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La provincia de Jujuy ha estado convulsionada por el paro por tiempo indeterminado convocado por los docentes de media (CEDEMS). El paro, en principio convocado en soledad y luego acompañado por algunas medidas de fuerza aisladas de algunos gremios y sectores, no sólo ha logrado quebrar el statu quo tejido entre la burocracia sindical y el gobierno para congelar los salarios, sino que por la vía de marchas, movilizaciones, acciones de denuncia, ha logrado reinstalar una mesa paritaria, en este caso para el próximo 20, con la presencia de la ministra de educación.
También ha servido para activar a los trabajadores del estado por sus propios reclamos. En ese cuadro se han sumado a medidas de fuerza los municipales del SEOM, pero lo más interesante ha sido el desarrollo de reclamos de parte de trabajadores por fuera de los gremios que los ‘representan’. En los últimos días se han organizado reuniones, asambleas y reclamos de trabajadores estatales de la DPA, de salud, de la dirección de inmuebles, y otros.
El ofrecimiento del gobierno fue un aumento del 2 % a cobrar en noviembre y 2 % en diciembre, para volver a retomar la paritaria en marzo de 2025.
En este cuadro los docentes decidieron ir a medidas de fuerza que fueron acompañadas por la población en general, que vive un cuadro de carestía que le cuesta llegar a fin de mes, a lo que se sumaron algunas expresiones de rechazo en algunas reparticiones y lugares de trabajo.
Frente a este escenario, la burocracia sindical estableció una serie de maniobras para intentar contener y dividir a los trabajadores. Por el lado de los docentes primarios, el gremio que los representa (ADEP), no convocó ninguna medida de fuerza y dejó pasar el ajustazo salarial -a pesar de un rechazo y movilización del activismo docente-. En estatales, y frente al surgimiento de expresiones de rechazo por parte de los trabajadores, ATE y UPCN se reunieron con el gobierno y anunciaron que aceptaban la propuesta del gobierno y anunciaron que ademas habían logrado un “adicional” para los trabajadores estatales calificados (como los liquidadores). La ‘trampa’ del anuncio no tardó en ser descubierta: el llamado adicional debía ser incorporado al presupuesto 2025, votado en la legislatura y recién efectivizado ¡en febrero/marzo del año que viene!
La burocracia pretendió desarmar con esta maniobra el estado de asamblea permanente y de incipiente organización de los trabajadores en algunas reparticiones.
En la DPA se realizó una asamblea que repudió el acuerdo de la burocracia a espaldas de los trabajadores, decidió desconocerlo, seguir con medidas de fuerza, elegir delegados en la asamblea y la elaboración de un pliego reivindicativo para ser expuesto ante las autoridades y que ante cualquier propuesta esta sea ratificada por la asamblea.
Se desenvolvió un proceso de lucha de características democráticas y autoconvocada, donde participaron la mayoría de los trabajadores de la repartición, afiliados a distintos gremios y no afiliados.
La paralización de actividades en esa área es estratégica porque están las oficinas de liquidación de los salarios docentes y no docentes, licencias y altas y bajas de toda el área de educación.
Los gremios en lucha se acercaron a saludar y solidarizarse con los trabajadores de la DPA, lo que representa un gran avance en la coordinación de las luchas que se desenvuelven en la provincia, ya que hasta hace poco la intergremial no era partidaria de esta política, sino de la coordinación entre diferentes gremios.
Mientras los estatales corren a la burocracia en asamblea, el FITU las mete por la ventana. La orientación de otras organizaciones va a contramano de la experiencia que están haciendo los trabajadores rompiendo con las estructuras burocráticas, como vimos en la marcha del lunes donde el referente docente del PTS planteó que había que pedirle un paro a la CGT para que pueda triunfar la lucha docente y el resto de las luchas. Los planteos de pedirle medidas de fuerza no solo han caído en saco roto en todo este ultimo pedido -los integrantes del FITU y otros sectores lo plantean desde la gran rebelión docente del año pasado y la pueblada contra la reforma constitucional de Gerardo Morales- sino que hoy ademas va contra la propia experiencia que hacen los trabajadores de sacarse de encima la loza de la burocracia sindical.
No ha sido ninguna medida de la burocracia sindical, sino la gran movilización y lucha docente, a la que se han sumado algunos sectores de trabajadores estatales las que han quebrado la pretensión del gobierno -y de la propia burocracia- de cerrar las paritarias.
Ha sido la gran movilización docente la que ha arrancado una audiencia al gobierno con la ministra y en el caso de los estatales de la DPA las autoridades han tenido que aceptar que la asamblea elija delegados paritarios para la reunión, a razón de que las comisiones directivas de los gremios han sido repudiadas por los propios trabajadores, que están haciendo una experiencia de tipo democrática y asamblearia.
El movimiento obrero combativo ha logrado subir un peldaño en la provincia, logrando una coordinacion y solidaridad de los procesos de lucha -que aun son incipientes-, pero que han llamado la atención a miles de trabajadores.
Si bien todavía son heterogéneos, la posibilidad de una convocatoria de todos los procesos de lucha abre una perspectiva de salida para los trabajadores.
El planteo es la coordinación de todas las luchas y la autocovocatoria en todas las reparticiones donde los sindicatos no muevan un dedo, en la perspectiva de una huelga general que pueda quebrar la política ajustadora del gobierno e imponer sus reclamos.