UTA Córdoba: repudio a la represión

Escribe Andrés Oroño

Llaryora llama a la policía. Los trabajadores debemos llamar a los trabajadores.

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La policía del gobernador Schiaretti y del intendente Llaryora reprimió a los choferes que se movilizaban al municipio. Ocho trabajadores fueron detenidos.

Los trabajadores de UTA se habían reunido ante el sindicato, donde la directiva había convocado a una asamblea. Sin embargo, esta no fue tal y, ante la rechifla de los trabajadores y los autoconvocados, la secretaria general amenazó con la intervención de la UTA nacional. Sin permitir deliberación alguna, la secretaria general llamó a marchar hacia la municipalidad. La policía desató un premeditado ataque y cacería contra trabajadores.

Esto sucede luego de que el intendente se quejara públicamente de que no tenía con quien discutir por la falta de representatividad de la dirección gremial cordobesa.

El intendente Llaryora, convertido en un representante de las patronales del transporte, planteó rebajar los salarios al 88 por ciento, luego de fracasar en el reclamo de mayores subsidios a la Nación. Esto coincide con el trascendido que publicaron los diarios, de que la patronal les pide a los trabajadores que solo trabajen -cobren- 19 de los 24 días laborables del mes, lo que implicaría un 20 por ciento de rebaja salarial. “Debemos repartir los esfuerzos”, dicen el intendente y las patronales. Pero las empresas se han enriquecido durante más de 5 años con subsidios nacionales, provinciales y municipales. Y el intendente no dice lo mismo cuando se trata de resarcir a las empresas, que recibieron bonos de la ciudad por 2.000 millones de pesos y la provincia por otros 9.000 millones.

Los trabajadores han dicho claramente no a la rebaja salarial y piden se les paguen inmediatamente los salarios adeudados. El intendente, luego de la represión, repudiada por todos los gremios de Córdoba y nacionales, prepara a paso acelerado “un plan de emergencia” del transporte para derrotar a los trabajadores.

Los autoconvocados de UTA tienen una llave en sus manos: llamar a todos los trabajadores en lucha de la provincia a una asamblea deliberativa y ejecutiva para constituir una fuerza capaz de ir hacia adelante. Los trabajadores municipales en lucha odian al verdugo Llaryora, y están disconformes con el acuerdo que se apresta a firmar la directiva gremial. Hay una enorme cantidad de trabajadores en procesos de lucha en la provincia. Una fuerza conjunta abriría un camino.

Libertad y desprocesamiento de los trabajadores detenidos.

Satisfacción de los reclamos de los choferes.

Apertura de los libros de todas las empresas de transporte y del municipio.

Esclarecimiento del negociado de los subsidios.

Que se forme una comisión de trabajadores del transporte y pasajeros para diseñar las frecuencias y protocolos de cuidado.

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