Se calienta la lucha de los aceiteros del cordón industrial - San Lorenzo

Escribe Juan Ferro

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El conflicto on las patronales cerealeras ha recrudecido, en medio de una importante deliberación entre los trabajadores del departamento de San Lorenzo, el cordón industrial de Rosario.

A la lucha que desenvuelve la Federación aceitera y los Recibidores de granos (URGARA), con diferentes reivindicaciones salariales y laborales, se suma el plan de acción del sindicato aceitero de San Lorenzo (SOEA), que nuclea a ocho grandes plantas procesadoras de una parte importante de la exportación agroindustrial del país. El Soea comenzó una serie de paros escalonados en Cargill, Cofco, Molinos, LDC, Renova Terminal 6, Vicentin y Bunge de Puerto San Jerónimo.

Los reclamos de SOEA difieren de los de la Federación, la cual ha colocado su centro en el básico de convenio, en detrimento de las condiciones laborales. Los acuerdos de fábrica con estas características, han dado lugar a un fuerte avance de la flexibiización laboral.

El reclamo de SOEA tiene que ver con el impago de bonos salariales. El sindicato reclama dos tipos de adicionales: uno, el llamado “bono pandemia”, y el otro, el bono de fin de año. Aunque todas las cerealeras con convenio con Soea trabajaron ininterrumpidamente durante la pandemia, la declaración de `esencial’ alcanzó a Cofco, en sus plantas de Puerto San Martín y de Timbúes. Esta empresa paga desde marzo 9000 pesos por mes por ‘esencialidad’. Las otras empresas se niegan a pagarlo, y la más cerrada en este punto es Vicentin, que se escuda en su situación concursal. En consecuencia, existe un enorme malestar en los aceiteros, pues la negativa a pagar este bono implica una pérdida salarial de 90.000 pesos en estos diez meses.

El otro punto de conflicto del SOEA es el bono de fin de año. El sindicato reclama un incremento del 35% sobre el bono del año pasado. Las patronales intentan desmontar el derecho al bono con acuerdos parciales. Una maniobra similar a la que logró cerrar ACA con Urgara (recibidores), donde se firmó un acta particular por debajo de los reclamos generales que presentó el gremio. La resistencia de las patronales a las reivindicaciones planteadas es fuerte, porque cuenta con el apoyo del gobierno a un plan ‘plurianual’ de agro-exportación, que está dispuesto a lo que sea para que las patronales repatrien los dólares que cobran en el exerior.

El empecinamiento patronal plantea una huelga general, como ya ocurrió en varias ocasiones en la última década. En este caso, se impone convocar a un plenario de delegados para organizar cada aspecto de la lucha, empezando por los piquetes, que las patronales ya están denunciando, como responsables de que no pueda ingresar a la planta el personal jerárquico.

Los asistentes, el sábado, al plenario general que ha convocado el Sutna, discutirán el máximo apoyo a la lucha de los compañeros aceiteros.

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