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El último ajuste salarial que recibieron los trabajadores metalúrgicos fue realizado en noviembre y establece $3.029 la hora para el ingresante, o $727.823 al mes si ya tiene una categoría o más de seis meses de antigüedad. Desde entonces, las negociaciones paritarias se encuentran empantanadas, a pesar de haber sellado un acuerdo con casi todas las cámaras empresarias -5% en noviembre, 4% en diciembre, 3,5% en enero y febrero y 2% en marzo. Este acuerdo fue rechazado por solamente una cámara patronal, pero también por la Secretaria de Trabajo, debido a que supera la pauta del 1 % mensual -por debajo de la inflación- que ha establecido el gobierno nacional para el 2025. Nuevamente aparecen los techos a las paritarias, a pesar de que ni siquiera con la propuesta inicial de la propia UOM el salario de convenio cubriría el costo de la canasta familiar. Ante la negativa de homologación, la UOM realiza una nueva propuesta a la baja y más acorde con los pedidos del gobierno: 5,5% en noviembre, 2% en diciembre, 1,5% en enero, febrero y marzo, con revisión desde diciembre a marzo. Esta ´alternativa´ también fue rechazada, tanto por la cámara que se opuso al acuerdo anterior como por la Secretaría de Trabajo. En este caso, se oponen a la revisión mensual, planteando una única revisión en marzo.

En la rama siderúrgica, la discusión viene de mucho más atrás: se están percibiendo salarios con valores de ¡junio!, iniciando con $840.000 al mes. Durante el semestre pasado no hubo una sola medida de fuerza por paritarias, sino muchos amagues y conciliaciones obligatorias. Las empresas cerraron el año prácticamente sin conflictos por este tema. Hoy jueves 9 de enero, las partes se reunirán, pero está en duda que se consume un acercamiento.

Lo que pasa en las paritarias de la UOM y los puestos de trabajo perdidos durante el 2024 son un claro ejemplo de la política antiobrera que lleva adelante el gobierno nacional, poniendo topes sobre salarios que no llegan a cubrir el costo de la canasta familiar y dando a los empresarios cada vez más herramientas para poder desarrollar una mayor explotación.

La UOM debe dar pelea no solo en audiencias en la Secretaría de Trabajo, sino con un paro con movilizaciones simultáneas en todo el país. Debemos estar en las calles enfrentando la política tanto del gobierno como de los empresarios, que, en este contexto, no dudan en avanzar con todo hasta poder pisotear derechos y conquistas.

Para revertir la seguidilla de fracasos y confrontar al poder real, las bases deben ser protagonistas. Debatiendo las propuestas en asambleas, así como lo marcó nuestra historia y en 2024 vimos la enorme predisposición de los metalúrgicos a la lucha, en defensa del salario y los puestos de trabajo. los trabajadores están dispuestos a pelear, sólo queda convocarlos.

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