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Ha ocurrido un hecho que tiene que llamar la atención de todos los estudiantes de la Facultad de Sociales. La conducción del CECSO, “La UES”, ha convocado a una reunión discrecional para “auto-extender” los mandatos de todas las presidencias de los centros de la UBA. La reunión fue impulsada por la FUBA, donde la UES dirige en una vergonzosa alianza con Franja Morada y el macrismo estudiantil. La misma ha significado, en primer lugar, un atropello a los estudiantes y a los propios centros y sus Comisiones Directivas. La FUBA, y cada presidente, no tiene ninguna legitimidad para ´extender´ los mandatos a sus pares, sino que tiene que ser cada centro el que decida -o no- hacerlo. Sobre Sociales han decidido los presidentes de los centros de Odontología, Medicina, Económicas, Derecho (y otros). ¿Y los estudiantes de Sociales? Bien gracias.
Por supuesto que el argumento que esgrime la FUBA y la UES para su “auto-extensión” reside en la imposibilidad de realizar, este cuatrimestre, las elecciones para el Centro de estudiantes, un hecho objetivo debido al cierre de la Facultad. De todas formas, esto no habilita, de ninguna manera, a ser ellos mismos lo que resuelvan la cuestión. La “extensión de los mandatos” se ha resuelto sin plazo alguno. En Página/12 (28/8) representantes de Franja Morada han declarado que el mismo podría extenderse hasta... septiembre del 2021 (!). La resolución de la FUBA deja en pie un antecedente peligroso.
Un CECSO vaciado frente al gobierno y las autoridades
Por otra parte, en la reunión de la FUBA que dispuso la “auto-extensión” de los mandatos no se discutieron ninguno de los problemas de los estudiantes y docentes. Una extensión de mandato, sin ningún mandato político por parte de los ´representados´, implica en los hechos un vaciamiento de nuestra herramienta gremial frente a los grandísimos problemas que se han profundizado con la ´virtualidad´. La UES, como conducción del CECSO, ha batido todos los récords en evitar una convocatoria a una mínima deliberación estudiantil. No han existido asambleas, ni Comisiones Directivas, mucho menos un plan de lucha para conquistar nuestros reclamos. En una situación, desde todos los puntos de vista, realmente novedosa como consecuencia de la pandemía y la cuarentena, la UES, ha decidido no consultarle a ningún estudiante sobre nada.
El costo de esta inacción del centro lo hemos pagado todos. Cientos de estudiantes han dejado de cursar como consecuencia de la falta de conectividad, pero también de otras problemáticas que ha profundizado la pandemia y la crisis (desocupación, empobrecimiento, etc.). A los docentes los han largado a que se arreglen como puedan, sin recursos, capacitación, ni salario digno. En Sociales sigue habiendo docentes ´ad honorem´, a pesar de todas las promesas del rectorado, dando clases en condiciones extremadamente precarias. La cuestión de los finales ha reavivado “la grieta” entre la deshilachada gestión de FSOC y entre las agrupaciones como la UES y la 15 que van alternando lealtades y posiciones de poder en la facultad. Ninguno ha reclamado lo elemental: aumento de presupuesto, ampliación de la planta docente, recursos para que todos podamos cursar y rendir en formato virtual. Es necesario aclarar que “La 15” ha acompañado la “auto-extensión” del mandato de la UES, a cambio de asegurarse sus lugares en Filosofía, Exactas y Agronomía. Cada uno en lo suyo.
La facultad se encuentra al borde del colapso institucional, político y educativo. La guerra de camarillas discute puestos, rentas y lugares, pero las consecuencias del desfinanciamiento de FSOC la pagamos docentes y estudiantes. A los problemas del derrumbe educativo se le añaden todas las consecuencias que se producen constantemente en esta enorme crisis nacional. La facultad que no puede ni resolver sus cuestiones elementales no ha jugado rol alguno en aportar su enorme material teórico y docente para intervenir en esta crisis. Por ejemplo, no ha cuestionado las proyecciones estadísticos-sociales de la pandemia que son manipuladas políticamente ante la presión capitalista para continuar con la acumulación a pesar del creciente número de muertes. El vaciamiento del CECSO, que ha causado la UES, también implica dejar afuera a los estudiantes de Sociales de todos los hechos políticos que están despertando una enorme deliberación en la clase obrera y la juventud en general.
Desde la UJS y el Partido Obrero Tendencia rechazamos la auto-extensión del mandato de la UES. Contraponemos un funcionamiento mensual de asambleas que, frente a la imposibilidad relativa de elecciones, consulten permanentemente a los estudiantes. Exigimos que la Comisión Directiva del CECSO se reúna y vote en contra de la resolución de la FUBA. La Federación tiene que convocar un Congreso Extraordinario que unifique a todo el movimiento estudiantil de la UBA en la pelea por nuestros reclamos. Frente al segundo cuatrimestre es necesario votar delegados en las comisiones y resolver un plan de lucha por todas las reivindicaciones.