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Luego de la lucha de la semana pasada contra la represión a la marcha semanal de los jubilados, apoyada por numerosos sectores, el Gobierno anunció un ´corralón´ que debía convertir a la plaza del Congreso en una “zona estéril”, acompañada de inhibidores de señal. Sin embargo, ni siquiera pudo ejercer un control efectivo en los accesos y un bloqueo a los medios de transporte de ingreso a la Ciudad. Todo esto fue dejado en reserva para asegurar un objetivo supremo: que ningún incidente afectara a los congresistas que debían aprobar del DNU del ignoto acuerdo con el FMI. El escenario intimidatorio que buscó crear antes de la marcha no logró su propósito, porque tambien del otro lado creció la conciencia de que había que derrotar ese desafio. Es asi como se hizo presente una multitud de 25.000 personas, frente al enorme vallado que cubrió un espacio menos extenso del anunciado, aunque con un vasto dispositivo de todas las fuerzas de seguridad.
El repudio popular a la represión de la semana pasada, así como la indignacion por el intento de asesinato del fotógrafo y militante Pablo Grillo -quien aún pelea por su vida-, pusieron al gobierno políticamente a la defensiva y provocó la convocatoria de la Side, con la expectativa de recuperar terreno con la aprobacion del DNU del FMI. Los ‘mercados financieros’, atentos a la situación, se ‘comieron’ 600 millones de dólares y llevaron la cotización por encima de los 1.300 pesos. Este el cuadro de situación que precede a la Marcha del 24 de Marzo.
Dentro del Congreso, en cambio, el panorama fue otro. El cheque en blanco que valida un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, cuyo detalle nadie conoce, fue aprobado con el voto favorable de los diputados propios, el macrismo, el radicalismo, la Coalición Cívica y la mayoría de los bloques ´intermedios´ (el Encuentro Federal de Pichetto e Innovación Federal). Caputo consiguió los 129 votos mínimos necesarios para hacer pasar el engendro. En la Unión por la Patria se registró la mayor cantidad de ausentes, lo cual muestra el entorno amplio que no quiso incomodar al FMI. Como la validación del DNU requería solamente mayoría simple en una sola de las cámaras del Congreso, los ausentes fueron funcionales a su aprobación, una ´táctica´ que el bloque ´nacional y popular´ ya había introducido bajo el gobierno Macri. En la víspera, Cristina Fernández, en su carácter de jefa del PJ, prometía la expulsión de quienes apoyaran el decreto fondomonetarista. No fue necesario lo uno ni lo otro: los ´bravos´ senadores no tuvieron necesidad de sentarse en sus poltronas ni el pejotismo necesidad de echar a nadie, porque los ‘disidentes’ votaron a favor en forma indirecta, por medio de la ausencia. Una puesta en escena premeditada para hacerle un servicio al Gobierno como ya había ocurrido con la aprobación de la ley Bases.
Las columnas ocuparon ampliamente la avenida Rivadavía y la calle Hipólito Yrigoyen, también buena parte de la Plaza, y se extendían varias cuadras por Avenida de Mayo. Nuestro partido, Política Obrera, reunió una columna numerosa. Cerramos la jornada con un acto, que se caracterizó por su combatividad.
El próximo desafío será la marcha del 24 de Marzo.