Escribe Iara Bogado
¿"Debate Abierto"? La farsa de una reforma ya escrita.
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En la Universidad Nacional de las Artes (UNA) la rectora Sandra Torlucci hizo un desfile por los diferentes departamentos tratando de instalar que el debate del estatuto está realmente abierto a la comunidad universitaria. Sin embargo, solamente presentó “ejes” poco claros. Mencionó el avance de la virtualidad, la necesidad de títulos intermedios y federalización de contenidos. Sólo nos dieron 15 días para la producción de propuestas a cada claustro y en la reunión de visuales se encargó de aclarar que el próximo texto estatutario lo va a redactar ella misma con personal de legales, tomando a "consideración" las propuestas que enviáramos. Y se va a votar en la Asamblea Universitaria, en la que sólo tienen voto los consejeros de los claustros.
¿Por qué hoy Torlucci quiere reformar el estatuto? Nadie dice que no sea necesario modificarlo, el tema es al servicio de quiénes se hace esta reforma. En 2023 se aprobó en el Congreso la implementación del SACAU por el Frente de Todos y La Libertad Avanza. Este sistema está inspirado en el Plan Bolonia de Europa, que reduce las carreras de grado a tramos cortos y para poder validar el título y ejercer es necesario hacer un posgrado. Acá en Argentina no se puede arancelar la carrera de grado por ley, pero nada impide recortar planes de estudios y pasar el contenido hasta ahora gratuito a diplomaturas y posgrados pagos. El SACAU exige para funcionar una homologación de materias comunes; por ejemplo, filosofía en la UBA sería lo mismo que la materia filosofía de la UNA, perdiéndose la libertad curricular y de cátedra. Esto se hace con el objetivo de que sean intercambiables y que, si una institución quiere dejar de financiar una materia, pueda hacerlo, ya que es la misma que en cualquier otra universidad. De esta forma se degrada el contenido y especificidad de cada carrera. Esto se enmarca en el pedido de Milei de sustentar las universidades estatales con las cajas chicas (lo que se recauda de posgrados y cursos de extensión, diplomaturas pagas). De esta manera, las universidades del Consejo Interuniversitario Nacional han optado por la vía de los partidos del régimen capitalista y avanzar con esta reforma.
Virtualidad
A su vez, tiene la intención de profundizar la virtualidad; muchos estudiantes piensan que puede ser una alternativa a la precariedad que vivimos, la mayoría laburantes, sin plata en la SUBE para ir hasta la facultad, pero con el anhelo de poder recibirse. Sin embargo, la virtualidad degrada el aprendizaje: muchos docentes no están capacitados para esto, quizás nos mandan un vídeo de YouTube o nos hacen rendir libre. La universidad no les otorga los recursos necesarios para una virtualidad que funcione. Cada docente tiene que poner su computadora, que si se rompe nadie se las paga. Tienen que poner su wifi y si dan una clase presencial el proyector también falta. Cuánto más les van a exigir a los docentes, muchos de ellos con doctorados y eminencias en su campo a los que ni siquiera les pagan un sueldo equiparable a la canasta básica. Esto es una precarización laboral idéntica a la que aplican las empresas para abaratar costos, que el empleado haga Home Office, pero poniendo todo de su bolsillo.
Falsas soluciones que precarizan
Por otro lado, la gestión mencionó la idea de crear tecnicaturas. En principio podría parecer una salida agradable ante la desesperación de no tener salida laboral debido a la crisis en la que estamos inmersos, pero en realidad es una maniobra para poder desfinanciar con este nuevo sistema SACAU los últimos tramos de la carrera sin problema. A la universidad no le interesa que la gente se reciba, únicamente le sirve que se inscriban y tener matrícula todos los años: un tramo corto resulta una forma sencilla de obtener esto. Desde siempre las universidades nacionales argentinas han resaltado por su prestigio académico en el mundo, personas de todo el mundo vienen a estudiar, porque en ningún lado te ofrecen tanto contenido "gratuito" y de calidad. Esto a la burguesía le molesta mucho porque es una gran cantidad de plata que podría facturar y no lo está haciendo.
Frenemos la Reforma Privatizadora de la UNA
La constitución de la universidad debería poder tratarse en un gran debate con toda la comunidad y que todas las propuestas se voten, con cada persona de la misma teniendo voz y voto, una democracia directa, no que queden a consideración de la persona que durante años ha colaborado con la privatización enmascarada de la universidad pública mediante el ajuste de la carrera de grado y el engrosamiento del área de extensión paga. En vez de títulos intermedios para que podamos recibirnos más rápido, es crucial disponer de triple franja horaria, guarderías para quienes tienen niños a cargo y boleto educativo gratuito para toda la comunidad universitaria, especialmente para los que somos del conurbano. Que se abran comisiones de FODO en el CUT, queremos que se amplíe la oferta gratuita en la universidad creando orientaciones como fotografía, en lugar de cursos pagos. Necesitamos elementos básicos para aprender, como mesas, proyectores, tableros de dibujo técnico, computadoras, elementos necesarios para el laboratorio de restauración, que la facultad le pague a los modelos vivos en lugar de dejarlo al bolsillo de los estudiantes, pero nada de esto es posible sin un reclamo real por presupuesto. El objetivo es ser licenciados, no recibirnos de un curso de Doméstika. Es crucial que impidamos que esta reforma reaccionaria avance y que luchemos para defender la gratuidad de los contenidos y el alcance de nuestro título, movilicemos a la Asamblea Universitaria, para poder imponer nuestras necesidades por encima de la gestión universitaria y los intereses privatistas del Estado burgués.
