidos son un duro golpe. Un castigo para los que quedaron afuera, y una amenaza para los que seguimos trabajando cada vez más para que el sueldo alcance cada vez menos. Afortunadamente el ambiente entre las y los trabajadores se mantiene fraternal a pesar del mal trago. Es la base que necesitamos para no bajar los reclamos y, sobre todo ahora, defender los derechos que conseguimos. En los próximos meses será prioridad, no sólo para nosotros sino toda la clase trabajadora que ya no se aguanta el ajuste y necesita ponerle un freno. Cuestiones para ser tratadas en las asambleas, así como nuestra ubicación frente a los del sindicato, las cúpulas sindicales, y la necesidad de unir todos los reclamos en acciones que tengan respaldo. La unidad hace la fuerza que necesitamos.

Comisión Interna del Frigorífico Rioplatense 08/09/2024

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