Escribe Matías Cisneros
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La agrupación Trabajadores de Metrovías (ATM) desarrolló días atrás un plenario abierto, al que fue invitado Jorge Altamira.
La exposición de Altamira tuvo como punto de partida el entrelazamiento de la pandemia con la crisis capitalista. El rescate estatal a empresas y bancos que han desviado esos recursos a la especulación financiera, contrasa con el derrumbe de los sistemas de salud, y el severo agravamiento de las condiciones de vida para los trabajadores. Destacó en este cuadro la importancia de interesar a la vanguardia de la clase obrera y amplias capas del movimiento obrero en un planteo socialista. La actual crisis no sólo cuestiona las relaciones sociales existentes sino también a la propia relación del ser humano con el medio ambiente. Altamira subrayó la importancia de un programa de salud, vivienda y educación, y lo vinculó a la lucha de Guernica. Propuso una campaña de plenarios y asambleas, seguidas de pronunciamientos, para verificar a través de una lucha práctica la posibilidad de desarrollar coordinadoras y marchar a un congreso de trabajadores.
Debate
Varios compañeros expusieron los debates que se desarrollan en el subte y el sindicato. Se señaló el peligro que entraña la ofensiva aperturista del transporte, por parte de la patronal y el estado. El sindicato, integrado al kirchnerismo, aisla las acciones de lucha, como ocurre especialmente con el largo combate contra el asbesto. .
Se discutió la importancia de vincular el desarrollo del programa reivindicativo.
La estrategia de la patronal de Metrovías empalma con el reclamo general de muchos capitalistas en Argentina y el mundo hacia la apertura indiscriminada. A ello, se añade la ausencia completa de testeos, además del colapso del sistema de salud y la precarización en los lugares de trabajo. La patronal explota el cuadro general de la pandemia para avanzar contra las conquistas laborales, salariales y jubilatorias. Es así que flexibiliza condiciones elementales de seguridad e higiene, tanto en materia de asbesto como de las prevenciones necesarias ante el Covid-19, dos problemas que están asociados y se retroalimentan. En el subte, hay al menos 7 muertos por Covid y 32 afectados por asbesto ya confirmados. La patronal, se ha negado a conformar un comité mixto de seguimiento del Covid y rechaza la elaboración de protocolos propios de los trabajadores. Ante la conversión del 40% de nuestro salario a no remunerativo por un acuerdo Metrovias-UTA, el sindicato se ha limitado a una presentación judicial. Tampoco plantea hasta el momento una respuesta de conjunto frente la ofensiva aperturista de la empresa.
En relación al debate sobre los Protocolos contra el Covid, se tomaron como antecedentes a la lucha por la 6 horas por insalubridad, y al desarrollo de la lucha contra el asbesto. Se subrayó la necesidad de implementar un control obrero. El sindicato se abstiene de la necesidad de generar y luchar por protocolos sanitarios propios, en nombre de la responsabilidad que en ello le cabe a la empresa. Pero admitir las normas patronales de una empresa que lucró 10 años arrebatando la jornada de 6 horas con la privatización, y envenenó durante 17 años con asbesto los pulmones de los compañeros, es criminal. Por ello quedó planteado profundizar una campaña por el control obrero de los lugares de trabajo con vistas al asbesto-covid. Se trata de una tarea fundamental, rechazando al mismo tiempo la ofensiva aperturista.
Se planteó que existe un recambio generacional, con muchos compañeros que no han vivido ricas experiencias como la pelea por las seis horas, pero que al mismo tiempo vienen con fuerza e inquietud. Un programa que asocie las reivindicaciones urgentes a los métodos de lucha históricos del subte es el camino para fusionar a las diferentes generaciones.
Como tarea principal, quedó planteada la elaboración de un pronunciamiento programático por un congreso de trabajadores. Allí, desarrollaremos nuestro planteo contra la apertura indiscriminada, en defensa de la vida, por la desabestización del subte, por las medidas necesarias para prevenir la propagación del Covid, en defensa del salario y los aportes jubilatorios. Y planteando una salida de conjunto que ponga el centro en las necesidades de la clase obrera.
Al mismo tiempo en el plenario se ratificó la campaña por una asamblea general de Línea B y de todo el subte, en defensa de una posición de frente único de lucha por nuestras reivindicaciones.