Los choferes le pican el boleto a Milei

Nota de tapa de Política Obrera N°119 edición impresa.

Los choferes le pican el boleto a Milei

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La huelga de los choferes de colectivos dejó lecciones muy importantes para todos los trabajadores.

La burocracia de la UTA, al mando de Roberto Fernández, decretó este paro largamente postergado para que pasara sin pena ni gloria. Quiso levantarlo, incluso cuando la oferta salarial de las patronales dejaba a los choferes muy por debajo de la canasta familiar.

Pero el paro se llevó adelante por el impulso de los propios choferes.

Esto se demostró en los piquetes y asambleas que impulsaron los delegados de las líneas, en el curso de la propia huelga.

Los delegados convirtieron en un paro activo a la medida burocrática de Fernández.

En las asambleas, comenzó a sonar con fuerza un solo reclamo: la huelga debe continuar, hasta la satisfacción del reclamo salarial.

La jornada terminó con dos perspectivas contrapuestas: la de la burocracia, de sumarse a los esfuerzos patronales para conseguir un tarifazo en el boleto; la de los delegados combativos, de impulsar la huelga general indefinida por un básico de 2.500.000 pesos.

Las patronales han condicionado el aumento de salarios a arrancarle al Gobierno un boleto de 1500 pesos. Una tarifa que el conjunto de los trabajadores, también sometidos a salarios de miseria, no podría pagar.

El boleto que reclaman las patronales del transporte es el mismo que rige en la capital de España. Pero los choferes de Madrid tienen un básico de 2.100 dólares, exactamente el doble de lo que ganan los choferes argentinos.

Por eso, la huelga de los choferes le ha sacado la careta a las mentiras de Milei, Caputo y sus cómplices del Congreso y las gobernaciones.

El supuesto “orden económico” que celebran las patronales y todos sus partidos sólo funciona en base a salarios por debajo de la línea de pobreza.

Para los trabajadores, la supervivencia depende de tener dos o tres trabajos, durante doce o catorce horas del día.

La lucha de los choferes puso de manifiesto esta realidad. “Se acabó la Argentina de los precios regalados en dólares”, dice Caputo, el ministro que dolariza los precios, las tarifas y los beneficios capitalistas.

“Se acabó”, sí, pero con una excepción: los salarios y las jubilaciones, que están más “regalados” que nunca. Caputo acaba de impugnar la paritaria de Comercio, incluso cuando prevé la miseria de un 5,4 % para los próximos tres meses.

Los choferes han sacado a la luz una situación social intolerable, no sólo para ellos, sino para el conjunto de la clase obrera. Por esa situación, los siderúrgicos salieron a la pelea por su postergada paritaria. También resurgen las autoconvocatorias docentes.

Como los choferes, tenemos que “picarle el boleto” al gobierno antiobrero y dejar plantada a la burocracia en la “parada”.

Coordinar a los delegados y a las fábricas que luchan, autoconvocarnos, ganar las calles y preparar una huelga general por un salario básico de $ 2.500.000.

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