El movimiento obrero ante la catástrofe capitalista

Escribe Pablo Busch

El debate de la 2° conferencia del Partido Obrero (Tendencia).

Tiempo de lectura: 14 minutos

Luego de más de nueve meses de pandemia, cuarentena, paralización de la industria, decretos de regulación laboral y medidas de asistencia social, ¿cuál es el balance general que emerge para el movimiento obrero, cuáles las perspectivas de conjunto? Este período de crisis excepcional ha restringido fuertemente la movilización de los trabajadores, pero a la vez abierto nuevas expresiones y modalidades de lucha.

La prohibición de despidos, por parte del Gobierno, fue pasada como alambre caído por las patronales. El saldo de la pandemia deja la friolera de más de 3,75 millones de puestos de trabajo perdidos, mientras continúan los cierres y despidos de hecho. Se ha pasado de las suspensiones al 75% del salario, pactadas por la UIA y la CGT, a las paritarias a la baja, con salarios por debajo de la línea de pobreza. La finalización del IFE ocurre en medio de números de pobreza que en el mes de octubre superó el 50% de la población. De los aumentos por decreto de las jubilaciones, claramente confiscatorios de cara a la desvalorización que sufrieron en 2018/9, se proyecta una nueva reforma de la movilidad previsional en perjuicio de los jubilados. Ya antes de la pandemia, el ministro Guzmán, mientras negociaba la reestructuración de la deuda pública, aseguraba que la movilidad jubilatoria era el factor principal de la inflación en Argentina.

La irrupción del Covid sorprendió a las masas y desorganizó sus condiciones de vida y de trabajo. Las luchas, sin embargo, no se hicieron esperar. La difusión de los contagios en los barrios y en los lugares de trabajo conmovieron a los trabajadores, en medio de la completa ausencia de testeos y seguimiento de contagios por parte de las autoridades. Las luchas tuvieron lugar en la salud y en la educación; los trabajadores de salud consiguieron el reconocimiento del Covid como enfermedad laboral, y los de la educación el bloqueo a la presencialidad. Fueron ocupados centros de salud, en varios casos con victorias. Fueron inaugurados métodos de lucha nuevos, como las huelgas virtuales, y se abrieron paso a instancias nuevas de coordinaciones en las movilizaciones autoconvocadas en distintas provincias. La lucha por la defensa de la salud obrera apareció por primera vez, como cuestión de conjunto, en la historia del movimiento obrero argentino, a la que luego seguiría la cuestión de la vivienda.

Los paros y medidas de fuerza fueron generalizados: primero para obtener elementos de protección, por la no esencialidad de algunos rubros, por la implementación de protocolos y modalidades de trabajo, y también ante los contagios masivos por el colapso de los métodos implementados por las patronales. En Timbúes, municipio industrial exportador de Santa Fe, se produjo la primera huelga contra la presencialidad en labores no esenciales; se produjeron numerosas huelgas en municipales y del transporte en las principales ciudades del interior del país, ocupaciones de fábricas muy importantes como Bed Time, Sedamil, conflictos mineros, en la pesca, entre los portuarios y el Sutna. Los docentes de Amsafe organizaron manifestaciones muy importantes, antes y después de la irrupción del virus. En CABA hubo asambleas virtuales masivas para enfrentar la “vuelta a las aulas” de Larreta y el ministro Trotta.

El pasaje de los principales distritos del país de la fase de aislamiento (ASPO) a distanciamiento (DISPO) agudizó las presiones por la normalización completa del servicio de transporte, así como por el retorno a clases . Se desencadenó con fuerza el reclamo de las patronales y de sus partidos por la llamada ´reapertura de la actividad´, que ha sido en todo el mundo el santo y seña de la clase capitalista. Las patronales han reforzado la presión para eliminar las licencias y el retorno a las fábricas de los trabajadores de riesgo. En numerosos lugares de trabajo se ofrecen retiros “voluntarios” a trabajadores licenciados.

Bajo el paraguas de los subsidios y asistencias por la pandemia, la burocracia sindical ha colaborado activamente con las patronales para reducir el salario real. El ´premio´ para esta complicidad de la CGT han sido los miles de millones de pesos de subsidios a las Obras Sociales sindicales. El salario de la mayoría de los convenios ha quedado por debajo de la línea de pobreza ($50.000 en octubre de 2020), aún luego de las paritarias; la mayoría fueron postergadas a través de acuerdos por tramos o sumas no remunerativas. Los analistas patronales hablan de una posible balcanización de las paritarias, o sea su liquidación de hecho. La resistencia de la base se expresó en la UTA, en Empleados de Comercio, en el Seguro,en UATRE, Panaderos y en la propia UOM.

