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El jueves 10 asistimos al segundo acto de este Parlamento títere de los distintos sectores patronales que no representan ni a trabajadores ni a jubilados.
Ante la autoconvocatoria en el Senado para debatir una serie de leyes aprobadas en la cámara de diputados, días anteriores a esta otra sesión comenzaron las pujas capitalistas con acusaciones cruzadas entre el oficialismo y el elenco de gobernadores, sectores del pejotakirchnerismo y radicales. Entre las mismas se planteaba el aumento jubilatorio, la extensión de la moratoria previsional y la ley de emergencia para el sector de discapacidad.
Con relación al tema previsional, los aumentos del 7,2 %, equivalente a unos $20.000, y de $40.000 del bono basura, llevaría el haber mínimo a $440.000. En los medios de comunicación, el jefe del bloque de senadores peronistas, José Mayans, defendía este aumento mezquino contra la amenaza de veto admitiendo que no afecta el ´equilibrio fiscal´, dada la miseria del monto. Es evidente que lo aprobado es absolutamente insuficiente para los magros bolsillos de millones de jubilados, lo cual no evita que termine siendo objeto del escarnio liberticida, para satisfacción de los especuladores financieros.
La moratoria, por otro lado, regirá solo por dos años y deberán pagarla los potenciales jubilados por los años que los patrones no aportaron como producto de los despidos, suspensiones y del trabajo precarizado o en negro. Esa moratoria beneficiará, en el mejor de los casos, a 220.000 trabajadores en edad de jubilarse.
Estas leyes entrarán ahora en un laberinto de veto y contraveto en las cámaras; de no conseguir el apoyo de un tercio de los legisladores para blindarse, Milei anunció que las judicializará para bloquearlas. Las escaramuzas entre Gobierno y oposición son una cortina de humo que pretende ocultar la coincidencia de fondo en implementar la reforma previsional, que incluye el aumento de la edad jubilatoria, la suspensión de la pensión por viudez y el ataque a los regímenes “especiales” de docentes, docentes universitarios, trabajadores de Luz y Fuerza, entre otros. El propósito es crear las condiciones para el reingreso de los fondos privados de pensión, con el que, desde el menemismo a esta parte, la burguesía se ilusiona con estimular un mercado de capitales.
Ni oficialismo ni oposición hacen referencia a los millones de dólares confiscados por los distintos gobiernos en los últimos años, en los que los jubilados perdimos el 50 % del poder adquisitivo y tendríamos que considerarla una pérdida vitalicia. Un aumento tan leve, sin embargo, fue respondido desde el Gobierno con munición gruesa. Patricia Bullrich tildó la sesión del Senado como un “golpe institucional”. Alberto Kohan, un menemista de pura cepa devenido en liberticida de Milei, reclamó la disolución del Congreso. El tuitero Dan propuso poner los “tanques en la calle” contra el Congreso.
Los jubilados de los miércoles todas las semanas seguimos firmes convocando a las 15 horas en el Congreso. Este miércoles, a las 16 horas, ha sido convocada una marcha antirrepresiva desde Congreso a Plaza de Mayo, pero como el jueves 17, a las 16,30, está convocada la movilización desde Congreso a Plaza de Mayo por los trabajadores del Garrahan y el conjunto del sector Salud, se está debatiendo internamente en las agrupaciones de jubilados unificar ambas el jueves.
Solo la independencia política respecto de todos los sectores patronales y la unificación de todas las luchas en curso mediante autoconvocatorias, plenarios, asambleas, impulsando y organizando una huelga general, logrará torcerle el brazo a este gobierno antiobrero y antijubilados.
Te esperamos todos los miércoles a las 15 en el Congreso, no abandonaremos las calles.