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A tres días del quinto Ni Una Menos, jornada de lucha contra la violencia hacia la mujer, que recrudece en el contexto de pandemia, la conducción del FdT del CEFyL, El Colectivo, brilla por su ausencia como factor organizativo de esta lucha. Los reclamos de las compañeras por las condiciones de cursada y por su sostén material, por un régimen especial para aquellas que son madres o tienen familiares a su cuidado, frente a la violencia de género, son inadvertidos para el CEFy; la parálisis se arrastra desde comienzos de año. Las únicas asambleas que se realizaron fueron arrancadas por el activismo y la izquierda, ante el arrebato del Umbral, la dirección del Centro, por parte de la gestión de la Facultad. En los meses sucesivos, la conducción del centro no promovió ninguna instancia de debate y organización.
El planteo la UJS PO Tendencia, para llevar adelante una asamblea del CEFyL para preparar las jornadas del 28M y el 3J, fue ignorado. Como tampoco hubo instancias de organización y debate hacia el 8 y 9M pasados, el día internacional de la mujer trabajadora.
Es imperioso establecer un pliego reivindicativo y una salida política. El confinamiento sanitario no es excusa para diluir la tradición de organización y lucha del CEFyL, de acusado protagonismo en las iniciativas emprendidas por el movimiento de mujeres los últimos años.