El nuevo salario mínimo ha quedado en un 40% de la Canasta de Pobreza ($16.879). El ministro de Trabajo dio la nueva interpretación de lo que es el salario mínimo: “El salario mínimo vital y móvil digno es aquel que los capitalistas puedan pagar”, declaró Moroni. Por su parte, la franja de trabajadores que supera el límite de pobreza es afectado por el Impuesto a las Ganancias. Luego del decreto anti-despidos, el índice de desocupación pasó del 10,4% al 13,1%, el numero más alto desde 2004. Un porcentaje ficticio, de todos modos, porque no contabiliza a cuatro millones de personas que cesaron de buscar trabajo.

En este marco se produce la eliminación del IFE – que llegó a alcanzar a 8 millones de personas. Las ocupaciones de tierras fiscales y baldías que se produjeron tanto en Guernica como en varias provincias, son la respuesta inmediata de la clase obrera a esta crisis humanitaria. Los planes de vivienda del Gobierno a través de los créditos Procrear son un vaso de agua en el mar; planean brindar 100 mil soluciones de vivienda en 4 años, cuando el déficit habitacional no baja de los 4 millones de viviendas. Estos planes, de todos modos, están condicionados al ajuste del gasto que se discute con el FMI. El negociado capitalista que se significa la rezonificación de una parte de Boedo salió, en cambio, como por un tubo, impulsado por los clanes del kirchnerismo. Involucran decenas de millones de dólares.

Estos ataques contra el movimiento obrero encierran una situación contradictoria, porque parte de un gobierno débil y dividido, que recurre para sus propósitos a la estafa y al engaño, a la colaboración política de la pequeña burguesía ´nacional y popular´ (incluida la que dirige diversas ´organizaciones sociales´) y, por supuesto, a la complicidad de la burocracia de los sindicatos. El intento de establecer gobiernos de ofensiva capitalista ha fracasado, como lo demuestra lo que ha ocurrido con Macri, Piñera, Áñez y Bolsonaro. Existe un debilitamiento generalizado de los gobiernos de ofensiva, como resultado de la incapacidad para lidiar con la crisis mundial tomada en su conjunto – que reúne la crisis de salud, la quiebra de las finanzas públicas y la ruptura del equilibrio político internacional, que se acentuó con la crisis de 2007/8. La contradicción entre las políticas de ´ajuste social´, por un lado, y la debilidad de los gobiernos de derecha, por el otro, desemboca en rebeliones populares y en una agudización del impasse de los regímenes políticos en su conjunto. Esta conclusión es absolutamente vital para determinar la situación concreta de la lucha de clases, en oposición al impresionismo que cacarea acerca de ”la iniciativa estratégica de la burguesía”, para pasar enseguida a señalar “olas de rebeliones populares”, que se repiten a si mismas, sin alterar la situación histórica presente en su conjunto.

La política revolucionaria hacia el movimiento obrero debe partir de la crisis de dirección del proletariado, que de un lado se manifiesta en la capacidad de regimentación que aún conservan los aparatos integrados al estado y, del otro, en la adaptación democratizante al estado capitalista por parte de la inmensa mayoría de la izquierda mundial. Para esta izquierda, la crisis capitalista ofrece la oportunidad para un ascenso parlamentario, no de una lucha revolucionaria. Es necesario explotar a fondo las contradicciones señaladas para crear fuertes núcleos socialistas y revolucionarios en los lugares de trabajo, para preparar a las masas para el período de luchas que abre toda la crisis. En Argentina no existe aún una situación revolucionaria o pre-revolucionaria, pero ella esta inscripta en esta etapa. Hacia ella debe apuntar todo el trabajo político socialista.

Nuestra política

En todos los sectores de las masas se desarrolla un movimiento de lucha y de organización al margen de los aparatos sindicales. Ni en BedTime, por un lado, o Guernica, por el otro, estuvieron presentes los aparatos, sean sindicales o ´sociales´. Tampoco en Minetti o en metalúrgicos (Acindar) o alimentación, en teléfónicos o Metrovías. Lo mismo vale para la lucha de docentes y de los trabajadores de la salud. En diversos provincias se han desarrollado organizaciones auto-convocadas, que se han consolidado en el tiempo. En Chubut asistimos a un repetido movimiento de rebelión popular. No estamos ante fenómenos episódicos sino a una tendencia de conjunto. El ala ´anti-burocrática´ del kirchnerismo ha sido parte de los aparatos de freno. La experiencia acerca de la tentativa de ´nacionalizar´ Vicentin ha sido muy instructiva, porque la dirección sindical de aceiteros abandonó su propia lucha apenas el gobierno archivó el asunto. El desenlace de la crisis de Vicentín, mientras tanto, marcha hacia una mayor concentración en manos extranjeras y a una ´racionalización´ de los planteles de trabajo.

