Escribe Gabriel Cañete
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Se reactivó el fuego en un galpón lindante a Logischem, dedicada al almacenamiento de químicos, que, según confirmaron las pericias, sería el lugar de origen del incendio y posterior explosión. Un ex empleado que se desempeñó allí hasta hace poco aseguró que "el depósito siete no tenía las medidas de seguridad necesarias contra incendios”. Ante la consulta sobre cuál fue la parte que se mantuvo con la menor cantidad de daño, el ex empleado respondió: “La nave 1, 2 y 3, que son las que dan a la ruta porque eran las únicas de todo el establecimiento que tenían los sprinklers (rociadores automáticos contra incendios)”, señala. Y agrega que todas las otras naves 4, 5, 6, 7 y 8 no tenían sistema de sprinklers. Nunca lo habían colocado y tenían productos inflamables. Mezclaban todo tipo de cosas, era una bomba de tiempo eso...".
Se estima que la inversión en seguridad industrial a nivel nacional es casi nula (en la época de los sensores digitales de IA). No se fabrica y menos se asegura. La mayoría de los "popes" industriales se dedica a cumplir con los requisitos mínimos legales. Y ni hablar de la sustitución de producción de mercancías por la importación.
Desde Política Obrera hemos alertado a los trabajadores acerca de la responsabilidad del gobierno municipal en el descomunal incendio y explosión ocurrido en el polígono industrial de Spegazzini, Ezeiza. Responsabilidad que comparte con el gobierno provincial, nacional, todo el arco industrial-empresarial y la burocracia sindical cómplice. Las condiciones de trabajo en las que se desarrollan las tareas, los estudios sobre "impacto ambiental" y los controles de "seguridad e higiene" tienen que estar en la agenda de todas las asambleas obreras. Spegazzini fue la gota que derramó el vaso; pero no la única.
Recientemente hubo otros siniestros de gran alcance, en Cañuelas y Morón. La explosión de una "noria" (equipo que maneja el cereal) hizo activar las alarmas en la planta de Molinos Río de la Plata, de Cañuelas, zona de los silos; no se registraron heridos, pero el fuerte ruido hizo activar las alarmas y obligó a evacuar la planta. Por otro lado, un incendio generalizado destruyó una fábrica de poliuretano (plásticos) en el parque industrial DECA de Haedo, Morón; 9 dotaciones de bomberos pudieron contener lo que hubiera sido una verdadera catástrofe, teniendo en cuenta que enfrente se encuentra el parque industrial La Cantábrica.
La Zona Sur del Gran Buenos Aires también se vio afectada por varios incendios de gravedad. Apenas transcurrían 21 días del mes de enero un incendio considerable se desarrolló en el depósito de una fábrica de membranas (impermeabilización) de Lanús Oeste, los bomberos pudieron contener el fuego, originado por "material bituminoso altamente inflamable". Otro incendio en Lanús acaeció el 29 de julio; donde una fábrica de sillones (muebles y tapicería) tuvo un incendio de grandes dimensiones, donde trabajaron 13 dotaciones de bomberos y varias personas fueron asistidas por la inhalación de monóxido de carbono. Una fábrica de colchones del parque industrial de Esteban Echeverría dio la nota ya que se incendió en marzo y el 29 de agosto; este último con columnas de fuego que se veían a kilómetros de distancia y hubo que evacuar a los vecinos en forma preventiva.
La clase obrera se encuentra ante un volcán de ‘accidentes’ industriales.
Ezeiza: explosión e incendio en el Polígono Industrial de Spegazzini "Dime de qué te jactas..." . Por Gabriel Cañete, de Ezeiza. Militante de la Tendencia Docente Clasista y Delegado del SUTEBA, 16/11/2025.
