Vaciamiento del Anses: mujeres, las más afectadas

Escribe Ana Belinco

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Según un informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía, “sólo el 11,2% de las mujeres en edad jubilatoria -entre 55 y 59 años- cuentan con más de 20 años de aportes”. Por lo tanto, al cumplir 60 años, es decir, la edad para jubilarse, solamente 1 de cada 10 mujeres habrá reunido los 30 años de aportes. En la actualidad el 87% de las que se jubilan lo hacen a través de una moratoria.

Las mujeres entre 55 y 59 años suman 1.095.777 (INDEC). De ellas, según los registros de la Seguridad Social Nacional, solamente 122.846 tienen más de 20 años de aportes y podrían llegar a alcanzar los requisitos para jubilarse a los 60 años de edad.

En cambio, 972.931 mujeres no lograrían reunir los 30 años de aportes necesarios a la edad para jubilarse: 147.738 mujeres reúnen entre 10 y 20 años, otras 348.954 cuentan con menos de 10 años y el resto son mujeres con aportes en regímenes provinciales o que carecen de aportes. A estas mujeres, la única opción que les queda es ceñirse a una moratoria, mecanismo que restringe sensiblemente los ingresos jubilatorios, de por sí paupérrimos. En la actualidad hay una moratoria vigente (ley 26.970) que deja afuera del acceso a la jubilación a 240.000 mujeres entre 60 y 65 años ya que permite acogerse a la misma hasta julio de 2022, pero por los aportes no ingresados a la “fecha de corte”, establecida en diciembre de 2003. Esto redunda en que, a medida que pasan los años, las mujeres pueden regularizar por moratoria menos años faltantes y necesitan contar con más años de aportes realizados a partir de 2004.

Siguiendo el informe oficial, “el 85% de las trabajadoras que se jubilan lo hace a través de una moratoria. De este modo, las moratorias previsionales son la principal vía de acceso de las mujeres a la jubilación”. “Cuando se observa el conjunto de las personas que accede a una jubilación con moratoria, el 87,2% se corresponde con los haberes mínimos y el 67,3% de quienes perciben las jubilaciones mínimas son mujeres. Esto genera una brecha de ingresos jubilatorios entre varones y mujeres que alcanza el 34%”.

Quienes no puedan jubilarse a los 60 años deberán esperar a los 65 años para poder acceder a la Pensión Universal para el adulto mayor lo que les permitiría cobrar, sin tener los años de aportes requeridos, el 80% de la jubilación mínima que hoy representa la miserable suma de $13.491.

Precarización laboral y desempleo

En el marco de un crecimiento exponencial de la precarización laboral y del desempleo, el informe señala que las mujeres son quienes enfrentan mayores niveles de informalidad y desocupación con brechas de género de entre 20 y casi 30 puntos porcentuales en relación a la participación en el mercado laboral y sobre los ingresos que perciben respecto de los varones. Las mujeres, además, sufren mayores niveles de precarización laboral, ya que ganan, en promedio, un 29% menos que los varones, brecha que se amplía para las asalariadas informales, alcanzando un 35,6%. Las jóvenes de hasta 29 años superan el 22% de desempleo mientras los varones del mismo rango etario el desempleo ronda el 17,9%.

La deuda o nosotras

El cuadro de pauperización de las mujeres trabajadoras arriba descripto se refleja en un sistema previsional desahuciado. El Estado desangra las cajas del Anses para rescatar al capital.

En un reportaje televisivo Guzmán anticipó lo que está en juego: “Si les damos lo que quieren [a los acreedores], tendremos que afectar las jubilaciones”. Esto no es ni más ni menos que el preanuncio de un intento de imponer una contrarreforma previsional en beneficio del capital y contra las y los trabajadores. Una reforma estructural como la que exigen el FMI y los acreedores implica el aumento de la edad jubilatoria, le destrucción del haber inicial al 40% y, finalmente, convertir a la jubilación en un subsidio asistencial a la vejez desvinculado del salario. AF se posiciona en camino para concluir el proyecto de reforma jubilatoria iniciado con Menem ya que con una pirámide previsional cada vez más achatada se alimentaría la jubilación privada “voluntaria”.

Impulsemos la organización de las y los trabajadores en defensa de empleo genuino, salarios y de nuestras jubilaciones porque, hoy más que nunca, la lucha contra la voracidad capitalista es de vida o muerte.

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