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El jueves 2 de enero en forma intempestiva la patronal de Dorinka prohíbe tomar mate a los trabajadores durante su jornada de trabajo, cuando este hábito cultural y alimenticio es tan viejo como la logística misma. Inmediatamente, un sector de los delegados rechazó esta arbitraria medida de la empresa y, por la tarde, se realiza una asamblea de 2 horas y un quite de colaboración en repudio a la prepotencia y arbitrariedad de la patronal.
El lunes 6 de enero el sindicato impulsa un paro de actividades que tuvo un acatamiento total. La medida no fue resuelta en asamblea y el pliego reivindicativo se circunscribe a la prohibición de la ingesta de mate durante la jornada de trabajo, cuando está pendiente un conjunto de reclamos de fondo: la defensa del convenio de trabajo, el rechazo a la multitarea y a la intensificación de los ritmos de producción, la defensa de los puestos de trabajo y de la organización gremial que es atacada por la empresa y por el secretario seccional, Osuna.
A medida que se fortalecía el paro, la empresa recurrió al gobierno liberticida de Milei y a su Secretaría de Trabajo para pedir “intervención” estatal en el conflicto por medio del dictado de la conciliación obligatoria, que el Sindicato de Camioneros aceptó sin consultar a las asambleas de base.
El gobierno de Milei-Caputo afirma en el acta ministerial que “resulta necesario disponer las medidas pertinentes para promover una solución pacífica y legal al conflicto planteado, en el marco de la competencia de esta Autoridad”, sin hacer ninguna referencia a ninguno de los puntos reivindicativos nodales que enfrentan a los trabajadores de un lado y a la patronal del otro.
En el día de hoy está prevista una audiencia en la Secretaría de Trabajo, donde los Moyano y Osuna asistirán sin ningún mandato.
Está planteado promover asambleas de base en todas las secciones de la logística, sin importar la rama del Sindicato Camionero al que pertenezcan, para elaborar un pliego de reclamos que parta de la defensa del convenio, el rechazo de multitarea y la intensificación de los ritmos de trabajo, la defensa de todos los puestos de trabajo y de la organización gremial interna, además del rechazo a la prohibición de la ingesta de mate.
