"Contacto laboral estrecho" según la OMS

Escribe Pablo Busch

Tiempo de lectura: 2 minutos

La OMS define el “contacto laboral estrecho” como el de aquella persona que estuvo en contacto con un enfermo de COVID-19 por más de quince minutos sin uso del barbijo. De esta definición se agarran las empresas para definir el cerco epidemiológico frente a un caso positivo, de lo que se deriva quienes deben ser hisopados y quienes no.

Como el uso del barbijo dentro de la planta es obligatorio, el trabajador contagiado, a la hora de hacer su cerco epidemiológico (y definir sus “contactos estrechos”) se ve obligado a optar entre declarar a sus contactos estrechos reales y auto incriminarse por haber relajado las protecciones indicadas en el protocolo de la empresa; o a no declararlos.

Cómo la circulación laboral del virus es cada vez mayor, ya tenemos casos en los cuales la empresa denuncia al trabajador que declaró contactos estrechos reales por haber incumplido las normas de prevención, mientras testea al personal al mínimo posible. En ambos casos, por priorizar la continuidad productiva de las empresas, se limita el cerco epidemiológico que se debería hacer, por lo que el virus vuelve a reaparecer, esta vez con más días de circulación (Granja Tres Arroyos, Felfort, Mondelez, etc).

La definición del contacto estrecho de la OMS al que se aferran las empresas, desbarata todo el andamiaje preventivo que conocemos sobre el COVID-19. Si el virus solo se contagia luego de 15 minutos sin barbijo, ¿para qué nos mandaron a limpiar con alcohol en gel hasta las compras del supermercado? En un partido de fútbol y en cualquier actividad productiva podríamos evitar el contagio simplemente acotando los contactos a menos de 15 minutos y manteniendo el barbijo puesto. Pero está claro que no es lo que ocurre. Esta definición de la OMS no explica los miles de contagio que aún se producen por día, a pesar del uso del barbijo, especialmente en los lugares de trabajo.

Como señalan médicos e infectólogos de manera unánime, no alcanza solamente con el barbijo. Pero las empresas se aferran a la definición de la OMS para limitar los testeos y continuar el proceso productivo.

Es necesario que los trabajadores reclamemos en cada fabrica a la que llegue el COVID-19 el testeo masivo a todos los trabajadores, para evitar su difusión en los lugares de trabajo y el riesgo de llevar el virus a su grupo familiar.

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