El Plenario del Sindicalismo Combativo y dos actos enfrentados

Escribe Pablo Busch

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La convocatoria a una nueva jornada de lucha del Plenario del Sindicalismo Combativo para el jueves 17 no ha servido para que progrese como canal de expresión de la lucha de la clase obrera. Por el contrario, las alternativas de la convocatoria han expuesto la crisis faccional en la que está sumido el PSC y el proceso de ruptura abierta que se desarrolla en su interior. El resultado es que habrá dos actos, uno en Plaza de Mayo, a las 17, impulsado por el PO (o) e IS, y otro, convocado por el PTS y el MST, en el Obelisco, a las 18. No un frente único de una parte de la clase obrera ni una referencia para el conjunto de ella.

Amor y espanto

La escisión se produce a pocas semanas de que se anunciara con bombos y platillos la incorporación al PSC del PTS y su corriente sindical, el MAC ("Movimiento de Agrupaciones Clasistas"). No duró ni la luna de miel. El PTS lanzó una agitación contra la directiva del Sutna, principal referencia del Plenario, acusándola de cómplice de la patronal de Fate. El ingreso del PTS al Plenario del Sindicalismo Combativo agudizó las disputas faccionales. Aunque el PSC es la “colateral sindical” del Frente de Izquierda, el PTS quiere aprovecharlo para promocionar a Del Caño, lo cual fastidia al PO oficial.

El MST y el PTS propusieron a la Mesa del PSC convocar a una jornada del "Sindicalismo Combativo y la izquierda", es decir anticipar la campaña electoral 2021 del Frente de Izquierda, sin definir un requisito que, para el aparato del PO, es la única diferencia con sus socios – quiénes encabezan las diferentes listas parlamentarias. El correlato de este entrevero es la transformación del PSC en un nuevo “campo de disputas”, como denomina el PTS su método de construcción política. El resultado está a la vista: la moción de apoyar la jornada en una asamblea docente en Mar del Plata fue rechazada. La metodología autorreferencial ha producido un daño no deseado – una disputa por el ´referente´.

Este sainete liquidacionista tiene lugar en medio una situación catastrófica sin precedentes en la clase obrera, de una pandemia que ha llevado a miles de trabajadores al contagio, que ha colapsado al sistema de salud y en especial a sus trabajadores. Las paritarias, los despidos, la reforma previsional, el impuesto a las ganancias, el derecho a la vivienda son solo algunas de las reivindicaciones que están convirtiendo al país en un reguero de luchas. Existe en los hospitales, en las fábricas y en todos los establecimientos de trabajo una nueva camada de miles y miles de luchadores, a la que el PSC no se interesa por interpelar.

La participación en la jornada nacional de lucha es testimonial; la participación de los dirigentes sindicales involucrados será personal. No hubo una declaración común dirigida a las principales fábricas y parques industriales, ni una campaña de cartas abiertas a los demás sindicatos, cuerpos de delegados y trabajadores de base. El PSC ha sumergido en la rutina de los aparatos del FIT a varias de las mejores experiencias clasistas, en nombre de una supuesta “independencia política”, que es sinónimo de auto aislamiento. Esto ocurre en las vísperas de un estallido cambiario y financiero que quedará en el recuerdo. Por de pronto ahí están otra reforma previsional y el congelamiento virtual de paritarias.

Llamamos a acompañar a los trabajadores de la salud del 21 de septiembre y a poner en pie Congresos Obreros de sindicatos y agrupaciones combativas para impulsar una campaña por la huelga general por las reivindicaciones.

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