La “jornada de lucha” del Plenario del Sindicalismo Combativo

Escribe Pablo Busch

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La jornada nacional de lucha convocada por el Plenario del Sindicalismo Combativo apenas logró salir de la virtualidad. Convocada luego de un plenario de activistas de las organizaciones que componen el PSC, y con algunos sectores en lucha como invitados, la jornada apuntaba a una movilización central en Plaza de Mayo y acciones en todas las plazas del país. En la Zona Norte, uno de los núcleos del proletariado industrial más importante del país, la jornada del PSC coincidía en la convocatoria con la lucha por la reincorporación de trabajadoras de la Clínica Talar, despedidas por reclamar elementos de protección personal.

El eje de la convocatoria estuvo colocado en el rechazo al pacto entre la Unión Industrial y la Confederación General del Trabajo, que reduce los salarios de los trabajadores afectados a la cuarentena al 75%; el no pago de la deuda externa, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, y el apoyo al impuesto a las grandes fortunas presentado por los diputados del Frente de Izquierda-Unidad.

El plenario que precedió a esta convocatoria no estuvo acompañado de una campaña para interesar a otros sectores del movimiento obrero, particularmente a quienes se encuentran en lucha, sino que se limitó a reunir a las organizaciones o referentes que ya forman parte del PSC. Esta metodología, que se repite acción tras acción, ubica al Plenario del Sindicalismo Combativo en el campo de la autoconstrucción: en vez de intervenir en el riquísimo proceso de luchas obreras abiertas a nivel nacional, luchando por orientarlas y promover su coordinación, el Plenario se autoproclama como una "referencia" que todavía no es -por lo menos para el extendido proceso de luchas en curso- y convoca desde un sector minoritario del movimiento obrero, referenciado en el Frente de Izquierda.

Esta convocatoria estuvo especialmente compuesta por dirigentes y referentes, sin que mediara en casi ningún caso un debate en sus organizaciones. Los referentes del PSC intervienen en sus acciones con carácter personal –en algunos casos, a partir de su liderazgo en importantes sindicatos y previas acciones de lucha. Pero la participación en estos plenarios no es el resultado de una deliberación previa entre los trabajadores que representan. Tampoco se elaboró un planteo de convocatoria para difundir masivamente como volante entre los trabajadores. Esta metodología no es nueva, sino que se repite una y otra vez, a pesar de las críticas que este tipo de actividad despertaron entre algunos participantes del plenario, en distintos momentos.

El avance de la pandemia en el AMBA limitó la movilización de las organizaciones piqueteras y de otros núcleos de trabajadores, por lo que la movilización central a Plaza de Mayo fue descartada y reemplazada por una conferencia de prensa de los referentes del PSC. Las acciones nacionales no salieron de este esquema acotado por la pandemia, por un lado, pero también por la política autorreferencial de las organizaciones convocantes, del otro.

En oposición a esta deriva autoproclamatoria, desde nuestras posiciones en el movimiento obrero planteamos defender el método de la acción obrera, poniendo en pie coordinadoras regionales de todas las luchas, luchando por la convocatoria a un congreso obrero con delegados electos que debata un programa de salida a la crisis en curso: defensa del salario igual a la canasta familiar, defensa de los puestos de trabajo, 82% móvil para los jubilados, derogación del impuesto a las ganancias, rechazo al pago de la deuda, la nacionalización de las principales empresas del país, de la banca y el comercio exterior.

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