Escribe Emiliano Fabris
Tiempo de lectura: 3 minutos
La CTERA ha convocado a un paro nacional para el 2 de octubre, para sumarse al paro y a la marcha federal que ha sido convocada por los sindicatos de las universidades públicas nacionales. Desde el 4 de abril pasado, cuando llamó a un paro aislado según su costumbre, la burocracia docente miró para otro lado frente a la ofensiva del gobierno, convirtiéndose en cómplice de la mayor poda del salario de maestros y profesores de toda la historia. Nada cambia con este nuevo paro, también aislado, como lo es el de los sindicatos universitarios.
Esta consideración es absolutamente fundamental para el propósito de sumar desde escuelas, jardines y colegios a la marcha del 2 de octubre. Como ha ocurrido con los paros y movilizaciones de la CGT, la burocracia sindical no suma, sino que resta; su interés no es elevar el espíritu de lucha de las masas, sino de contenerlo en la mayor medida posible. Acaba de demostrarlo otra vez en Neuquén, donde levantó la continuidad de una huelga votada por una mayoría de asambleas. Hoy mismo es escandalosa la falta de apoyo a las luchas en varias provincias, como La Rioja, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Chubut, en las cuales están en juego el régimen previsional de la docencia. ATECH de Chubut para el 25, 26 y 27 de septiembre, en reclamo de un salario que supere a la canasta básica. AGMER de Entre Ríos luego de una trucha conciliación obligatoria para el 26 y 27 de septiembre y el 1, 2 y 3 de octubre en rechazo a la paritaria provincial. UNTER de Rio Negro para el 26 y 27 de septiembre contra la “esencialidad educativa” y el presentismo. En La Rioja, van dos semanas con paros de 72 hs y de 96 horas, con la intervención de movimientos docentes autoconvocados también por reclamos salariales. En Formosa, el gremio de docentes autoconvocados para el 26 en unidad con los docentes universitarios. En Buenos Aires, la Multicolor convoca a una movilización que incluye el reclamo por la devolución de los paros descontados y de imputar el paro como una falta injustificada. En CABA, hay en desarrollo una rebelión de la docencia de nivel medio contra una 'reforma' que producirá despidos masivos y degradará la educación. Por todo eso es importante asegurar el paro y promover la movilización desde abajo, con marcada diferenciación del elenco sindical de las derrotas.
Organicemos columnas masivas de compañeras y compañeros desde los piquetes en escuelas y puntos de convergencia locales, para que la presencia de la docencia no universitaria sea masivamente excepcional y abra un rico período de organización, conciencia y lucha
La burocracia de CTERA prefiere, en cambio, el camino tramposo del Parlamento. Plantea ahora “nueva ley de financiamiento educativo”, a quienes aceptaron sin atenuantes la disolución del FONID y de la paritaria nacional docente, o dieron media sanción a la “esencialidad educativa”. Los cabildeos en el Congreso demuestran que Baradel y compañía encubren su complicidad con el ajuste de Milei y los gobernadores.
Los propios gobernadores están a la cabeza de la “esencialidad educativa” en las provincias. Kicillof, por caso, viene de aplicar descuentos y faltas injustificadas por el importante paro docente convocado por las seccionales multicolores del 14 de agosto. Juan Grabois, un socio de CTERA, acaba de apoyar la derogación del derecho de huelga de la docencia, con el impúdico argumento que perjudica a los pobres.
La Tendencia Docente Clasista llama a parar masivamente este 2 de octubre y a inundar las calles con los trabajadores de la educación. Hay que apoyar todas las luchas docentes provinciales en curso por su triunfo. La tarea es organizar una huelga nacional educativa desde abajo, con autoconvocatorias y desde los sindicatos recuperados. Con esta perspectiva llamamos a parar mediante asambleas y reuniones del activismo docente. Por un aumento mínimo del 100 % de emergencia del salario y un salario mínimo que cubra la canasta familiar por un cargo, todo al básico. Defensa del derecho a la huelga y de todos los derechos consagrados por los Estatutos Docentes. Por el presupuesto educativo necesario para cubrir las necesidades de todas las escuelas y universidades.