Triunfó la huelga pesquera de Puerto Deseado

Escribe Pablo Busch

Paro general con piquetes logra un 36% de aumento.

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Las paritarias de los trabajadores de las plantas procesadoras de pescado de la ciudad de Puerto Deseado tienen desde hace tiempo su propia negociación paritaria. Este año, el reclamo del STIA local fue de una recomposición salarial del 45%, presionado por un poderoso activismo que, en años anteriores, fue protagonista de grandes luchas. Luego de 27 días de paro general, acompañado con postas y bloqueos en cada fábrica, se cerró el domingo un acuerdo de sumas no remunerativas que representan un 36% de aumento salarial.

Una tradición de lucha

Los trabajadores del procesamiento de pescado en Santa Cruz tienen la particularidad de compartir todos ellos el mismo Parque Industrial. Ya hace varios años que se ha generado la tradición de la lucha común de todas las fábricas por las paritarias, a pesar de que el STIA de Puerto Deseado no acompañaba ni reunía las condiciones legales para representarlos (desde hace años que sigue con la personería gremial en trámite). En años anteriores, las empresas agrupadas en la CAPECA (Cámara Empresaria de la Pesca) llegaron a acuerdos salariales con la conducción del STIA, pero fueron rechazados por los trabajadores, quienes terminaron triunfando. El mes pasado, los trabajadores de Veraz (ex Pespasa) no habían cobrado la totalidad del salario: convocaron una movilización junto a delegados y trabajadores de otras fábricas y lograron el pago total.

Este año la paritaria encontró a la mayoría de las fábricas pesqueras trabajando como esenciales y a varias de ellas con niveles récord de producción, la mayoría destinada a la exportación. Es decir que la pandemia, lejos de afectar a la actividad de la pesca, de alguna manera la ha beneficiado. Por eso, el STIA de Puerto Deseado, aprendiendo de años anteriores, elevó un reclamo a la medida de lo que se discutía en las fábricas: un 45% de aumento salarial, un reclamo completamente desvinculado del reclamo de la Federación (que reclamaba un 15% de aumento y que cerró un 6%) y que chocó de frente con la posición general de congelar las paritarias que recorre al conjunto de la clase capitalista.

Una huelga histórica

Desde las 0 horas del 23 de junio, luego de recorrer negociaciones infructuosas, se dictó el paro general de actividades, lo que duró hasta el pasado domingo 19 de julio. Se pararon la totalidad de las fábricas, garantizando la adhesión total a la huelga con piquetes y postas en cada una de las fábricas del Puerto.

Las empresas desde el primer día operaron por todos los medios para quebrar la huelga: desde la intervención del poder político local, a negociaciones por separado, a la movilización de supuestos trabajadores que reclamaban que se levantara la medida, llegando al despido de 58 trabajadores efectivos de Veraz. La huelga general pesquera fue tema de estado durante los 26 días que se sostuvo la huelga, convocando a una movilización por la ciudad en conjunto con distintos gremios de la ciudad. Durante la huelga se desarrolló también el conflicto del SOMU, que paralizó la flota pesquera, y el paro general en reclamo de paritarias del 50% de los trabajadores de la pesca de Chubut.

El desenlace

La huelga pesquera de Puerto Deseado resistió todos estos embates semana a semana, y terminó llegando a un acuerdo de sumas que arrancan en $10.000 por mes, y que se van incrementando hacia fin de año, lo que representa un 36% de incremento salarial. El acuerdo se trabó durante varios días, por el reclamo de reincorporación de los despedidos de Veraz. Finalmente, algunos de los trabajadores fueron absorbidos por otras empresas, mientras que otros seguirán el reclamo por despidos antisindicales ante la Justicia Laboral.

El cierre de la huelga de 26 días de Puerto Deseado, en medio del crudo invierno patagónico, es, sin dudas, un triunfo de los trabajadores pesqueros y un ejemplo de los resultados de la coordinación para la lucha. La Capeca, el intendente, sus operadores y hasta el STIA tuvieron que recular ante el ímpetu de los huelguistas. La paritaria del 36% de los pesqueros representa seis veces lo acordado por la Federación – lo que representa un buen ejemplo a seguir para todo el activismo de la Alimentación que rechazó ese acuerdo infame.

Una nueva dirección de la clase obrera se forja al calor de la lucha.

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