La Hirak comienza a despertar

Escribe Emiliano Monge

Tiempo de lectura: 3 minutos

El 22 de febrero de 2019 comenzó la Hirak, un movimiento que pedía el “cambio de sistema” en Argelia. A pesar de la represión y las detenciones a los manifestantes y líderes políticos, millones de argelinos salieron a las calles para pelear contra un régimen podrido que intenta perpetuarse. Tras la caída de Bouteflika en abril, el 12 de diciembre se realizó una elección presidencial con un altísimo nivel de abstención (60% según las cifras oficiales, 90% según algunos analistas), en la cual las fuerzas armadas intentaron camuflar su dominio a través de un gobierno civil. El gobierno de A. Tebboune aprobó la antiobrera ley de finanzas de 2020, y promueve la privatización de los hidrocarburos. A pesar del estado de emergencia por el covid-19, siguieron las protestas que para muchos es el “despertar de la Hirak”.

Las protestas continúan

El 16 de junio, desde el Pacto Alternativo Democrático (PAD) criticaron la “cascada de arrestos”, para “crear un clima de terror”, y “evitar un posible regreso del Hirak”. Las protestas se hicieron masivas el viernes 19, en Bejaïa, Tizi Ouzou, Bouira, tres grandes ciudades en Kabylia (noreste). En Bejaïa, cantaban consignas de la Hirak: “El régimen va a caer”, “Estado civil, no militar” y “No pararemos”. Los medios contaron más de 500 arrestos (tsa-algerie, 22/6), la mayoría de los cuales finalmente fueron liberados bajo la presión de la movilización. Se trató de un quiebre político de las masas con el gobierno, el “desconfinamiento” de las movilizaciones.

El 5 de julio en París, 25 organizaciones argelinas pidieron por la elección libre y democrática de una Asamblea Constituyente y Soberana (lematindalgerie, 5/7): “Nosotros, colectivos, comités de ciudadanos, partidos de oposición y activistas en Francia, declaramos el rechazo de la hoja de ruta del poder de la revisión constitucional y decidimos responder a todos los llamados para una manifestación más amplia, por un lado, el respeto por todas las libertades democráticas, así como por la liberación incondicional de todos los detenidos políticos y de opinión, y por otro lado, por un proceso Constitutivo fuera del sistema, por la recuperación del pueblo de su soberanía total” (ídem).

El colectivo Caman (Collectif des amis du Manifeste pour l’Algérie nouvelle) considera “una transición democrática autónoma supervisada por una conferencia nacional soberana” (algerie-eco, 3/7). Llaman “a los ciudadanos a permanecer movilizados para reanudar, tan pronto como la epidemia de Covid-19 baje, el compromiso político pacífico para la finalización y culminación de la revolución democrática”. Quieren “reunir las condiciones para la elección de una asamblea constituyente nacional, en la cual los representantes electos del pueblo sentarán las bases para una verdadera República que consagra un estado civil y legal, democrático y social”. Plantean “la autoorganización ciudadana”. “El objetivo será lograr un consenso en torno a una plataforma política popular democrática con vistas a celebrar un congreso nacional de ciudadanos” (ídem).

Desde un frente heterogéneo, el PAD (partidos de oposición, ONGs, personalidades) “el fin de la represión y los ataques contra las libertades fundamentales” (29/6), y “el estricto respeto por el ejercicio de las libertades democráticas”. Reclama “una transición democrática autónoma”, y ya no reclaman una Asamblea Constituyente (algerie-eco, 30/6).

Pero no todos están a favor de la movilización. El Rassemblement Action Jeunesse (RAJ) dirigido por Abdel Fersaoui (detenido), considera que “las condiciones para retomar grandes manifestaciones ciudadanas no han sido reunidas”. Mostefa Bouchachi, figura de la Hirak, dice que “hay que volver a la Hirak cuando todas las condiciones sanitarias sean favorables”.

Al interior del movimiento se abren dos tendencias: aquella de tratar de reformar las instituciones, hacia una constitución menos presidencialista, y otra tendencia que intenta luchar por una transformación radical de la realidad de Argelia, llamando a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana.

Victoria parcial de las movilizaciones

Las fotos de los detenidos eran levantadas en las protestas desde su detención, “nadie puede ser detenido por delitos de opinión”, decían. Tebboune indultó a seis detenidos de Hirak el miércoles pasado, y el sistema de justicia liberó a otros cuatro detenidos de Hirak: Karim Tabbou, Samir Belarbi, Amira Bouraoui y Slimane Hamitouche. Y tampoco descarta una reforma constitucional amañada. Los anuncios se hicieron antes del quincuagésimo octavo aniversario de independencia el 5 de julio. Karim Tabbou, coordinador de la Unión Democrática y Social (UDS), fue arrestado en septiembre de 2019.

Tabbou dijo “Esto es combate”, “El territorio de Argelia ciertamente está liberado, pero el pueblo aún no ha sido liberado”. El jueves el tribunal de Argel accedió a la liberación provisional de Tabbou que había sido juzgado por un “atentado contra la unidad nacional”, y ahora liberado por el mismo motivo. Sin embargo, el opositor sigue siendo procesado por “atentado a la moral del ejército” y será juzgado el 14 de septiembre (mediapart, 2/7).

El Comité Nacional para la Liberación de Prisioneros dice que 70 presos políticos se encuentran actualmente tras las rejas. Se espera que todos los viernes las movilizaciones continúen hasta cumplir todas sus demandas.

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