Las perspectivas de una gran jornada de lucha de los residentes y el Garrahan contra un gobierno enredado en sus propias patrañas

Escribe Julián Asiner

A seguirla hasta conquistar todos los reclamos en juego.

Tiempo de lectura: 5 minutos

Los residentes, profesionales y trabajadores de la salud pública protagonizaron grandes jornadas de lucha esta semana contra la política privatista del gobierno de Milei y el ajuste que ejecutan los gobiernos provinciales.

El paro votado para el miércoles por la asamblea de residentes de CABA se cumplió con éxito en los hospitales porteños. Una movilización de centenares de residentes llegó a las puertas del Ministerio de Salud de Fernán Quirós exigiendo una recomposición salarial. Se destacaron grandes columnas de hospitales como el Ramos Mejía, el Piñero y el Tornú. También participaron los residentes del Garrahan que dependen del gobierno de la ciudad. Los funcionarios de Jorge Macri no se hicieron presentes para atender los reclamos. La movilización siguió entonces hasta las puertas del Garrahan, donde fue recibida al grito de “unidad de los trabajadores”. Una asamblea general de residentes de CABA votó un nuevo paro y movilización para el jueves de la semana que viene.

Cuando llegó la columna de residentes, el Garrahan estaba paralizado por el paro de ATE y la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT). Se organizó una ñoquiada en homenaje al vocero Adorni, que ubicó a toda su familia en cargos del Estado, y un gran festival que se desarrolló a lo largo de todo el día. Fueron de la partida numerosos espectáculos infantiles y subieron al escenario artistas de la talla de Peteco Carabajal, Las Manos de Filippi, la murga Baila la Chola, entre otros. Los trabajadores debieron interrumpir la música en varias oportunidades para movilizarse y expulsar a los agentes de la Secretaría de Trabajo, enviados para controlar el presentismo en el marco del paro y de una conciliación obligatoria que el gobierno extiende a gusto y piacere. Radio con Vos mudó su estudio al hall del hospital, y transmitió sus programas desde allí, dándole amplia difusión al conflicto. El plan de lucha seguirá el próximo domingo con un nuevo paro de franqueros y una bicicleteada desde el Obelisco al hospital, organizada por las familias de los pacientes.

El día anterior, el martes, había sido el turno de los residentes de la provincia de Buenos Aires, que se movilizaron de a centenares a La Plata. Allí, coparon la Casa de Gobierno para exigirle a Axel Kicillof una recomposición salarial, cargos efectivos para la continuidad laboral postresidencia y un aumento del presupuesto para salud. Los residentes fijaron su reclamo en un salario mínimo de 2 millones de pesos, cuando hoy un residente bonaerense de primer año gana 880 mil, exactamente lo mismo que denuncian los trabajadores del Garrahan. Participaron delegaciones importantes de los centros de salud de Morón y Moreno, del Hospital del Niño de San Justo, el Paroissien de La Matanza, el Evita de Lanús, el Pacheco de Tigre y el San Roque de La Plata, entre otros.

En lugar de atender los reclamos en juego, Milei pateó la pelota afuera afirmando que, en otros países, las residencias se cobran en lugar de pagarse (https://politicaobrera.com/14327-especializacion-arancelada-y-salarios-de-indigencia-el-garrahan-y-los-residentes-responden-a-las-bravuconadas-de-milei-con-un-nuevo-paro-general). Siguiendo esta línea, funcionarios del ministro Lugones convocaron esta semana a reuniones con equipos de residentes de Nación del Garrahan y otros hospitales. Ante la mirada atónica de los residentes, les ofrecieron pasar sus contratos a un sistema de “becas”, anulando la relación laboral de dependencia. A cambio de la renuncia a los derechos laborales como el aguinaldo, las paritarias, la antigüedad, los aportes previsionales y la cobertura de salud, los agentes del “Ministerio de Prepagas” prometieron un incremento de la remuneración de bolsillo de aproximadamente un 17 %.

