No al cierre del Museo de la Historia del Traje

Escribe Belén Duaca

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El 27 de septiembre, por medio del decreto 862/2024 publicado en el Boletín Oficial y firmado por el jefe de ministros, Guillermo Francos; y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, dio a conocer que a partir del 2025 el Museo de la Historia del Traje dejará de existir como institución.

El argumento que se presenta desde la Secretaría de Cultura de la Nación es que el Museo recibe solamente 46 personas por día y que los gastos anuales en personal superan los $66 millones. Por lo tanto, el patrimonio y el personal, 28 empleados, del museo serían “reubicados” a otras secretarías y establecimientos culturales sin dejar en claro su continuidad laboral y el cuidado de dicho acervo.

Casa museo

La casona a la que corresponde hoy el Museo de la Historia del Traje es una histórica residencia construida aproximadamente en 1870 como vivienda familiar con una arquitectura clásica de la época porteña. A partir de 1970 comienza a funcionar el Museo con el objetivo de preservar la historia de la moda y el traje desde el siglo XVIII hasta la actualidad, resaltando la moda y la vestimenta argentina y latinoamericana enmarcándolas en su contexto político, social y cultural. Al día de hoy, su patrimonio cuenta con más de 9.000 piezas que incluyen distintos soportes de accesorios, trajes, objetos de uso cotidiano, elementos de costura, fotografías y moldería.

Además de su colección patrimonial, el museo cuenta con una agenda de actividades abierta al público como seminarios, charlas, visitas guiadas y una biblioteca que dispone de, al menos, 2.000 ejemplares de revistas y catálogos para un acercamiento más integral. En estos últimos días se presentó en el Centro Cultural Kirchner una exposición a partir del patrimonio de este museo para dar a conocer la música, instrumentos y vestimentas típicos del tango. La sede de la calle Chile tendrá un aforo limitado y será relativamente pequeña, pero el patrimonio que alberga supera esas limitaciones edilicias.

Los maestros de “administrar mejor los recursos” anunciaron que la casona de San Telmo la utilizarán para un nuevo centro cultural, con propuestas de teatro y música emergente: En 1900 el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional. La “decisión administrativa” no responde a un problema edilicio.

El secretario de Cultura Leonardo Cifelli y la subsecretaria Liliana Varela justifican este atropello argumentando que la decisión fue tomada tras analizar el bajo caudal del público que visita el museo y por lo tanto “el gasto que genera el personal” (Infobae 1/10). Victoria Salías, directora desde 2017, le confirmó a varios medios que la noticia los tomó por sorpresa ya que se habían enterado por el decreto del Boletín Oficial. En respuesta a los argumentos por parte del gobierno, comentó que desde la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad viene exigiendo una nueva sede por falta de espacio.

Frente a este nuevo ataque a la cultura se pronunciaron distintas figuras y asociaciones del ámbito artístico como Américo Castilla, fundador de Fundación TyPa, la Academia Nacional de Bellas Artes, la Asociación Argentina de Críticos de Arte e ICOM Argentina, entre otras.

Los problemas de accesibilidad, el bajo número de visitantes y la necesidad del mantenimiento edilicio no son argumentos verdaderos para una “decisión administrativa” de este calibre. Este ataque al patrimonio nacional y a la cultura se enmarca en un contexto de desfinanciamiento a la educación, a las jubilaciones y a la salud. Los museos tampoco están a salvo de la “motosierra”.

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La avanzada oficial contra los museos Por Sergio Escalas, 04/03/2024.

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