La ampliación y la generalización de este movimiento, debe ocupar el centro de la actividad en el movimiento obrero. Coordinadoras, autoconvocatorias, organización de huelgas, se encuentran a la orden del día, acicateadas por el derrumbe sin precedentes de salarios y jubilaciones. En oposición a la propaganda abstracta contra ´el ajuste´ o el FMI, que contrapone a la política económica del capital una supuesta alternativa económica de la izquierda o nacionalista, el eje pasa por las reivindicaciones – en primer lugar un aumento general inmediato de salarios y jubilaciones. ´De dónde sale la plata´ es una disputa política de otro alcance, una disputa de poder, que sólo se plantea concretamente con una clase movilizada. Mientras los gobiernos, en todo el mundo, convertirán la aplicación de la vacuna en una tentativa de recomponer autoridad, en el movimiento obrero debe servir para una lucha amplia de recuperación de conquistas – en primer lugar salarios y jubilaciones.

La consigna de un congreso del movimiento obrero debe apoyarse en este desarrollo de autoconvocatorias y coordinadoras. No es un trabajo paralelo al sindicalismo oficial, porque no existe una muralla china entre las iniciativas de acción que se desarrollan en los lugares de trabajo o localidades, y el movimiento obrero tomado en su totalidad. Solamente la práctica indicará la relación entre uno y otro. Para impulsar este proceso y desarrollar una conciencia política, es que impulsamos reuniones, plenarios y conferencias que desarrollen pronunciamientos concretos en esta dirección, y anuden relaciones organizativas. La Conferencia del Partido Obrero (Tendencia) debe elaborar un programa sucinto de reivindicaciones transitorias para impulsar en forma concreta esta campaña.

Este planteo clarifica las divergencias que nuestra Tendencia tiene con el Plenario Sindical Combativo, que se ha autoproclamado la vanguardia de la clase obrera, y su referencia política. Se trata, en primer lugar, de un abordaje burocrático de la crisis de dirección del movimiento obrero, porque una vanguardia real se esfuerza siempre en abrir nuevos canales para que transiten las masas, y nunca la imposición de uno preestablecido. El PSC es la expresión superestructural de los sindicatos que representa o dice representar, no la expresión de las decisiones soberanas de sus bases. Por eso no ejerce influencia en otros sectores de la clase, ni se distingue por la iniciativa en la inmensa mayoría de las luchas que han tenido lugar. De otro lado, adolece de un defecto de perspectiva política, porque opera como auxiliar del FIT-U, que desarrolla una estrategia parlamentaria y, encima, se encuentra atravesado por una exacerbada lucha faccional. Para demostrar lo contrario de lo que aquí sostenemos, el PSC debería convocar a su propio congreso de bases. La posición auto-proclamatoria, sumada a la lucha faccional, opera como un factor de desmoralización y liquidacionismo en el activismo del movimiento obrero.

Las luchas con que las masas han enfrentado la crisis de conjunto y los retrocesos sociales impuestos en el marco de la pandemia, vinculan las reivindicaciones transitorias relativas al salario la jubilación, la salud, la vivienda y la educación con la huelga general. Una agitación por esas reivindicaciones que no tenga la perspectiva de la huelga general, se convertirá en rutina. La huelga general plantea, a su vez, el desarrollo a fondo de la tendencia que hemos señalado más arriba: las autoconvocatorias, las coordinadoras, los plenarios y los congresos de bases.

La Conferencia deberá establecer iniciativas para el desarrollo de esta campaña, impulsando debates públicos, entrevistas a activistas, pronunciamientos y plenarios regionales: la campaña por un Congreso Obrero, entendida en estos términos, es un eje estratégico.

