Aguaray: trabajadores municipales declaran paro por tiempo indeterminado

Escribe Mariela Álvarez

Tiempo de lectura: 2 minutos

Los trabajadores municipales de planta permanente y eventuales precarizados han ingresado a un paro por tiempo indeterminado. Reclaman que se les pague el aumento en tres cuotas acordado en febrero durante la gestión del ex intendente -actualmente detenido por la Justicia- Enrique Prado. También piden el pase a planta de los eventuales, de los cuales algunos tienen hasta 10 años de antigüedad. Asimismo, los trabajadores han elegido sus propios delegados frente a la entrega sistemática de la burocracia de ATE.

La intervención del municipio por parte del gobierno de Sáenz no logró cerrar la crisis. Tal cual lo anticipamos, el interventor Adrián Zigaran no ha resuelto el pliego de reclamos de los vecinos autoconvocados, ni cumplido con el aumento salarial conquistado en febrero por los trabajadores municipales, el cual sigue sin abonarse.

Entre otros, los vecinos reclamaban la apertura de los libros contables del municipio y se haga pública la cuenta de los ingresos y egresos. El interventor Zigaran ha enviado un comunicado donde indica que el municipio recauda 17.000.000 pesos de los cuales gasta 16.000.000 pesos en salarios. Con extorsiones y amenazas ante la medida de fuerza que han tomado los trabajadores, llama a los vecinos a rechazar el paro en nombre de la falta de recursos en el municipio. Lo que no informa el interventor, en cambio son los aportes de las grandes actividades económicas de los terratenientes y petroleras, como la destilería Campo Durán. Si la recaudación ha caído, como señala el interventor, es por la huelga impositiva de las ´patronales planeras´, beneficiarias del rescate del Estado durante la cuarentena.

Zigaran, un hombre del régimen político y siempre oficialista, intenta quebrar la tendencia a la lucha que han iniciado los vecinos, en defensa del capital local agrario e industrial en detrimento de los trabajadores. El hombre de Sáenz no dice nada del hipotecamiento de la coparticipación por parte de su gobierno con la toma de deuda con el gobierno nacional. La desocupación azota Aguaray y toda la región. Las condiciones sanitarias y de vida empeoran cada vez más para los trabajadores. La tan mentada “reactivación económica” es una ilusión ante la quiebra estatal y la debacle del régimen capitalista.

La pandemia presenta lo peor del capital, pero los trabajadores no están dispuestos a aguantar más hambruna y muerte. Zigaran solo ofrece represión y ajuste. El triunfo de los reclamos de los trabajadores municipales dependerá de la deliberación y movilización de todo el pueblo de Aguaray y las familias obreras.

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