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ATE concretó el paro nacional, con el epicentro puesto en la movilización al exMinisterio de Trabajo, que votó hace diez días atrás un plenario de delegados. Las consignas principales eran contra la reforma laboral y por aumento de salarios. La convocatoria a los afiliados y no afiliados, sin embargo, no salió de los márgenes de las rede sociales y los medios de comunicación. Algunos delegados de sector hicieron recorridas por sus edificios aprovechando la convocatoria para debatir la Reforma Laboral y su repercusión en el Estado Nacional, pero fue minoritario.
Desde ATE Nacional habían sugerido una movilización de 5.000 personas e informaron un acatamiento del 90% al paro; sin embargo, en varios sectores no se movilizaron más que los delegados que, en algunos casos, ni siquiera adhirieron al paro.
Frente al Ex Ministerio de Trabajo, los movilizados no pudieron cortar más de un carril, dado lo escueta que fue la participación. Los trabajadores estatales venimos de sufrir más de 50 mil despidos, asfixia salarial y maltrato laboral, ante el inmovilismo del sindicato.
La dirección de la ATE afirma que la reforma laboral “viene por tus derechos”, pero le habla a miles de trabajadores que llevan décadas cobrando salarios por debajo de la línea de pobreza e inclusive de indigencia. En el Estado Nacional las horas extras son un clásico de los que están por debajo de la línea de indigencia con un convenio que no garantiza la canasta básica.
En la gestión Milei se cajonearon los expedientes con el cambio de categorías, el reconocimiento de los títulos y todos los ítems del salario que permiten cobrar un poco más. He ahí la razón y causa de las renuncias masivas en el Estado. La lista de “recorte de derechos” sigue… A nadie se le escapa que la Reforma Laboral va a ser negativa, pero una convocatoria por WhatsApp no convence a nadie a parar, cuando esa podría ser la excusa para integrar la próxima lista de despidos.
Una de las excepciones fue el propio exMinisterio de Trabajo, ahí sí se sintió el paro. Bajaron a la movilización más trabajadores de los que venían participando en las medidas anteriores. Es dentro de Trabajo dónde empezó la auditoría de Sturzenegger. La Reforma Laboral va a debutar con más despidos de trabajadores estatales.
¿Cómo seguimos?
No se puede descansar en una conducción sindical que está entregada desde antes de nacer. Los mismos que firmaron paritarias a la baja año tras año durante los gobiernos peronistas y que no pudieron enfrentar cuotas del 1% ahora piden mesas de diálogo para discutir aumentos salariales y las condiciones de la reforma laboral. No depende de la burocracia enfrentar la legalización de la quita de derechos. Necesitamos organizarnos sin distinción de sindicatos para romper el inmovilismo y el temor que ellos mismo generan.
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