Escribe Sergio Escalas
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"Todo concluye al fin, nada puede escapar". Así dice la letra de “Presente (El momento en que estás)”, aquel mítico tema de Vox Dei, de principios de los ´70 y, poética y simbólicamente, retrata lo que ninguno de sus admiradores, o incluso de los oyentes interesados en los orígenes (y en la actualidad, desde ya) del rock argentino, quiere, ni desea aceptar. Ha fallecido Willy Quiroga, a los 84 años, el legendario cantante y bajista de Vox Dei.
Willy Quiroga fue contemporáneo, por la edad que alcanzó, a Paul McCartney y Ringo Starr. Si, claro, no alcanzó la fama mundial de las dos estrellas mencionadas. Pero para la Argentina y el Rock en castellano, tuvo su estatura, en cuanto a la obra, la influencia, la masividad y popularidad de lo que creó y tanto más. En agosto pasado, había anunciado su retiro de los escenarios, alegando motivos de salud, que le impedían seguir tocando. Fue declarado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y ciudadano ilustre del municipio del sur del conurbano (Quilmes), que lo vio crecer.
La Historia del Rock (así, con mayúsculas), tiene a Willy Quiroga entre sus artífices más destacados. En los comienzos, Eddie Pequenino fue el primero en hacer rock en castellano en Argentina, fuertemente inspirado en Bill Haley and His Comets. Luego vino una figura fundamental en la escena rockera y popular argentina, como lo fue Sandro, con Sandro y Los de Fuego, con Elvis Presley o Little Richard, como sus referencias ineludibles.
Pero fue a fines de los ´60, e iniciándose la década del ´70, que se gestó la aparición de la rebeldía eléctrica con la que se nutrió la juventud de este país, bebiendo de las fuentes de bandas como The Beatles, The Rolling Stones o The Who. Ellas fueron Manal, Almendra, Los Gatos y Vox Dei, como los padres del rock argentino e incluso, de habla hispana. De hecho, en esos tiempos, no se les decía bandas, sino conjuntos.
En aquella época, en Argentina, se vislumbraban tierras completamente vírgenes, en cuanto a Rock se refiere. Willy, fue uno de los que tomó el azadón e hizo germinar la historia. En 1967, conoció a Rubén Basoalto (baterista), Ricardo Soulé (guitarrista, cantante y violinista) y Juan Carlos Godoy (guitarrista y cantante), formaron el grupo Mach 4, que cantaba en inglés (idioma que luego abandonaron, convencidos por Spinetta, para cantar en castellano) y seguía una estética similar a los Beatles pero que pasaría a ser Vox Dei. En el comienzo, Quiroga era el guitarrista y Soulé el bajista, aunque luego cambiarían de instrumentos entre ellos. También es el único miembro de Vox Dei que participó en todos los discos con el nombre del grupo.
Es el autor de clásicos como “Compulsión” y “Total qué” (del disco debut “Caliente” de 1970), “Tan solo un hombre” de 1971, “Esta noche no parece igual” y “Jeremías pies de plomo” (coescrita junto a Soulé, para el disco “Jeremías pies de plomo” de 1972), “Es una Nube, no hay duda” y “Loco, hacela callar” (de “Es una nube, no hay duda” de 1973), “No dejaré que viva en mí” (de “Gata de Noche” de 1978). En abril de 1981 realizó junto a Soulé y Basoalto el último recital de Vox Dei en el Estadio Obras Sanitarias. Años después, regresaron.
Pero hay una obra que salió hace 53 años y que se destacó por su desafiante innovación y una calidad artística que hizo largar raíces, para el crecimiento de la admiración musical, por generaciones. Se trata de “La Biblia”, de Vox Dei, su segundo álbum de estudio; nada menos que una propuesta conceptual basada en las Sagradas Escrituras, con canciones sobre el Génesis, Moisés, las profecías, David y Goliat, Cristo y hasta el Apocalipsis.
Editado como un vinilo doble y grabado en una máquina de cuatro canales con cintas de media pulgada, la obra fue realmente osada, en un país con una dictadura militar y una Iglesia que tenía enorme poder e influencia. Este trabajo -que, tras un riguroso examen, recibió la aprobación de la jerarquía eclesiática- fue producido por Jorge Álvarez (creador del mítico sello discográfico “Mandioca”), e incluye algunos éxitos inoxidables del conjunto como “Génesis”, “Libros Sapienciales” o “Las guerras”. Fue en un viaje en colectivo, por aquella época, en el que Ricardo Soulé le anticipó a Willy que tenía una idea pero que le parecía demasiado loca. Willy insistió hasta enterarse que se trataba de cantar La Biblia, lo cual le pareció brillante, y ese mismo día repasaron juntos algunos bocetos de letras.
“La Biblia” fue presentada con cuatro shows en el Teatro Presidente Alvear y una gira por las ciudades más importantes del país. Posteriormente, volvieron sobre esta obra sobresaliente. “La Biblia según Vox Dei en vivo 1986”, fue el segundo álbum en vivo (y undécimo lanzamiento) de Vox Dei, editado en 1987 por B.B. Records. El disco fue grabado durante un show en el Teatro Ópera de Buenos Aires, en noviembre de 1986, show que marcó el regreso de la banda a los escenarios tras la separación de 1981.
Luego, volvieron sobre este clásico, con “La Biblia II”, que fue su decimosegundo álbum de estudio, lanzado en 1997 por Warner. Este es el primer disco de estudio de la formación clásica de la banda (Soulé-Basoalto-Quiroga) en casi diez años, luego de “Tengo razones para seguir”, de 1988, y está enmarcado en el regreso de Ricardo Soulé al grupo en 1996, además de contar con la participación de tres destacados músicos, como Fito Páez, Andrés Calamaro y Alejandro Lerner, en carácter de invitados. Lo presentaron en la Catedral de La Plata junto a la Orquesta Estable del Teatro Argentino, dirigida por el maestro Roberto Ruiz, además de contar con Juan "Pollo" Raffo en teclados, más Gabriel Soulé (hijo de Ricardo) y Simón Quiroga (hijo de Willy) como invitados especiales.
Cuando en los ´80, se produjo un hiato en la carrera de Vox Dei, Willy Quiroga se mantuvo activo. Su voluntad fue tocar, componer e interpretar, hasta el fin de sus días. Fue en aquel entonces, que formó la banda Destroyer, con Luis Valenti (histórico tecladista de El Reloj), Beto Topini en batería y Palo Penayo en guitarra y voz con los que grabarían un único LP, en 1982, editado por el Sello Surco. El grupo formó parte del Festival Pan Caliente junto a Los Abuelos de la Nada y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Luego, tocaron en el Festival de la Falda de 1982.
Volviendo a Vox Dei, Willy fue el único miembro que estuvo en todas las formaciones de la banda, con la que registró 18 trabajos, entre material de estudio, en directo y reversiones. En los últimos años, y siempre prolífico con su dedicación a la música, se presentaba como Willy Quiroga Vox Dei, acompañado por Carlos Gardellini (guitarra y voz), Simón Quiroga (batería), Maxi Ruffo (guitarra) y Alejandro Arias (teclados). Para los creyentes, con la partida de Willy, estará esperándolo para volver a conformar aquella sublime base rítmica, el Rubén "Pulpo" Basoalto. Con su partida, qué duda cabe, desde el cielo hasta la tierra, queda su obra.