“Después de veinte años hicimos la unidad”

Escribe Jorge Altamira

El FITU, Política Obrera y el 24 de Marzo.

“Después de veinte años hicimos la unidad”

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“Después de mucho tiempo, logramos la unidad”, se señaló desde la tribuna de Plaza de Mayo. De acuerdo a La Nación, se refería a la confluencia entre la Mesa de Organismos de Derechos Humanos (en la que tiene presencia el kirchnerismo) y el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (conformado por agrupaciones de izquierda) quienes acordaron el documento leído. Desde agrupaciones como el MST, destacaban esa confluencia “después de veinte años” de "hacer actos separados”.

Este resumen de situación expresa una unificación política del MST ‘trotskista’ con el kirchnerismo, que, para mejor clarificar, lamenta veinte años de separación, la mayor parte bajo gobiernos pejota-kirchneristas. Es decir, un frente con el mismo Estado capitalista. Pero la Marcha ‘conjunta’ de ayer no se diferenció de las anteriores en términos de número de asistentes, ni tampoco hubo una asistencia mayor para celebrar la ‘unidad’. Ayer, como en las últimas dos décadas, cada uno organizó su columna y arribó a la Plaza para repudiar el golpe. La unidad, esta vez, consistió en la elaboración de un documento común que omite o desfigura los planteos de la izquierda revolucionaria. Ha sido una unidad política, plasmada en texto y programa. O sea que es una unidad negativa para la lucha, no positiva, ni aporta o ha aportado nada, salvo la confusión política.

El resto del FITU desistió de firmar el documento de consenso, no por una cuestión de método o principios, sino coyuntural. Ese resto laboró incansablemente por un frente político con el kirchnerismo con la propuesta de otro documento; no obtuvo resultados. El MST, por su parte, consensuó un documento que no reclama el cese de la persecución contra el Polo Obrero. Lo que el MST consiguió en la práctica, el resto lo hizo en grado de perseverante tentativa. Nuestro partido no propuso una “marcha independiente” en la Costanera Sur, sino hacia la misma Plaza, con un planteo diferente de rechazo a cualquier frente con los partidos patronales. El eje de la delimitación política NO pasaba por señalar, destacar o subrayar las diferencias políticas con los K en si mismas, como se puede hacer en una charla, y por medio de la propaganda, sino por plantear como eje del momento la necesidad de preparar la huelga general, mediante los medios de agitación y organización conocidos o por conocer. Hacer del 24 de Marzo, ella misma, un jornada de lucha. Hemos publicado y distribuido una Declaración con ese planteo. La tribuna oficial defendió “un paro general”, al igual que el conjunto del FITU, como sería el nuevo paro aislado, anunciado con anterioridad a la Marcha, por la burocracia de la CGT.

El FITU en su totalidad ha buscado medrar en la confusión (que es mayor en tiempos de crisis políticas crecientes), incluso crisis históricas, como las que se manifiestan en las masacres de pueblos y en guerras internacionales, o sea, cuando es más necesaria, precisamente la claridad política. Ayer, el FITU se dividió entre ‘los unidos a los K’ declarados y confesos (los que entraron últimos al FIT, con la única oposición de quienes encabezarían la futura Tendencia del Partido Obrero), y aquellos que le hacen seguidismo –una diferencia que no es de calidad sino de grado. Unos entraron a la Plaza con la marcha principal, levantando los dedos índice y medio en forma de V (MST), los otros haciendo rancho aparte, a expensas o lo contrario a una delimitación política. El más ‘sectario’ por supuesto. El 24 de Marzo no es una fecha neutra para ninguna fuerza política en presencia, ni podría serlo; es el espejo en que se despliegan todos los antagonismos y cruces fundamentales entre las clases en disputa y entre sus partidos.

Al final de la Marcha, hicimos un balance político de ella, por medio de un acto público.

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