Paritaria de Peajes: a la baja, sin retroactivos ni bono de fin de año

Escribe Marina Mendieta

El robo del siglo.

Tiempo de lectura: 2 minutos

Luego de nueve meses de espera, SUTPA anunció el cierre de las paritarias solamente en dos corredores viales (Autopistas del Sol y Autopistas del Oeste), pertenecientes al mismo grupo económico. Fue un anuncio sin acuerdo firmado, en el aire, y la noticia fue comunicada ni más ni menos que por Facundo Moyano en persona, quien aprovechó la oportunidad para presentar su regreso al gremio.

La noticia, bastante confusa y poco clara, consistiría en un aumento de 30% en cuatro cuotas -pagaderas en octubre, enero, marzo y mayo- no acumulativas. Sólo la primera cuota del 8% será retroactiva a junio del 2020.

Comparando la inflación y la paritaria del Sutpa en los últimos dos periodos muestra el atraso del salario respecto de la inflación, superior al 10%.

A esta situación se suman nuevas confiscaciones: por un lado, el aumento produjo un impacto importante en ganancias (eufemismo para “impuesto al trabajo"), generando descuentos de hasta $25.000; y por el otro, el bono de fin de año, que se venía pagando desde el 2007 por un monto igual o similar al medio aguinaldo de diciembre, no se pagará este 2020.

Como se ve, un robo consumado sin asambleas ni plan de lucha, que nos deja lejos de conquistar un acuerdo paritario a la altura de la emergencia económica que la clase trabajadora de las autopistas -y el movimiento obrero en general-, sufre a la par de la emergencia sanitaria.

En el peor momento económico y epidemiológico, la burocracia sindical ha entregado a los trabajadores del sector y a sus familias para bancar a las patronales y sus “pérdidas”.

Protocolos a medida de las patronales

El cierre de la paritaria trajo aparejada, además, la vuelta al trabajo de manera casi normal, con la pérdida casi total de los protocolos de seguridad. Este hecho también causó una importante preocupación entre los trabajadores, ya que los protocolos no se respetan y las medidas no están garantizadas en ningún aspecto por la patronales. El entrecruzamiento del personal según las necesidades operativas hacen al sector un foco epidemiológico en potencia, por la características de las actividades laborales diarias. El Sutpa, por omisión o por complicidad, tolera la liquidación de las cuarentenas en nombre de la rentabilidad empresarial. Aunque como venimos explicando, a la hora de las paritarias no se puso arriba de la mesa que la actividad de peajes y afines se declaró actividad esencial (sic). Es decir, prácticamente no paró de trabajar durante la cuarentena.

Próximas peleas: automatización y puestos laborales

Al problema salarial y sanitario los trabajadores del sector debemos sumar las consecuencias de la automatización de los peajes. Es decir, la obligatoriedad del pase en autopistas y la consecuente vacante de varios puestos de trabajo humano. Hoy en día la modalidad ya reúne al 80% de vehículos pasantes con esta modalidad, lo que preanuncia, de no organizarnos, la pérdida de muchos puestos de trabajo.

Pongamos de pie una dirección en el sindicato que esté a la altura de las necesidades de sus trabajadores, y no de proyectos personales filo empresariales.

Por asambleas deliberativas que fijen un plan de lucha para detener la confiscación que las empresas junto a sus socios gremiales, quieren imponer al conjunto de los trabajadores de autopistas y sus familias.

Por el salario y la recuperación del poder adquisitivo.

Basta del pedaleo permanente que pone en riesgo nuestra integridad física y laboral, y de todos los trabajadores de la actividad y sus familias.

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