Sobre el levantamiento del paro en Mondelez Pacheco

Escribe Pablo Busch

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Los trabajadores de Mondelez Pacheco votaron el viernes pasado un paro total de actividades, en rechazo a la intención de la empresa de reiniciar el ciclo productivo cuando ya hay tres casos confirmados de Covid-19. Reclaman que se pare la producción durante 14 días para prevenir un brote masivo dentro de la fábrica. La conducción del Sindicato de la Alimentación (STIA), sin embargó, acordó el reinicio de la producción. Finalmente, al lunes siguiente, la Comisión Interna y la Verde del STIA forzaron el reinicio de la producción. Plantearon que "no había que excederse" y esgrimieron la posibilidad de descuentos salariales.

Cuando la semana pasada, un trabajador había sido confirmado como positivo de Covid-19, la multinacional inició el protocolo definido por la Organización Mundial de la Salud, con el testeo de los trabajadores que hubieran tenido contacto estrecho. De los testeos realizados, dos casos más dieron positivos: la patronal evacuó al turno tarde y realizó una sanitización de la planta por 24 horas, y reinició la producción para el turno tarde a partir del viernes 5.

El cuadro de agitación entre los trabajadores y el clima de descontento general dieron paso a una asamblea para denunciar el cese de tareas a las madres licenciadas con hijos mayores a 9 años, en desconocimiento de lo establecido por decreto presidencial. Quienes no vuelvan, pasarían a condición de suspendidas percibiendo el 75% del salario. Se trata de una presión para levantar las licencias de los trabajadores licenciados: la patronal también otorgó un bono de $2.000 por semana para aquellos que están trabajando, y abrió la puerta a aquellos que quieran poner punto final a su licencia para poder percibirlo. Por otra parte, Mondelez viene de cerrar su planta vecina en Victoria, dedicada a la producción de chicles Beldent y caramelos Halls; la empresa logró una autorización de esencialidad al inicio de la cuarentena, para luego suspender masivamente al personal, con reducción salarial. El Ministerio de Trabajo había homologado el acuerdo firmado entre la empresa y el Sindicato de la Alimentación.

El STIA Buenos Aires, dirigido por Rodolfo Daer - uno de los principales dirigentes de la CGT-, participó de una inspección, realizada el jueves, junto a representantes del gobierno, de la empresa y la comisión interna. En el comunicado que emitió, el STIA planteaba que las decisiones a seguir en Mondelez estaban en manos del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en base al protocolo sanitario nacional.

Esta orientación es un calco de la que lleva adelante el STIA en la planta de Granja Tres Arroyos en Capitán Sarmiento y en líneas generales es la orientación de toda la burocracia sindical a lo largo y ancho del país. La exposición a la pandemia de los trabajadores esenciales llega ahora a un cuello de botella, a partir de la circulación laboral del virus y el choque directo entre la intención de las empresas de continuar la producción a toda costa, caiga quien caiga, y el interés de los trabajadores de preservarse del Covid 19. En esta confrontación de intereses, el STIA de Rodolfo Daer y finalmente también la Comisión Interna -de la lista Celeste y Blanca, orientada por el PCR- se ubica indisimuladamente en el campo del protocolo estatal, que preservar en última instancia los intereses de la patronal.

La asamblea del turno tarde del viernes resolvió que se pare durante 14 días para prevenir la posibilidad de un contagio masivo; en la fábrica trabajan más de mil trabajadores. Si el protocolo de la OMS se aplicara correctamente, se deberían realizar hisopados a la totalidad del personal y la cuarentena preventiva hasta que estén los resultados.

La resolución de la asamblea de Mondelez Pacheco, en defensa de la salud de los trabajadores, chocaba de frente con la agenda de la patronal, qué busca mantener la producción a toda costa. Se trata de una confrontación de intereses estratégicos, que se extenderá a todas las fábricas a medida que el virus se extienda a la par de la crisis capitalista. Será necesario un congreso que reagrupe a todos los trabajadores para coordinar esta batalla y desarrollar una salida que priorice los intereses de los trabajadores. El levantamiento forzado del paro, resuelto en asamblea, simplemente agudizará esta confrontación y clarificará frente al conjunto de los trabajadores de qué lado está cada fuerza.

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