Universidad: el arancel a los extranjeros es la puerta de entrada al arancelamiento total

El gobierno liberticida ha anunciado que las universidades nacionales podrán cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes, y ha dicho que es una oportunidad para que estas consigan financiamiento. Esto indica que la política de desfinanciamiento de la educación seguirá un curso aún más brutal, y así es como se pretende abrir paso al arancelamiento total de la universidad.

El 15 de septiembre, Milei presentó el proyecto de presupuesto para 2025, y anunciaba que el objetivo principal es conseguir un superávit igual a los intereses de la deuda, y que cualquier anomalía en el proceso económico sería absorbida por el sector público. En definitiva, un plan de guerra contra los trabajadores, sus salarios, su educación y su salud.

En este cuadro aparece la propuesta de cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes. Sin embargo, sin residencia es imposible la inscripción a las universidades nacionales. Sobre esto, el gobierno debió salir a aclarar que también busca una modificación en la Ley de Migración. Los estudiantes extranjeros, al ser residentes, en el consumo diario aportan al erario público a través del IVA, con lo cual aportan para la educación y la salud. En cambio, el IVA es evadido en un 60% por los empresarios, que además gozan de jugosas exenciones tributarias.

El gobierno busca solamente conseguir los recursos necesarios para cumplir con los compromisos de la deuda fraudulenta, a costa de liquidar las condiciones de estudio, a los jubilados, y en general las condiciones de vida de todos los trabajadores.

Para financiar las universidades, basta y sobra con eliminar las exenciones impositivas que benefician a los grandes empresarios del país, y eliminar la Ley de Entidades Financieras que exime a los bancos de pagar impuestos. Dentro de los beneficiarios de las exenciones se encuentra la educación privada, que en su gran mayoría está ligada al clero, y que aparecen como “fundaciones”. Todo el dinero que le falta a la educación pública, es el que no pagan los empresarios, los bancos, el negocio de la educación privada, y el que se llevan los acreedores de la deuda usuraria.

Las tomas de las facultades en todo el país, han mostrado el camino que debemos seguir para arrancarle a este gobierno todas nuestras reivindicaciones. Hay que agitar la autoconvocatoria, por asambleas de base, coordinadoras, que voten una Huelga General para derrotar al gobierno liberticida y la coalición que lo sostiene.