Nuestra intervención

Impulsando este programa, a través de la lucha y la agitación política, hemos desarrollado agrupaciones clasistas. Se verifica un progreso en grandes fabricas metalúrgicas y en decenas de talleres de la UOM, un progreso en el Subte, donde activistas de mucha importancia están desarrollando un trabajo de frente único. Es un objetivo desarrollar una agrupación en el gremio plástico; hay una agrupación en la alimentación, núcleos de activistas en UTA en varios lugares del país. Se perfila la constitución de un sindicato clasista de Radio nacional en todo el pais. La Tendencia está presente, como agrupación en Foetra; en internas y en Call Centers y supermercados. El campo de intervención abarca vitivinícolas, pesca, Smata, Correos, Camioneros, Atilra, entre mineros del NOA, el citrus de Tucumán, entre los azucareros, los textiles de Chubut; agrupamos a centenares de docentes en todo el país, y docentes universitarios y vamos por la formación de una agrupación nacional de estatales que tiene como base importantes reagrupamientos en delegados y juntas internas en CABA, provincia de Buenos Aires, el NOA y Santa Fe. Tenemos un importante núcleo militante agrupado alrededor de Jubilados Clasistas, que vienen realizando un esfuerzo militante, -con charlas y actividades- por vincular el reclamo previsional con los sectores activos del movimiento obrero. En Salud hemos tenido un aporte sistemático a Política Obrera, contamos con contactos y con delegados y juntas internas de distintas provincias, y hemos reagrupado una importante periferia en nuestros plenarios de Tribuna de Salud Tendencia que ha sacado numerosos materiales, intervenido sistemáticamente en las acciones de movilización, e impulsado en forma sistemática la coordinación de los diversos sectores de la salud en lucha. En Acindar se avecinan elecciones en la UOM de Villa. Podemos decir que desarrollamos un trabajo amplio en los principales centros siderúrgicos.

En el Subte de Buenos Aires, nuestros compañeros desarrollan una lucha consecuente en relación al COVID en el transporte, en relación a las paritarias, y la lucha contra el asbesto.

La situación del gremio de la Alimentación es un polvorín: entre las paritarias del 6% y los contagios masivos de Covid por los protocolos truchos de las empresas, han habido paros en fábricas de todo el país. Es una gran oportunidad para desenvolver la actividad de la Naranja. Hay en agenda tres procesos electorales

En Telefónicos, la directiva de Foetra ha liquidado el proceso de las asambleas generales. Con acuerdo de las empresas utilizó la bolsa de trabajo para intentar reforzar a la burocracia de una directiva. La directiva pasó el gobierno macrista sin ningún conflicto, profundizando la desmovilización del gremio. Tenemos el desafío de la lucha que se abrirá por el encuadramiento de los trabajadores de Cablevisión entre el SATSAID y Foetra. A principio de la cuarentena la directiva firmó con el Gobierno, las empresas y el SATSAID (Sindicato Televisión) la entrada en domicilio de los reparadores, pero una rebelión en la base del gremio lo hizo recular y desconocer lo que había firmado. Está delante la lucha por el salario que viene en picada y la demora en cerrar la paritaria.

Entre los gremios del transporte, hemos participado en la lucha de los tercerizados del FFCC San Martín; estamos en el Roca con un agrupamiento de compañeros de trafico, y compañeros y relaciones en el tren de la Costa, el Belgrano, el Mitre y el Sarmiento. La agrupación saca regularmente un boletín y tiene relaciones fluidas con los distintos agrupamientos.

El trabajo sobre el movimiento obrero tiene uno de sus capítulos más importantes en el cordón industrial de la Zona Norte. En el proceso de formación de la Tendencia se definieron por nuestras posiciones numerosos delegados. Estamos en la interna del Inti (donde se ha desatado una crisis del aparato del PO).

Aún en medio de la pandemia asistimos a dos procesos de ocupaciones: la primera, la de la fábrica Bedtime, con un triunfo parcial. En segundo lugar, la ocupación del Sanatorio Plaza. En la zona norte existe una amplia vanguardia de trabajadores, con los cuales tenemos una relación y con quienes establecemos una cierta coordinación a través del Encuentro de Zona Norte. En definitiva, en Argentina hay una vanguardia obrera concreta, real, actuante, que convertida en militante cuartainternacionalista será una dirección revolucionaria.

En docentes, el año estuvo recorrido por intensas luchas, mediante un proceso de auto convocatorias e iniciativa de los gremios combativos, en defensa del salario y las condiciones laborales. Las más desatacadas se dieron en Santa Fe, Misiones, Chubut, Catamarca, Chaco, mediante apagones virtuales y caravanas. En Mendoza, el gobernador tuvo que archivar una ley privatista, luego de dos caravanas históricas de la docencia, que reunieron a 20 mil personas.

