El SUTNA vuelve a parar sin ofrecer una política de salida al impasse laboral y salarial

Escribe Julio Gudiño

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El viernes pasado tuvo lugar, en las tres grandes fábricas del Neumático, un paro por 24 horas convocado por el SUTNA. El objetivo del paro fue rechazar “la intransigencia de las patronales” en dar aumentos de salarios por encima de la inflación.

Efectivamente, la paritaria del Neumático, al igual que la de la UTA, se encuentra en un punto muerto. Pirelli-Bridgestone-FATE adhieren a la disposición del Gobierno de no homologar aumentos salariales por encima del 1 % mensual. Desconocen, además, el compromiso de pago de un bono de fin de año firmado ante el mismo ministerio de Trabajo. Mientras las empresas dilatan la paritaria, han procedido a despidos masivos que superan holgadamente los 1.500, sin una respuesta efectiva del Sindicato. Al margen de algunos paros aislados, la dirección del SUTNA hace su propia dilación en cuanto a un plan de lucha que doblegue a las patronales mediante huelgas, incluida la huelga general o la ocupación de las empresas. La puja paritaria se arrastra desde hace cinco meses, mientras que los despidos ocuparon los últimos 18 meses.

En Pirelli, el paro arrancó casi en simultáneo con la audiencia paritaria entre el SUTNA y las patronales porque la patronal de Pirelli despidió sin causa al compañero Maciel, quien rechazó el ‘retiro voluntario mil veces’. Entonces, la patronal hizo lo que viene haciendo con toda impunidad: despedirlo, sin atenerse a las “recomendaciones técnicas” de la “Dirección de Violencia Laboral” del ministerio de Trabajo bonaerense que ‘solicitó’ a la empresa “realizar acciones de reparación del daño ocasionado y el inmediato cese de acciones de violencia laboral” contra los trabajadores denunciadas por el SUTNA. El compañero despedido resistió el desalojo de su puesto de trabajo y promovió, junto a dos delegados de planta, una asamblea en su sector para impulsar asambleas en todos los sectores y votar el paro contra los despidos y por la recomposición salarial. El turno tarde, que ingresó a las 14 horas, luego de participar de una Asamblea Informativa promovida por el SUTNA, adhirió masivamente al paro por 24 horas.

En el caso de FATE, Madanes Quintanilla rechaza avanzar en la negociación paritaria nacional, la reincorporación de algunos de los últimos 36 despidos ilegales y el pago del fraccionamiento de las vacaciones adeudadas. Reclama la implementación incondicional de un nuevo sistema de trabajo que acordó con la dirección del SUTNA a fines de 2024 y fue rechazado por los trabajadores en dos Asambleas Generales de fábrica, debido a su carácter flexibilizador –pretendía la aceptación de un aumento de la producción con un plantel laboral disminuido por despidos y ‘retiros voluntarios’-. En estas condiciones rechaza la reincorporación de 36 despidos calificados como “ilegales” y el pago de deudas por vacaciones. No acepta canjear la aceptación del nuevo sistema de trabajo por una mejora salarial, como pretende la dirección del SUTNA. La política sindical de evitar un plan de lucha efectivo, a cambio de concesiones salariales, se encuentra en un impasse. Los trabajadores vienen resistiendo la aplicación del nuevo sistema de trabajo con paros a repetición, movilizaciones y, en ocasiones, piquetes.

Bridgestone viene violando sistemáticamente todas las regulaciones laborales en torno a la seguridad industrial en forma descarada a pesar de las exhortaciones del Ministerio de Trabajo bonaerense. Por otra parte, luego de despedir 700 trabajadores y cerrar el turno noche, presiona a los trabajadores que quedaron en planta para llegar al estándar de producción anterior a los despidos masivos. Claramente, esta orientación de la mayor productora mundial de neumáticos y la mayor importadora de Argentina redunda en una súperexplotación de la fuerza de trabajo. Bridgestone tampoco acepta ceder en salarios a cambio del aumento de la producción

Las patronales van a fondo en su objetivo de imponer una reforma laboral de facto. En la línea de Caputo, pretenden, en concordancia con el FMI, ‘deflacionar’ la fuerza de trabajo mediante una reducción del salario real y un mayor rendimiento laboral. Las patronales cuentan con la colaboración alevosa de las burocracias de la CGT y CTA.

La política del cabildeo en los pasillos ministeriales de la Provincia, donde gobiernan los nacionales y populares y la cartera de Trabajo la tiene un ex “sindicalista”, ha fracasado, al igual que reuniones privadas con la patronal a las que se recurrió como alternativa. La dirección sindical no puede ofrecer a los trabajadores ni el rechazo al cambio de régimen laboral ni una compensación en dinero. Para agravar la situación, la dirección del SUTNA ha recurrido al método de obtener mandatos de las asambleas de fábrica y a convocar a “asambleas informativas” en lugar de resolutivas, para seguir con la dilación y el impasse. La reciente huelga de UTA ha demostrado que las bases ‘están en otra’: asambleas autoconvocadas, un pliego salarial que reclama el ciento por ciento de aumento, y la discusión de una huelga indefinida. La dirección correcta de la lucha nace desde la entraña de la clase obrera. Hay que incorporarse a esta tendencia.

Por la reincorporación de todos los despedidos, por la defensa de un convenio de trabajo único, por un aumento salarial votado en asamblea, por el pago de todas las deudas salariales, por la cancelación definitiva de la contra reforma laboral.

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