Paritaria SUTNA: 37% de aumento hasta marzo

Escribe Juliana Martin

Tiempo de lectura: 3 minutos

Después de una maratónica jornada de piquetes, movilizaciones y recorridas, en FATE, Pirelli y Bridgestone, el SUTNA logró arrancar una paritaria que equipara las proyecciones inflacionarias hasta marzo, y que incorpora una cláusula de revisión en caso de que se produzca un desmadre en los precios. Compromete un bono de $7 mil para fin de año. El acuerdo será sometido a consideración de los trabajadores.

La propuesta

La propuesta consiste: un 30% no remunerativo ni contributivo que implica un 37% de bolsillo, pagadero en cinco tramos; el primero, retroactivo a julio, de un 10%; el segundo, un 7% a partir de octubre; el tercero, otro 7% a partir de diciembre; una cuarta cuota en enero del 6% y una quinta cuota del 7% a partir de marzo. Las sumas se incorporarán a los salarios básicos de forma remunerativa en dos tramos, una primera parte del 24% en enero y una segunda parte, del 13%, en julio del año que viene. Todos los incrementos serán tenidos en cuenta para el pago de horas extras, horas nocturnas, adicionales, premios, aguinaldo, licencias, etc. La patronal consigue, con los ítems ‘no remunerativos’, evadir hasta enero y luego julio, sucesivamente, los aportes a la previsión social, lo que es un desconocimiento limitado del tiempo de trabajo. Según consta en el acta de la audiencia, además de la cláusula de revisión en marzo, queda aclarado que, ante circunstancias que modifiquen los parámetros económicos bajo los cuales rige el acuerdo, se establecerá una revisión del mismo. Es previsible que la inflación puede dispararse en cualquier momento bajo las actuales circunstancias económicas y que entonces habrá que actualizar nuevamente los salarios. Dicha cláusula deja sentada una posición, pero la bancarrota generalizada en curso y la amenaza de una mega devaluación adelanta que, en circunstancias explosivas, la patronal incumplirá lo comprometido, alegando ‘fuerza mayor’.

La organización obrera

La semana final de la paritaria fue de una particular intensidad. Las patronales y el ministerio quisieron jugar a la dilación, después de dos meses de negociación paritaria. La respuesta fue una espectacular reacción obrera, que demostró la disposición de lucha que existe entre los trabajadores de las plantas. Incluso a pesar de las dificultades organizativas que provoca la pandemia, el sindicato convocó al estado de alerta y movilización, con piquetes y movilizaciones, reuniones por sector, una importantísima marcha al ministerio de Trabajo y acciones frente a los depósitos de las empresas en Campana y Ezeiza.

Todas las acciones dejaron muy claro que el sindicato estaba dispuesto a llevar el reclamo hasta el final y que los trabajadores iban a dar todo el apoyo a las medidas de lucha. En la última audiencia, el SUTNA fue con el planteo de que, si no había una oferta acorde al reclamo salarial, se iba a ir a una huelga general en todo el gremio, anuncio que suscitó un total apoyo en las tres plantas.

Sin duda, la pandemia dificultó la organización de asambleas generales de todo el gremio. El pedido de reapertura paritaria y su respectivo reclamo salarial fue votado, ante este contexto, primero en reunión general de delegados y después, con un pronunciamiento masivo de firmas que avalaron el pedido del sindicato. Ahora se lanzará una nueva juntada de firmas para llevar a la planta el ofrecimiento de las empresas, lo cual da la palabra final a los trabajadores. Las primeras repercusiones indican una gran aceptación entre todos los compañeros.

El clasismo

La paritaria tiene lugar en un contexto de derrumbe de los salarios, de despidos masivos y de una carestía creciente. La paritaria del SUTNA demuestra la gran relación de fuerzas que establecieron los trabajadores del neumático en la lucha contra la patronal gracias a la recuperación del gremio. El despliegue de la última semana, de una intensidad vibrante y a pesar de las dificultades que impone la pandemia, no sólo demostró una alta disposición a la lucha, más aún, demostró una gran conciencia acerca de la fuerza imbatible que implica la organización obrera.

Es necesario desplegar las velas del clasismo en todos los gremios. La burocracia está llevando a un pozo el poder adquisitivo de los trabajadores, que acumulan bronca, por un lado, y una creciente confianza de clase, por el otro. Las luchas se están desperdigando como la pólvora tanto por el salario como por el repudio a la irresponsabilidad patronal que, ante el Covid, sin protocolos adecuados, ha sido responsable de miles de contagios y de muertes. El SUTNA se ha ganado una autoridad en todo el movimiento obrero.

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