Escribe Eduardo Molina
Política criminal del Ministerio de Trabajo de Kicillof.
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El conflicto en la Acería Berisso se encuentra en un nuevo escenario y la lucha de los trabajadores por la defensa de los puestos de trabajo, el pago de los salarios adeudados y la continuidad laboral enfrenta nuevos desafíos
Cuando el conflicto arrancó los trabajadores tenían enfrente a una patronal compuesta por tres socios mayoritario: la familia Dudiek, dueña de la planta, hace 2 años incorporó como socia mayoritaria a Eliana Repicky, actual dueña de Repicky SA, y sumó como accionista a Ricardo Gerosa SRL, otra empresa de la industria de la fundición Con plantas en Rosario. Repicky cambio la producción de la acería para transformarla en un taller de producción de piezas para el armado de compresores de su planta de Quilmes.
Esta sociedad patronal empezó a pagar los salarios atrasados, a no cumplir con las normas de seguridad e higiene de la planta, a meter sanciones internas, a cambiar los ritmos de producción y despedir algunos operarios. Los trabajadores revirtieron estos despidos con acciones desde el mes de abril.
La patronal aludió a problemas financieros y presentó ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia un plan de adecuación que consistía en licencias con goce de sueldo a todos los trabajadores, mantener un plantel rotativo de 12 operarios para retomar la producción e ir reincorporando al resto de los trabajadores. El ministerio dio vía libre a este planteo patronal y cuando los trabajadores se hicieron presentes en la fábrica se encontraron con las puertas cerradas y ahí entraron a la planta y largaron una retención de tareas. Ocuparon las instalaciones reclamando el pago de las quincenas adeudadas y la continuidad laboral.
Con los trabajadores dentro de la planta y sus familias en la puerta de la fábrica, y frente la solidaridad que empezó a despertar el conflicto, la patronal comenzó a amenazar con el desalojo y trabajó para eso en la Justicia provincial.
El Ministerio dictó la conciliación obligatoria por 15 días. A los obreros les dijo que era una medida para evitar el desalojo, retrotraer el conflicto y que se vuelva a trabajar. Con este planteo el ministerio logro que los trabajadores abandonaran la planta. Esta política del Ministerio le dio aire a la patronal para retomar el control de la fábrica. Cuando los trabajadores se hicieron presentes para ocupar sus puestos se encontraron con las puertas cerradas.
El ministerio citó a audiencias los días martes 28 y jueves 30. Mientras los delegados se hacían presentes en el ministerio, el martes la patronal se ausentaba y metía camiones de la Empresa Repicky en la fábrica para sacar parte de la producción, matrices y materias primas. Los trabajadores y sus familias se volcaron a las puertas de la fábrica para evitar el vaciamiento
Lo mismo ocurrió el jueves 30, cuando la patronal pidió una audiencia virtual aludiendo cuestiones de seguridad para sus representantes mientras volvía a meter camiones a la fábrica. Esto produjo otra reacción de las familias de los trabajadores y vecinos de la fábrica que rodearon la plata para evitar que se lleven las maquinas. En esta ocasión Eliana Repicky, la principal accionista, agredió físicamente y amenazó de muerte a una familiar de los trabajadores que ingresó con la policía a fiscalizar que los camiones que salían de la planta estuvieran vacíos.
En lo que va del conflicto el Ministerio de Trabajo actuó en colaboración con una patronal que se ha envalentonado por la victoria electoral liberticida y en la discusión sobre la reforma laboral que quiere reventar las condiciones de trabajo y las conquistas obreras. Esta patronal tiene espaldas de sobra para afrontar los reclamos de los trabajadores. El ministerio kicillofista ha sido funcional.
Los trabajadores de Acería Berisso enfrentan el desafío de torcerle el brazo a la patronal con una acción que amplifique el conflicto a una escala superior, llevándolo al plano provincial y nacional. La lucha de la Acería es un conflicto que le atañe al conjunto del movimiento obrero de la región qué ha puesto los ojos en la plata de Berisso.
Una acción en este sentido de amplificación de esta lucha sería recuperar la centralidad del conflicto en los alrededores de La Plata con un acampe de los trabajadores, sus familias y los vecinos que sea rodeada de toda la solidaridad y simpatía que han despertado los trabajadores en lucha y la convocatoria a un Plenario de todas las organizaciones sindicales, sociales, vecinales, deportivas y políticas Que resuelvan todas las medidas de lucha qué lleven al sostenimiento del conjunto de las 50 familias, a la satisfacción de todos los reclamos, el pago de los salarios adeudados y la continuidad laboral.
En esta lucha comprometemos todos los esfuerzos para la victoria de los obreros de Acería Berisso.
Acerías Berisso ocupada por sus trabajadores Por la defensa de los puestos de trabajo y el pago de salarios. Por Eduardo Molina, 25/10/2025.
