Escribe Camilo Márquez - Partido de los Trabajadores (Uruguay)
Tiempo de lectura: 3 minutos
El 11 de mayo próximo se realizarán las elecciones departamentales en Uruguay. Se eligen los intendentes de los 19 departamentos, además de ediles y alcaldes. La principal competencia tiene como objetivo la capital del país, Montevideo, donde el Frente Amplio gobierna hace 35 años. La derecha, luego del revolcón que se llevó en las elecciones nacionales, ha armado un lema especial para comparecer en forma unida. Así, los tradicionales partidos Colorado y Blanco, junto a Cabildo Abierto y el Partido Independiente se presentan bajo el nombre “Coalición Republicana”, tanto en la capital como en Canelones y Salto, los otros dos lugares donde el FA tiene las intendencias. El resto de los gobiernos departamentales pertenecen al Partido Nacional (Blancos) con la única excepción de Rivera.
Las características de la elección permiten presentar hasta tres candidaturas al cargo de intendente por lema. Tanto el FA como la “Coalición Republicana” van a hacer uso de este recurso. El primero presenta a Mario Bergara como principal candidato; un hombre del ala derecha del FA, el denominado “astorismo”, por el antiguo ministro de economía Danilo Astori, ya fallecido. Los demás candidatos provienen del aparato del FA, sin mayor relevancia pública. Bergara cuenta con el respaldo del MPP, el sector de Mujica y principal grupo de la centroizquierda. El Partido Comunista (PCU) respalda a Veronica Piñeiro, una funcionaria de la Intendencia de Montevideo cercana a Carolina Cosse, la exintendenta y actual vicepresidenta electa. Aunque la derecha se ha coaligado nada indica que el FA pierda en la capital, los sondeos le dan una ventaja interesante. Por otra parte, la derecha ha tenido dificultades para presentar los nombres para su terna El Partido Nacional ya manejaba un candidato desde hace al menos un año, los Colorados, que atraviesan una crisis interna, se pusieron de acuerdo al filo de los plazos. El tercer candidato, que le correspondía al Partido Independiente, uno de los socios menores, desistió de presentarse y dejó el lugar para Cabildo Abierto, la formación del excomandante en jefe del Ejército, Manini Rios. CA está en proceso de disolución luego de haber perdido doscientos mil votos en octubre pasado (el 80 % de sus votos). En el aparato del Partido Nacional domina la idea de que ganar en Montevideo es casi imposible. Los propios Blancos atraviesan una crisis; la derrota electoral en octubre-noviembre afectó a todas las tiendas.
Desde el Partido de los Trabajadores presentaremos con nuestra propia lista en Montevideo, Canelones y Rivera, la número 1917, bajo el lema Unidad Popular – Frente de Trabajadores, un acuerdo electoral con otras organizaciones de izquierda, al igual que lo ocurrido en octubre pasado. Este sábado 8/2 realizamos la convención departamental, una exigencia formal de las autoridades electorales, donde se proclamarán las candidaturas a la intendencia y luego llevaremos a cabo el acto de lanzamiento de la campaña. El eje de nuestra intervención y campaña será la situación nacional atada a la crisis internacional, una campaña provincial sería veneno en este momento de conmociones, pero además nos arrastraría a una propaganda anodina. El semanario Búsqueda publica este jueves un trabajo sobre los impactos en Uruguay de las medidas de Trump, la visibilidad que ganemos en este marco debe ser para agitar consignas contundentes, porque la realidad es contundente. Gaza, Ucrania, guerra comercial, deportaciones.
Este es el marco de la elección, que el 1 de marzo verá asumir al nuevo gobierno de Yamandú Orsi, quien ya ha asumido por adelantado toda una serie de compromisos con las cámaras empresariales y le ha dado garantías en los negocios firmados a las apuradas por Lacalle Pou. En el centro de la polémica se encuentra actualmente el denominado “Proyecto Neptuno” una gran obra de infraestructura para tomar agua del Río De La Plata como recurso ante la sequía, que vuelve a amenazar este año. Un pool de empresas se ha visto favorecido con este proyecto, ruinoso desde todo punto de vista y denunciado profusamente desde los más variados ámbitos. “los contratos se firman para cumplirse” finiquitaron desde el entorno de Orsi. Se trata de una centroizquierda que va a mantener las AFAPS, el pago de la deuda y el envío de tropas a donde se lo indique el imperialismo: Haití, el Congo o el Golán.
La idea de un “despegue” económico que prima en un sector del equipo de gobierno electo en el marco de una guerra comercial e internacional, constituye una fantasía. Por el contrario, van a un ataque a las conquistas, y así lo muestra la crisis industrial, los despidos, recientemente, con el cierre de una autopartista Yasaki (multinacional japonesa), que exportaba principalmente a Argentina, alegando “altos costos” y las “medidas gremiales”, es decir, el asunto es el sindicato.
La conquista, eventualmente de un espacio en las juntas departamentales debe estar al servicio de las luchas, ser un punto de apoyo para la movilización. Contra el ataque del capital y sus ataques y por una salida obrera y socialista.