Reapertura de paritarias en la UOM: por congresos seccionales con mandato de asamblea

Escribe Christian Miguez - Miembro de la Comisión Interna Acindar Villa Constitución

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Esta semana se reanudan las discusiones paritarias a nivel nacional y la burocracia de la UOM ya no puede contener la bronca de los trabajadores, como se ha manifestado en varias seccionales, tras haber cancelado nueve meses de aumento por un bono no remunerativo de $30.000 en cinco cuotas ($5.670 de bolsillo por mes, que además tampoco llegó a la totalidad de los metalúrgicos).

“La pandemia nos retrasó los salarios y quedaron muy bajos”, declaró Antonio Caló. El secretario general del gremio utiliza como excusa la pandemia para ocultar el desbarranque salarial que venimos padeciendo los metalúrgicos desde hace años.

Actualmente el piso salarial mensual bruto de un metalúrgico -o Ingreso Mínimo Global de Referencia, el IMGR, que abarca a la inmensa mayoría del gremio- es de $27.946. La culpa de este salario tan bajo no es de la pandemia, sino de Caló y su ‘vocación oficialista’, esté quien esté en el gobierno. El IMGR nació durante el kirchnerismo para adaptarse a los techos salariales que el gobierno imponía. No solo fuimos perdiendo contra la inflación sino que también desaparecieron categorías de convenio, achatando la escala salarial. En siderúrgicos, en 2019, se firmaron aumentos no remunerativos por nueve meses, favoreciendo a las grandes empresas, o se cerraron acuerdos previos que dejaron el conformado de la rama por debajo del porcentaje cerrado nacionalmente, provocando que se pierdan o achiquen adicionales internos los cuales son conquistas de los trabajadores en cada planta.

La dirección de la UOM se apresura a cerrar un nuevo acuerdo a espaldas de los trabajadores; un acuerdo que tendrá solamente tres meses de vigencia, pero que fija la base para la próxima discusión ya que vence el 31 de marzo próximo.

Este acuerdo no solo debería compensar la pérdida de poder adquisitivo del 2020, sino además incluir el 5% que quedó pendiente de la paritaria 2019 y que compensaba, a su vez, parte de lo perdido en 2018 contra la inflación. En enero, el aumento debe rondar el orden del 40% como mínimo y elevar a $50.000 el IMGR - ¡basta de metalúrgicos por debajo de la línea de la pobreza!

Mientras tanto la UOM nacional sigue ausente en los conflictos que las patronales metalúrgicas generaron reduciendo personal (como lo hizo Techint en varias plantas) o siguen intentando flexibilizar (como ocurre en Gri Calviño) situaciones como estas se extienden a lo largo y ancho de nuestro país y ya son incontables los puestos de trabajo perdidos. Es necesario comenzar a vincular y coordinar acciones en defensa de los puestos de trabajo y la defensa de nuestro convenio.

Los metalúrgicos hemos quedado entre los salarios más bajos de la industria gracias a estas direcciones. Es urgente el comenzar a articular asambleas en los lugares de trabajo con el objetivo de que tanto delegados como comisiones internas obtengan los mandatos y se comiencen a exigir los congresos en cada seccional donde se resuelva la posición a llevar y las medidas para conseguirlo. En Acindar Villa Constitución comenzaremos con asambleas por sector donde se definan las medidas a tomar en defensa de nuestro salario.

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