Larreta y Acuña congelan el salario docente

Escribe Darío Molinari

Pongamos en pie organismos distritales, para enfrentar el ajuste.

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El viernes 18 de julio, el Ministerio de Educación de la Ciudad convocó a los sindicatos a una mesa salarial. En esa reunión, a pocas horas del comienzo del receso escolar, el gobierno de Larreta-Acuña informaba su intención de no abonar los $2.200 por cargo, establecidos en la la paritaria vigente. Un maestro de jornada simple que recién se inicia, cobra un salario de $32.800.

El anuncio del gobierno generó un fuerte rechazo en la docencia. Los sindicatos se han pronunciado en contra de la medida y convocado a diferentes acciones, para después del receso. El sindicato UDA, nucleado en la CGT, está llamando a un cese de actividades para el 3 y 4 de agosto. La UTE impulsa a un cese de tareas de 72 horas. Desde Ademys, se está convocando a una asamblea para los últimos días de julio, para organizar el no inicio de clases después de las vacaciones de invierno.

Este ajuste brutal, contra la docencia, se da en el marco del aumento del costo de vida. Según un estudio del Centro de Educación Servicios y Asesoramiento al Consumidor (CESyAC) “en junio una familia porteña necesitó $100.303,95 para afrontar todos sus gastos. De este monto, el 77% fue para contratar los servicios básicos del hogar mientras que el restante 23% se destinó a la compra de productos de consumo masivo” (Clarín, 10/7).

Mientras el gobierno pretende avanzar sobre nuestras condiciones laborales, las conducciones sindicales burocráticas que han rechazado este congelamiento, sin embargo, no han convocado a ninguna instancia de debate con la base docente. Recordemos que, a principio de año, UDA había firmado la paritaria que congeló el básico en $10.891,19, aceptando las cifras fijas no bonificables, de manera inconsulta. La UTE, si bien había convocado a un plenario en el que se votó el rechazo el acuerdo, bloqueó la iniciativa de huelga.

Es necesario que los trabajadores de la educación llevemos adelante un proceso de deliberación y elaboremos mandatos por escuela con un pliego de reclamos, para participar de la asamblea unificada convocada para el 29 de julio por Ademys. En este sentido, es necesario que el activismo nucleado en UTE reclame la convocatoria a plenarios y asambleas de dicha entidad. Al mismo tiempo, llamamos al conjunto de la docencia, independiente de su afiliación sindical, a construir espacios de deliberación en cada distrito, ya sea en forma de asamblea o cuerpo de delegados, para organizarnos y conquistar el aumento de salarios necesario. Tenemos la tarea de poner en pie un plan de lucha por un salario igual a la canasta familia, indexación del salario según la inflación, por el 82% móvil en la jubilación, por actos públicos virtuales bajo control docente.

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