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Los médicos de la provincia de Buenos Aires irán al paro por 24 horas el miércoles 25 de noviembre, reclamando mejores salarios y descanso por la pandemia, junto a un pliego de reivindicaciones. Se trata de la primera huelga de los médicos bonaerenses desde la pandemia y desde que asumió el gobernador Axel Kicillof. Sus salarios están terriblemente atrasados frente a la inflación. En octubre, el gobierno provincial propuso un aumento del 14% al básico de la paritaria de la administración pública y un incremento similar de las bonificaciones para llegar al 14% de bolsillo, para luego levantar las negociaciones de manera unilateral. Ninguna estimación ubica la inflación para este año por debajo del 40%.
La CICOP, la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires, anunció que paralizará la atención en los 80 hospitales públicos provinciales. Representa a más de 13 mil profesionales de la salud en los hospitales públicos bonaerenses y también en los centros de salud provinciales, además de hospitales municipales y el Hospital Posadas.
Los profesionales de la salud de la Provincia se sienten “desbordados ante la prohibición de las licencias para poder tener un mínimo descanso en la pandemia” y también exigen “una urgente recomposición salarial que aleje los salarios de la pobreza, ya que el sueldo de un ingresante con 36 horas de trabajo es de 50 mil pesos, al límite de la pobreza de la canasta básica del INDEC” (ídem). El jueves 12 el sindicato había hecho una caravana por las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con sus reclamos, que confluyó con otras organizaciones de trabajadores de la salud de CABA y del Hospital Garrahan, frente al Ministerio de Salud de la Nación. Antes se habían movilizado a La Plata. La lucha de los médicos bonaerenses se suma a las asambleas masivas de los hospitales porteños, la lucha de los residentes, concurrentes, de enfermería, personal de planta y la movilización del 17N que conforma una verdadera rebelión sanitaria en marcha.
La huelga se resolvió en el congreso gremial este fin de semana. Entre las resoluciones se encuentra una convocatoria al sector de Enfermería y unificar los reclamos. “El Congreso de Delegadxs del sábado 21 de noviembre resolvió, por amplia mayoría, la realización de un Paro de actividades de nuestro sindicato para el próximo miércoles 25. Motivado por la falta de convocatoria a la continuidad de la paritaria por parte del Gobierno provincial, lxs delegadxs expresaron el profundo malestar existente en hospitales y centros de salud, producto de un destrato que es inentendible luego de ocho meses de estar enfrentando con compromiso y responsabilidad una pandemia de características inéditas” (CICOP, circular 46). La definición llega luego de haber agotado todas las instancias de diálogo.
Anunciaron el carácter activo del paro, pero con acciones locales y regionales. Reclaman una propuesta integral que incluya tanto un aumento de salario sustancial, como el resto de las cuestiones, entre ellas, las licencias de descanso, junto a un extenso pliego de reclamos (inforegion, 24/11).
“La oferta formulada, un 14 por ciento de aumento de bolsillo a noviembre con reapertura en diciembre, pone al sueldo inicial en $ 51.700, muy lejos de lo que debiera ser el salario de un profesional ingresante a la Carrera. La inflación sigue incrementándose -3,8 % en octubre, 26,9 % acumulada en 2020-, por lo que las necesidades van en el mismo sentido. En lo salarial, hay que atender al menos dos cuestiones: el bajo monto del ingreso inicial y el achatamiento de la pirámide, ambas problemáticas que deben abordarse con voluntad de resolución” (ídem).
El pliego de reivindicaciones incluye temas muy importantes como el desgaste, el pase de guardia a planta en un tiempo determinado, las guardias de 12 horas, y el tema previsional. “se tienen que retomar las reuniones para avanzar en la definición del nuevo Reglamento para el funcionamiento de las Residencias, con la incorporación de los derechos que les asisten como trabajadorxs. La jornada laboral de ocho horas, el destaque del componente formativo-asistencial con las condiciones adecuadas para ello, el involucramiento de lxs residentes en las decisiones que lxs tienen como protagonistas, los aportes previsionales, la continuidad en el ingreso a la Carrera Profesional son, entre otras, cuestiones pendientes que deberían plasmarse en la nueva normativa” (CICOP).
También se reclaman licencias: “desde marzo, por la emergencia sanitaria, se suspendieron todas las licencias”, indicó Marta Márquez, titular de la CICOP. “Se trabaja, el horario completo, se trabaja en unos casos más, en los momentos más difíciles de la pandemia, y también el tema es que el trabajo no ha sido el mismo durante la pandemia, aunque sean las mismas horas, porque la angustia, la sobrecarga, la sobre exigencia, el miedo a contagiarse, los compañeros y compañeras que salen del sistema porque están contagiados, los que han fallecido, aquellos que no pudieron reincorporarse porque les quedaron secuelas, es una situación muy complicada y que a esta altura se siente en la cabeza de los compañeros y compañeras” (Andigital, 23/11).
Los bajos salarios hacen que los trabajadores de salud tengan que tener dos, tres o cuatro tareas en diferentes centros sanitarios u hospitales. El régimen de guardias abona el desgaste (“burn out”), que se incrementó de sobremanera durante la pandemia. Al suspender las licencias y evitar centralizar el sistema sanitario y organizar racionalmente la distribución de la fuerza laboral, se estimula la crisis sanitaria en vez de combatirla, lo que puede acelerar los contagios intrahospitalarios y el colapso del sector, de cara a una posible segunda ola en pocos meses. Está planteada la unificación de todas las luchas frente a la crisis sanitaria en la perspectiva de una huelga general que imponga los reclamos de los trabajadores de salud.