La burocracia sindical kirchnerista que dirige el gremio se encuentra integrada políticamente al Estado y ha actuado en todo el período sin el mandato de sus bases. Firmaron la clausura de la paritaria nacional y “protocolos” de trabajo sin la mínima consulta a sus afiliados. En Santa Fé, Sonia Alesso, llegó hasta a modificar el estatuto del gremio para hacer pasar un acuerdo salarial ruinoso. La CTERA tempranamente tuvo que pronunciarse contra el intento de avance en los regímenes “especiales” jubilatorios docentes y recientemente contra la última resolución del consejo federal de vuelta a clases, el “semáforo” de Trotta. La renuncia de la Vice Ministra de Educación Adriana Puigróss ha sido el reflejo de una crisis “por arriba”, pero también “por abajo”. La izquierda de un modo general en vez de recorrer y explotar todas estas contradicciones ha optado por una política autoproclamatoria (PSC) y fuertemente parlamentarista (campaña en apoyo al proyecto de ley del impuesto a las grandes fortunas del FIT-U), que ha tenido el resultado de un debilitamiento como referencia política de la docencia combativa. Especialmente esto se refleja en los Sutebas Multicolores. Los plenarios provinciales de delegados con mandato fueron reemplazados por reuniones entre agrupaciones, en donde se reflejaron todas las disputas faccionales del PSC. Los paros “virtuales” y las acciones presenciales no pasaron de la marginalidad, y no contó en ningún caso con la participación de la docencia más allá de los aparatos partidarios del FIT-U.

El año que viene, la burocracia celeste pondrá en juego su mayoría y la izquierda las seccionales recuperadas de SUTEBA También hay elecciones en sindicatos docentes de Misiones. Luego vendrá el turno de las de CTERA, a nivel nacional. Las elecciones estarán cruzadas por el intento del gobierno de regresar a las aulas, por el debate paritario y por una reforma previsional. Estos tres ejes deberán formar parte de una campaña en todos los gremios en donde intervenimos.

Estamos presentes en Buenos Aires, CABA, Santa Fé, Tucumán, Misiones, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba. Y un núcleo más pequeño en Chaco, Entre Rios, Neuquén y Chubut. En la última campaña financiera realizaron su aporte a la tendencia uno 350 docentes de todo el país. Hemos recolectado más de 700 adhesiones. Un gran porcentaje de estas provienen de la provincia de Buenos Aires. Un resto de CABA y Santa Fe.

En estatales es vastísimo el campo de militantes y relaciones que tenemos en en todo el país, con responsabilidades en casi una decena de juntas internas y relaciones en mas de 40 hospitales, Para la campaña logramos 350 aportes.

ATE esta en un estado permanente de deliberación. La entrega brutal de la peor paritaria de la historia del gremio ha dejado un proceso de paros y movilizaciones y reclamos de todo tipo en los sectores por salarios,premios pases a planta y protocolos que la burocracia Verde de Godoy y la Verde Blanca de los K tienden a poner paños fríos a cada uno de estos conflictos con el consabido recurso de un acto ,una movilización y algún paro aislado que no verifica nunca su cumplimiento.

Elecciones sindicales

Una cuestión sobre la que la Conferencia deberá tener particular atención es al proceso de elecciones de delegados y sindicatos que puede abrirse cuando se levante la suspensión de “asambleas generales de gremio y elecciones sindicales” que rige por una resolución del Ministerio de Trabajo desde el inicio de la pandemia. La proximidad de elecciones en ferroviarios en delegados y juntas internas de ATE, en docentes -en provincias y en la Ctera-, en Alimentación, Sipreba, AGD-UBA, Conadu(h), Foetra, Sadem, algunas seccionales bancarias y en Adiuc.

Nuestra Tendencia no es un grupo más en la izquierda. Nos distingue políticamente haber puesto de manifiesto la fuerte deriva democratizante en el conjunto de la izquierda y la tendencia a la integración parlamentaria al Estado. La crisis histórica del PO consiste en el pasaje del aparato partidario a las posiciones que el PO ha combatido históricamente. El activismo obrero necesita entender esta crisis y el lugar histórico del PO (Tendencia). De otro modo no se formará una vanguardia obrera socialista. Adaptamos nuestra forma de trabajo a las condiciones en los sindicatos y en el movimiento obrero, desde una posición socialista, no desde una posición sindicalista. El pasaje a una perspectiva revolucionaria está condicionada, en su aspecto estratégico, al desarrollo del Partido Obrero (Tendencia) y a la victoria de la continuidad histórica del Partido Obrero.

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