El gobierno liberticida necesita derrotar al movimiento de lucha de los trabajadores para poder avanzar en una verdadera contrarreforma laboral en la salud pública. Así, pretende borrar de un plumazo conquistas que costaron años de organización y luchas. Los funcionarios de “Prepagas” Lugones aseguraron que aspiran a extender este régimen de “becarios” a los sistemas de CABA y provincia de Buenos Aires. Otro anuncio, aparentemente contradictorio, fue la publicación de un aumento del 10 % para el Hospital Garrahan y otros hospitales y organismos nacionales, destinado a una supuesta recomposición salarial. Sin embargo, los trabajadores denunciaron que este incremento ya estaba pautado y solo sirve para llegar a fin de año con el miserable nivel salarial actual, no para incrementarlo.

Después de fabular sobre los ñoquis y tener que salir a aclarar que no se refería a los profesionales, médicos o residentes que están luchando, el gobierno le pateó la responsabilidad del desfinanciamiento del Garrahan a las obras sociales provinciales, que tendrían deudas millonarias con el hospital. Estas obras sociales, como el IOMA de la provincia de Buenos Aires y otras, atraviesan crisis terminales, son víctimas del vaciamiento de sus respectivos gobiernos y no podrían de ninguna manera ser quienes aporten fondos reales para resolver del conflicto en curso. El gobierno se enreda en sus propias patrañas para distribuir responsabilidades con sus rivales políticos, pero se muestra impotente para responder a las demandas de los trabajadores, lo que intenta resolver con un nuevo ciclo de ataques y amenazas.

Mientras todo esto ocurre, los grandes sindicatos de la salud pública miran para otro lado. Es el caso de UPCN y Sutecba, pero también de CICOP en la provincia, adaptada a Kicillof. De Médicos Municipales, en CABA, solo se conoce la propuesta de liquidar la carrera profesional (https://politicaobrera.com/13219-desguace-de-la-carrera-profesional-o-lucha-comun-por-el-salario-de-todos-los-trabajadores-de-la-salud) y los reiterados aprietes a los residentes antes de cada medida de fuerza. Es la plataforma reaccionaria con la que Rojo buscará su reelección. Federación de Profesionales también se llamó a silencio, sumida en internas y negociaciones por la integración de su conducción para las próximas elecciones. En paralelo, los médicos y profesionales de planta de CABA volverán a cobrar este mes con aumento cero (0 %) contra una inflación proyectada del 2/3 %, un hecho solo disimulado por el cobro simultáneo del aguinaldo.

Para el gobierno liberticida, demoler el salario y hacer retroceder las condiciones laborales de los trabajadores de la salud es un paso necesario para desmantelar el sistema público y despejar el terreno para los negocios de las prepagas, ya ubicadas en la cima del propio Ministerio de Salud. Detrás de los recortes y la línea de gerenciamiento de los hospitales nacionales, el programa de “Prepagas” Lugones apunta a una reducción drástica de las prestaciones y a un arancelamiento general. El conjunto de las fuerzas patronales se encuentra adaptada a esta agenda privatista, lo que se traduce en la nulidad de los aparatos gremiales que les responden. Los salarios de 800 mil pesos para los trabajadores de la salud son tan liberticidas como republicanos o nacionales y populares.

El balance de esta semana de lucha dejó instalada otra perspectiva para los trabajadores de la salud, que es la de ir a una lucha a fondo contra Milei y todos los gobiernos del ajuste. Esto requiere de una política para superar los bloqueos de las burocracias sindicales, lo que no se logrará con “exigencias” recursivas, sino poniendo en marcha toda la fuerza que anida en el movimiento de los trabajadores de la salud, sus usuarios, pacientes y familiares. Hagamos que los liberfachos muerdan el polvo, a través de una huelga general autoconvocada de toda la salud pública. Organicemos asambleas y coordinadoras interhospitalarias para reforzar y multiplicar las acciones de lucha y conquistar, desde abajo, todos los reclamos en juego.

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