Paola De Simone, una muerte producto de la precarización laboral

Escribe Luisina Montenegro

Tiempo de lectura: 2 minutos

La muerte de Paola de Simone, docente de la UADE, mientras dictaba una clase virtual, conmocionó a toda la sociedad, particularmente a la comunidad educativa. Paola era docente universitaria en la UADE y también en la UBA. En sus redes sociales se puede observar que cursaba síntomas de covid hacía ya cuatro semanas y no desaparecían. "Mi marido está agotado por trabajar tanto en este momento (médico de terapia y emergencias). Llega a más público y daña más", escribió en Twitter.

La muerte de esta compañera se da en el momento más crítico que hemos atravesado en el momento en materia de contagios y muertes por el virus. Esta misma semana los terapistas declararon que se encuentran al límite de sus capacidades, totalmente exhaustos. Las políticas de apertura frente a la pandemia se dan a nivel mundial, en nuestro país el aumento de casos es directamente proporcional a las actividades que se van liberando. Las principales víctimas de esta “apertura” son los trabajadores y trabajadoras.

El caso de Paola es un reflejo de la enorme precarización laboral que rige para los docentes universitarios. La educación virtual significó una multiplicación de las tareas de los docentes y una sobrecarga de trabajo nunca vista, al tiempo que nuestro salario ha sido congelado por el gobierno. Las licencias y dispensas no se respetan y la inestabilidad laboral, producto de la aplicación selectiva del convenio colectivo de trabajo, lleva a que los docentes opten por no pedirlas o solo lo hagan por un tiempo breve. Esta es la situación que lleva a una docente a dar clases a pesar de estar enferma. No se trata de una decisión individual o algún rasgo de personalidad exigente, es un régimen de precariedad y explotación.

Esta catástrofe educativa y laboral se desenvuelve frente a la complicidad de las burocracias sindicales de FEDUN y CONADU que han saludado sin tapujos la política del gobierno nacional. La CONADUH, por su parte, se encuentra en una adaptación creciente (y criminal) al gobierno que se evidencia en la pasividad completa cuando debiera ser el polo de reagrupamiento de la docencia para luchar por las condiciones de trabajo y por un aumento urgente del salario. Urge poner en pie un plan de lucha nacional que lleve a la victoria nuestros reclamos y un congreso de bases que discuta un curso de acción junto a toda la clase trabajadora que está pagando las consecuencias de la pandemia con sus vidas y la de sus familias.

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